Punto de vista:
PRETERISTA
Nota: Continuación de la profecía de la destrucción de Jerusalén (Babilonia).
Nota: David Chilton, Milton Terry, J. Stuart Russell y Philip Carrington, creen que los capítulos restantes (Ap. 12-19) continúan la profecía de la
destrucción de Jerusalén (identificando a
Babilonia también con Jerusalén). Chilton afirma que "la
segunda mitad del Libro de Ap.
cubre casi el mismo terreno que la primera, pero desde una perspectiva
diferente". Gregg, S. (1997). Ap. cuatro puntos de vista: un
comentario paralelo (págs. 252–254).
La cena de boda del
Cordero (Ap. 19:1-10)
Ap.
19.1–2 (RVR95) Después de esto
oí una gran voz, como de una gran multitud en el cielo, que decía: «¡Aleluya! Salvación,
honra, gloria y poder son del Señor Dios nuestro, 2 porque sus juicios son verdaderos y justos, pues ha juzgado a la gran ramera que corrompía la tierra con su
fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de
ella».
Ap.
19.1–2 (DHH) Después de esto, oí las fuertes voces de
una gran multitud que decía en el cielo: “¡Aleluya! La salvación, la gloria y el poder son de nuestro
Dios, 2 porque él juzga rectamente y con verdad;
pues ha condenado a la gran prostituta que con su
prostitución corrompió al mundo; ha vengado en ella la muerte de
los siervos de Dios.”
Nota: Chilton - Ap. 19:1-2
·
El pueblo de Dios había orado
por la destrucción de Jerusalén (Ap. 6:9-11).
·
Ahora que sus oraciones han
sido contestadas, la gran multitud de los redimidos
prorrumpe en la alabanza antifonal, en obediencia a la orden angélica de Ap. 18:20:
·
"Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos, apóstoles y
profetas; porque Dios os ha hecho justicia en ella". Chilton.
(p. 468). Días de Retribución.
Nota: Chilton – Ap. 1:1-2 Debemos observar cuidadosamente lo que
Juan hace aquí:
·
Apocalipsis es una profecía, y
por lo tanto su intención es "para edificación,
exhortación y consolación" (1 Cor. 14:3).
·
A sus lectores se les ordenó
"oír las cosas en ella escritas"
(Ap. 1:3).
·
¡Al revelar las oraciones
imprecatorias de la Iglesia celestial contra sus enemigos, Juan estaba
instruyendo a sus hermanos sobre la tierra para que hicieran lo mismo!
·
Juan muestra a la Iglesia del
siglo primero cuál debe ser su deber cuando caiga Jerusalén.
·
No deben lamentar su fin,
SINO alabar
a Dios por la ejecución de su venganza sobre ella. Chilton. (p. 469).
Días de Retribución.
Nota: Chilton – “¡Aleluya!” La multitud celestial canta: ¡Aleluya!
·
Los únicos usos de esta
expresión hebrea en el Nuevo Testamento (que significa ¡Alabad al Señor!)
ocurren en este pasaje, donde ocurre cuatro veces, en
alabanza por la divina reconquista de la tierra.
·
La palabra misma recuerda los “salmos-Hallel”
(Sal. 113-118),
cánticos de victoria que se cantaban en las festividades de la Pascua y los
Tabernáculos.
·
Estos salmos celebraban la
grandeza de Dios, revelada especialmente en la liberación de su pueblo de
Egipto y su restauración al verdadero culto; y esperan el día en que todas
las naciones alaben al Señor.
·
La primera ocurrencia bíblica
de la expresión, sin embargo, ocurre en Salmos 104:35, que notablemente es paralelo a la yuxtaposición
de juicio y alabanza en Apocalipsis:
Sean consumidos de la tierra los pecadores, Y los
impíos dejen de ser. Bendice, alma mía, a Jehová. Aleluya.
Salmos 104:35
·
La destrucción de la Jerusalén
apóstata en nombre de Cristo y de su Iglesia será la demostración de que la
salvación y el poder y la gloria pertenecen a nuestro Dios.
·
Una frase que recuerda el
regocijo de David cuando los preparativos para construir el edificio del Templo
habían concluído:
·
"Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria,
la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la
tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos"
1 Crón. 29:11
·
Chilton. (p. 470). Días de Retribución.
Nota: Cilton - Nada
menos que el arrepentimiento podría haber salvado a Jerusalén.
·
Ella rehusó inflexiblemente
hacer esto, y así Dios se vengó de ella por su
persecución de los justos. Nuevamente debe subrayarse que Jesús
marcó a Jerusalén como el objeto de la ira vengadora de Dios.
·
Hablando del derramamiento de las maldiciones
del pacto que culminarían con la destrucción de Jerusalén en el año 70 d. C.,
dijo: "Porque estos son días de retribución,
para que se cumplan todas las cosas que están escritas" (Lucas 21:22).
·
Por medio de Moisés, Dios había
advertido de la futura apostasía de Israel, cuando Israel le despertaría a
celos sirviendo a otros dioses (Deut.
32:15-22), atrayendo segura destrucción sobre ellos mismos y sobre su
tierra (Deut. 32:23-43).
·
Cuatro veces en este pasaje
Dios amenaza que su venganza alcanzará a los apóstatas:
o
"Mía es la venganza y la retribución" (Deut. 32:35);
o
"yo tomaré venganza de mis enemigos, y daré la retribución a
los que me aborrecen" (Deut. 32:41);
o
"Alabad, naciones, a su pueblo, porque él vengará la sangre de
sus siervos, y tomará venganza de sus enemigos, y hará expiación por la tierra
de su pueblo" (Deut.
32:43). Chilton. (p. 471). Días de Retribución.
Ap.
19.3 (RVR95) Otra vez dijeron: «¡Aleluya! El humo de ella ha de subir por los siglos de
los siglos».
Ap.
19.3 (DHH) Luego volvieron a decir: “¡Aleluya! El humo de ella nunca dejará de subir.”
Nota: Chilton - Ap. 19:3 En la segunda división del
cántico, la gran multitud repite el estribillo: ¡Aleluya!
·
Nuevamente, la razón de la alabanza es un piadoso regocijo por la
destrucción del enemigo de la Iglesia, pues su humo sube por los
siglos de los siglos.
·
Como hemos observado. esta
expresión se basa en la destrucción de Sodoma y Gomorra (Gen. 19:28), mientras la
fraseología específica ha sido tomada prestada de la descripción de Isaías del
castigo de Edom (Is. 34:10).
·
Se usa aquí para indicar la
naturaleza permanente de la caída de Babilonia.
·
Chilton. (p. 472). Días de Retribución.
Ap.
19.4 (RVR95) Entonces los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra
y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono. Decían: «¡Amén! ¡Aleluya!».
Ap.
19.4 (DHH) Y los veinticuatro ancianos y los cuatro
seres vivientes se postraron hasta el suelo y
adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono. Y decían: “¡Amén! ¡Aleluya!”
Nota: Chilton - Ap. 19:4 La tercera
sección de la liturgia encuentra a los veinticuatro ancianos y a los cuatro
seres vivientes - que representan a la Iglesia y a toda la creación.
·
Primero, se nos dice, se postraron en tierra y adoraron
·
Nuevamente notamos la
importancia de la postura, de la actitud física, en nuestra actividad
religiosa.
·
La aflicción de la Iglesia moderna, de
neoplatonismo "espiritualista" - para no mencionar la simple pereza -
has resultado en una actitud demasiado descuidada hacia el Altísimo.
·
Por lo menos, nuestra posición física en público, en el culto oficial, debería corresponder al temor y la reverencia piadosos que es
apropiado en los que son admitidos a una audiencia con Dios, que está sentado
en el trono. Chilton. (p.472). Días de Retribución.
Ap.
19.5 (RVR95) Y del trono salió una voz que decía: «Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que
lo teméis, así pequeños como grandes».
Ap.
19.5 (DHH) Desde el trono se oyó entonces una voz, que
decía: “¡Alaben a nuestro Dios todos ustedes,
pequeños y grandes, todos ustedes que lo sirven y le tienen reverencia!”
Nota: Chilton -Ap. 19:5 No se nos dice de
quién es la voz que pronuncia la cuarta sección de la liturgia desde el trono.
·
Podría ser la de uno de los
ancianos, que guía a la congregación desde una ubicación cerca del trono.
·
Pero es más probable que sea la
de Cristo Jesús (comp. Ap. 16:17), invitando a sus hermanos (Rom. 8:29; Heb. 2:11-12) a alabar a nuestro Dios (comp.
Juan 20:17), donde
Jesús dice: "Subo a mi Padre y a vuestro
Padre, a mi Dios y a vuestro Dios").
·
Que esto se dirige a la Iglesia
en general queda claro de la descripción de los adoradores: Sus siervos, los que le temen, los pequeños y los grandes.
Chilton. (p. 473). Días de Retribución.
Ap.
19.6 (RVR95) Y oí como la voz de una gran
multitud, como el estruendo de muchas aguas y como la voz de grandes
truenos, que decía: «¡Aleluya!, porque el Señor, nuestro Dios Todopoderoso, reina.
Ap.
19.6 (DHH) Oí también algo como las voces de
mucha gente, como el sonido de una cascada y de fuertes truenos.
Decían: “¡Aleluya! Porque ha comenzado a gobernar el Señor, nuestro Dios
todopoderoso.
Nota: Chilton - Ap. 19:6-8 Al responder la
Iglesia entera a la invitación del oficiante,
·
ella habla con la voz familiar
de la Nube de Gloria (comp. Ex.
19:16; Eze. 1:24), indicando su plena identificación con la goriosa
imagen de Dios:
·
Juan escucha, como si fuera, la
voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas
aguas, y como la voz de grandes truenos.
·
La Nube ha asumido la
Iglesia a sí misma. Chilton. (p. 473). Días
de Retribución.
Nota: Chilton –
·
El primer ¡Aleluya! de la
"gran multitud" había alabado a Dios por su soberanía, como se muestra en el juicio de la gran
ramera.
·
El cuarto ¡Aleluya!, en
esta porción quinta y final de la liturgia, alaba a Dios nuevamente por su
soberanía, esta vez como se muestra en el matrimonio
entre el Cordero y su Esposa. Chilton. (p. 473). Días de Retribución.
Nota: Chilton - La destrucción de la ramera y el
matrimonio entre el Cordero y su Esposa - el divorcio y las bodas - son eventos correlativos.
·
La existencia de la Iglesia
como congregación del Nuevo Pacto marca una época enteramente nueva en la
historia de la redención.
·
Dios no estaba solamente
llevando a los creyentes gentiles al Antiguo. Más bien, estaba introduciendo
"el mundo venidero" (Heb. 2:5; 6:5), la era de cumplimiento, durante “estos últimos días”.
·
El pentecostés fue el principio
de un Nuevo Pacto.
·
Con el
divorcio final y la destrucción de la esposa infiel en el año 70 d. C., el matrimonio entre la Iglesia y su Señor quedó firmemente
establecido; la celebración eucarística de la Iglesia quedó plenamente revelada
en su verdadera naturaleza como la "cena de las
bodas del Cordero" (v. 9). Chilton. P. 473). Días de Retribución.
Ap.
19.7 (RVR95) Gocémonos,
alegrémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas del
Cordero y su esposa se ha preparado.
Ap.
19.7 (DHH) Alegrémonos,
llenémonos de gozo y démosle gloria, porque ha llegado el momento de
las bodas del Cordero. Su esposa se ha preparado:
Nota: Chilton - La multitud de los redimidos
se regocija: ¡La Esposa está preparada!
·
El deber de los apóstoles
durante los últimos días fue el de preparar a la Iglesia para sus nupcias.
·
Pablo escribió sobre el
sacrificio de Cristo como la redención de la Esposa:
·
Él
"amó a la Iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla,
habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra; a fin de
presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga
ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha" (Ef.
5:25-27). Chilton. (p. 473). Días de Retribución.
·
Pablo extendió esta imagen al
hablarles a los corintios de la meta de su ministerio:
·
"Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un
solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo".
·
Pero existía el peligro de que
la Iglesia fuera seducida para que fornicara con el dragón; el apóstol temía
que, "como la serpiente con su astucia engañó a
Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad
a Cristo" (2
Cor. 11:2-3).
·
Al acercarse el final de la
crisis de aquellos días, cuando muchos se estaban apartando de la fe y yéndose
tras varias herejías, Judas escribió a la Iglesia un apresurado mensaje de
urgencia (Judas 3),
en el cual instaba a la Esposa a permanecer fiel a su Señor, confiándola a
"aquél que es poderoso para guardaros sin
caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría"
(Judas 24). Chilton.
(p. 474). Días de Retribución.
Ap.
19.8 (RVR95) Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio
y resplandeciente (pues el lino fino significa
las acciones justas de los santos)».
Ap.
19.8 (DHH) 8 se
le ha permitido vestirse de lino fino, limpio y brillante, porque ese lino es la recta conducta del pueblo santo.”
Nota: Chilton - El cántico de alabanza
continúa: Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y
resplandeciente, porque el lino fino es las acciones justas de los santos.
·
Ya hemos visto al lino usado
como símbolo (Ap. 15:6;
comp. Ap. 3:4; 4:4; 7:9, 14); ahora, se dice explícitamente que su
significado simbólico es las acciones justas de los santos.
·
Dos puntos importantes se
señalan aquí acerca de la obediencia de los santos:
o
primera, se le concedió -
nuestra santificación se debe enteramente a la obra de gracia del Espíritu
Santo de Dios en nuestros corazones;
o
segunda, a ella se le concedió
por gracia que se vista del lino fino de las acciones justas - nuestra
santificación es llevada a cabo por nosotros mismos.
·
Este doble énfasis se encuentra
a través de todas las Escrituras: "Santificaos ... Yo Jehová que os
santifico" (Lev. 20:7-8;
"Ocupaos en vuestra salvación con temor y
temblor; porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer,
por su buena voluntad" (Fil. 2:12-13). Chilton. (p. 475). Días de Retribución.
Ap.
19.9 (RVR95) El ángel me dijo: «Escribe: “Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas
del Cordero”». Y me dijo: «Estas son palabras verdaderas de
Dios».
Ap.
19.9 (DHH) El ángel me dijo: “Escribe: ‘Felices los que han sido invitados al banquete de bodas del
Cordero.’ ” Y añadió: “Estas son palabras verdaderas de
Dios.”
Nota: Chilton - Ap. 19:9 A Juan se le instruye que escriba la
cuarta y central bienaventuranza del libro de Apocalipsis:
Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero.
·
El pueblo de Dios ha sido
salvado de la prostitución del mundo para convertirse en la Esposa de su Hijo
unigénito; y la constante señal de este hecho es la
celebración semanal de la su fiesta sagrada de la Iglesia, la Santa
Eucaristía.
·
La absoluta fidelidad de esta promesa queda
subrayada por el hecho de que el ángel le asegura a Juan que éstas son las
palabras verdaderas de Dios.
Nota. Chilton - Ni que decir tiene (pero,
desafortunadamente, hay que decirlo) que la
Eucaristía es el centro del culto cristiano; la Eucaristía es lo que se nos manda hacer cuando nos reunimos en el
día del Señor.
·
Todo lo demás es secundario. Con esto no queremos decir que las cosas secundarias no son
importantes.
·
Por ejemplo, la enseñanza de la
Palabra es muy importante, y de hecho, necesaria para el crecimiento y el
bienestar de la Iglesia.
·
Por mucho tiempo, la doctrina
ha sido reconocida como uno de los distintivos esenciales de la Iglesia.
·
Por lo tanto, la instrucción en
la fe es parte indispensable del culto cristiano.
·
Pero no es el corazón del
culto cristiano. El corazón
del culto cristiano es el sacramento del cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo.
·
Esto lo asume Pablo en 1 Cor. 10:16-17 y 11:20-34.
·
Podemos verlo reflejado en la
sencilla afirmación de Lucas en Hechos
20:7: "El primer día de la semana,
reunidos los discípulos para partir el pan ..."
·
También se describe en el Didache:
"Pero cada día del Señor os reunís, y partís el
pan, y dais gracias después de haber confesado vuestras transgresiones, para
que vuestro sacrificio sea puro". Chilton. (n.d.). Días
de Retribución.
Nota: Chilton - El mayor privilegio de la
Iglesia es su participación semanal en la comida eucarística, la cena de las
bodas del Cordero.
·
Es una tragedia que tantas iglesias en nuestros días descuiden la Cena del Señor,
observándola sólo en raras ocasiones (algunas de las llamadas iglesias hasta
han abandonado la comunión por completo).
·
De lo que debemos darnos cuenta es de que el
servicio del culto oficial de la Iglesia en el día del Señor no es meramente un estudio bíblico o alguna reunión informal
de almas que piensan de manera similar; por el contrario, es la
fiesta de bodas formal de la Esposa con su Esposo. Por eso nos reunimos el
primer día de la semana.
·
En realidad, uno de los principales puntos en disputa en la controversia de la
Reforma Protestante era el hecho de que la Iglesia Romana admitía a sus
miembros a la Eucaristía sólo una vez al año.
·
Irónicamente, la práctica de la Iglesia Romana ahora supera a la de la mayoría de
las iglesias "protestantes"; sobre el punto de la comunión frecuente,
por lo menos, es Roma la que ha "reformado". Chilton. (p. 477).
Días de Retribución.
Nota: Jordan - "Es porque el acto de dar
gracias es la diferencia central entre el cristiano y el no cristiano que la
liturgia de las iglesias cristianas es llamada la 'Santa
Eucaristía'.
·
Eucaristía significa dar
gracias.
·
Es la restauración de la
verdadera adoración (dar gracias) lo que restaura la obra del hombre (la
séxtuple acción en la totalidad de la vida).
·
Esto explica por qué la
restauración de la verdadera adoración tiene primacía sobre los esfuerzos
culturales". Chilton. (p. 478). Días de Retribución.
Ap.
19.10 (RVR95) Yo me postré a
sus pies para adorarlo, pero él me dijo: «¡Mira, no lo hagas! Yo
soy consiervo tuyo y de tus hermanos que mantienen el testimonio de Jesús.
¡Adora a Dios!». (El testimonio de Jesús
es el espíritu de la profecía).
Ap.
19.10 (DHH) Me arrodillé a
los pies del ángel, para adorarlo, pero él me dijo: “No hagas eso, pues yo
soy siervo de Dios, lo mismo que tú y tus hermanos que siguen fieles
al testimonio de Jesús. Adora a Dios.”
Pues ese testimonio de Jesús es el que inspira a los profetas.
Nota: Chilton - Suponiendo que Juan no estaba
ofreciendo una adoración divina al ángel, sino más
bien haciendo una reverencia a un superior, la respuesta del ángel
puede entenderse más claramente.
·
Un tema común a través del
Libro de Apocalipsis es el de que "todo el
pueblo del Señor son profetas" (comp. Num. 11:29).
·
Todos han ascendido a la
presencia del Señor, tomando sus lugares en el Concilio celestial alrededor del
trono en la Nube de Gloria.
·
Antes de Pentecostés, era
apropiado que meros hombres se inclinaran delante de ángeles, pero ya no lo
es. "No lo hagas", exclama
el ángel: "Yo soy consiervo tuyo y de tus
hermanos que tienen el testimonio de Jesús".
·
El ángel está en nivel de
igualdad con Juan y el resto de la comunidad cristiana; por eso, insta a Juan a
que adore a Dios, a que "se acerque
confiadamente al trono de la gracia" (Heb. 4:16).
·
Chilton. (p. 480). Días de Retribución.
El hijo de Dios sale a la guerra (Ap. 19:11-21)
Ap.
19.11 (RVR95) Entonces vi el cielo abierto, y había un caballo blanco. El que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea.
Ap.
19.11 (DHH) Vi el cielo abierto; y apareció un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, porque con rectitud gobernaba y hacía la
guerra.
Nota: Chilton - Ap. 19:11 Esto inicia la sección final de las
siete visiones, comenzando cada una con la frase kai eidon, Y vi (Ap. 19:11, 17, 19; Ap. 20:1, 4,
11; Ap. 21:1).
·
Con la revelación de la Santa
Eucaristía Juan ve, como no los ha visto antes, los cielos abiertos y, como
observa Farrer, "todo intermediario entre él
mismo y Cristo desaparece".
·
Es la invitación a la comunión
con Cristo que abre los cielos a la Iglesia y revela a su Señor. Chilton. (p.).
Días de Retribución.
Nota: Un caballo blanco
Chilton: Juan
ve un caballo blanco:
·
El símbolo de la victoria y el
dominio de Cristo (Ap. 6:2;
comp. Ap. 14:14).
·
Para entender correctamente
este pasaje, es importante notar que el que está sentado sobre él se llama “Fiel y Verdadero”:
·
Cristo sale cabalgando hacia la
victoria en su carácter de "el testigo fiel y
verdadero" (Ap. 3:14), como
"el Verbo de Dios" (Ap. 19:13). Chilton. (p.). Días de Retribución.
Chilton:
Juan no está describiendo la Segunda Venida al fin del mundo.
·
Está describiendo el progreso del evangelio a través del mundo, la proclamación universal del mensaje de salvación,
que sigue al Primer Advenimiento de Cristo.
Chilton: En justicia, juzga y hace la
guerra:
·
Cristo sale cabalgando para
combatir en la tierra, sometiéndonos a sí mismo, gobernándonos y
defendiéndonos, "restringiendo y conquistando a
todos sus enemigos y a todos nuestros enemigos"
·
Como dice el Catecismo
Westminster Abreviado (Q. 26), haciendo justicia a
través del mundo según la ley de Dios en
cumplimiento de las profecías mesiánicas:
Él juzgará a tu pueblo con justicia, y a tus afligidos con
juicio. (Sal.
72:2).
Alégrense los cielos, y gócese la tierra; brame el mar y su
plenitud; regocíjese el campo, y todo lo que en él está; entonces todos los
árboles del bosque rebosarán de contento, delante de Jehová que vino; porque
vino a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con su
verdad. (Sal.
96:11-13).
No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que
oigan sus oídos; sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con
equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca,
y con el espíritu de sus labios matará al impío. (Is. 11:3-4).
He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a
David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y
justicia en la tierra. En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado;
y éste será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra. (Jer. 23:5-6). Chilton. (p. 483). Días de Retribución.
Ap.
19.12 (RVR95) Sus ojos eran como llama de fuego, en su
cabeza tenía muchas diademas y tenía escrito un
nombre que ninguno conocía sino él mismo.
Ap.
19.12 (DHH) Sus ojos brillaban como llamas de fuego,
llevaba en la cabeza muchas coronas y tenía un
nombre escrito que solamente él conocía.
Nota. Chilton - Ap. 19:12 La figura sobre el caballo blanco:
·
Es la misma que el Hijo del Hombre, el Primero
y el Último, el que vive.
·
De la primera visión de Juan,
pues sus ojos eran llama de fuego (comp. Ap. 1:14):
·
Él es el Señor omnisapiente,
cuyo escrutador escrutinio "puede juzgar los
pensamientos y las intenciones del corazón" (Heb. 4:12).
·
Esta majestuosa figura ya
es victoriosa, como lo simbolizan las muchas diademas que lleva
puestas. Chilton. (n.d.). Días de Retribución.
Nota: Chilton - La chapa
de oro sobre la frente del sumo sacerdote llevaba el sagrado nombre del Señor;
apropiadamente, después de tomar nota de las muchas diademas sobre la frente de
Cristo, Juan ve que Él tiene un nombre escrito.
·
Pero este es un nombre que
nadie conoce, excepto Él mismo. ¿Cómo hemos de entender esto?
·
Como vimos en Ap. 2:17, el uso en el
Nuevo Testamento de las palabras para conocer (ginosko y oida) está influido
por una frase idiomática hebrea, en la cual el verbo conocer aquiere
significados relacionados: reconocer, reconocer como
propio, y poseer (véase, por ej., Gen. 4:1; Ex. 1:8; Sal. 1:6; Jer. 28:9; Ez. 20:5; Zac.
14:7; Mat. 7:23; Juan 10:4-5; Rom. 8:29; 1 Cor. 8:3; 2 Tim. 2:19).
·
Por eso, el punto en este
versículo no es que nadie puede conocer lo que es el nombre (pues, de hecho,
como veremos, nosotros sí "conocemos" el nombre, en el sentido
cognoscitivo), sino que sólo Él conoce propiamente
el nombre; le pertenece sólo a Él.
·
Chilton. (p. 483). Días de Retribución.
Ap.
19.13 (RVR95) Estaba vestido de una ropa teñida en sangre y
su nombre es: La Palabra de Dios.
Ap.
19.13 (DHH) Iba vestido con ropa
teñida de sangre, y su nombre era: La
Palabra de Dios.
Nota: Chilton - Ap. 19:13 La ropa de Cristo manchada de
sangre se explica en Ap.
19:15.
·
Claramente, la sangre es la de “los enemigos de Cristo”, las "uvas de la ira";
·
Sin embargo (Ap. 14:20), hay un sentido
en el cual la ropa ensangrentada está manchada por
el propio sacrificio de Cristo.
·
La visión, también
es realmente una alegoría de la encarnación:
Sólo en esta parte de Apocalipsis, así como en el prólogo a su evangelio (Juan 1:1, 14), Juan llama a
Cristo “el Verbo”, hablando de su
pre-existencia y su naturaleza divina, y del hecho de que se hiciera carne, habitando entre nosotros.
·
En el pasaje que tenemos
delante, además, tenemos no sólo una alegoría de su encarnación, sino también
de su expiación, resurrección, ascensión, y
entronización.
·
Esta es no "sólo" la
historia del derramamiento de la ira sobre Israel. Es la historia de
Jesucristo, el Rey de reyes.
·
Vemos aquí el advenimiento del
Hijo del Hombre: Los cielos se abren, y Él desciende a la tierra para combatir
a sus enemigos; manchado de sangre, obtiene la victoria. Chilton. (p. 484). Días de Retribución.
Ap.
19.14 (RVR95) Los ejércitos
celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, lo seguían
en caballos blancos.
Ap.
19.14 (DHH) Lo seguían los
ejércitos del cielo, vestidos de lino fino, blanco y limpio, y
montados en caballos blancos.
Nota: Chilton Ap. 19:14 Pero Cristo no está solo en esta
victoria.
·
Es seguido por los ejércitos
que están en el cielo, los "llamados, elegidos, y fieles" que están
con él en la batalla (17:14).
·
Debemos recordar nuevamente
que, desde la perspectiva del Nuevo Testamento, la Iglesia está "en el
cielo".
o
Somos el tabernáculo de Dios en
el cielo (7:15; 12:12; 13:6)
o
Estamos sentados con Cristo en
los lugares celestiales (Efe. 2:6),
o
Hemos llegado a la Jerusalén
celestial, y a la compañía de muchos millares de ángeles, y a la congregación
de los primogénitos que están inscritos en los cielos (Heb. 12:22-23).
·
Los
ejércitos están compuestos de cristianos:
o
que cabalgan sobre caballos
blancos,
o
con su Señor en su agresiva y
triunfante campaña a través de la tierra,
o
llevando la Palabra de Dios al
mundo.
·
Porque los
ejércitos del cielo son la Esposa, están vestidos de lino fino, blanco y
limpio. Chilton. (p. 484). Días de Retribución.
Ap.
19.15 (RVR95) De su boca
sale una espada aguda para herir con ella a las naciones, y él las
regirá con vara de hierro. Él pisa el lagar del vino
del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.
Ap.
19.15 (DHH) Le salía de la
boca una espada afilada, para herir con ella a las naciones. Las gobernará
con cetro de hierro. Y él mismo pisará las uvas para
sacar el vino de la ira terrible del Dios todopoderoso.
Nota: Chilton - Ap. 19:15 De la boca del Verbo de Dios encarnado
sale una espada aguda de dos filos.
·
Juan ha usado esta imagen antes
(Ap. 1:16; Ap. 2:16); la espada (especialmente
saliendo de la boca) es un claro símbolo bíblico de la poderosa "palabra
profética que es creativa y dinámica y hace ocurrir lo que pronuncia. La
palabra de un verdadero profeta, como la del jinete, transforma la palabra en
acción; la de un falso profeta, como la de la segunda bestia, es inefectiva".
Chilton. (p. 485). Días de Retribución.
Nota: Chilton - Cristo usa
la espada del Espíritu para herir a las naciones: Las conquista por medio de su
boca.
·
Nuevamente, no es la Segunda Venida lo
que es presentado aquí, sino más bien la derrota de las naciones por medio de
la palabra desnuda de Cristo.
·
En Mateo 24:29-31, es "inmediatamente después" de la
destrucción de Jerusalén que comienza la conversión de las naciones, al
enviar Cristo a sus ángeles/ministros por todo el mundo a reunir a los
elegidos. Chilton. (p. 485). Días de Retribución.
Ap.
19.16 (RVR95) En su vestidura y en su muslo tiene
escrito este nombre: Rey de reyes y Señor de
señores.
Ap.
19.16 (DHH) En su manto y sobre el muslo llevaba
escrito este título: “Rey de reyes y Señor de
señores.”
Nota: Chilton Ap. 19:16 Juan ve el título de Cristo, "que nadie conoce sino él mismo" (Ap. 19:12), escrito en su
ropa y en su muslo, el lugar en que se lleva la espada (comp. Sal. 45:3).
·
"El título es el
fundamento, no el resultado, de la victoria venidera; él conquistará al
monstruo y a los reyes porque él ya es Rey de reyes y Señor de señores".
·
Cabalgando en su caballo de
guerra, seguido por su ejército de santos, conquista a las naciones con la
Palabra de Dios, el evangelio.
·
Esta es una declaración
simbólica de esperanza, la seguridad de que la Palabra de Dios resultará
victoriosa en todo el mundo, de modo que el gobierno de
Cristo será establecido universalmente.
·
Jesucristo será reconocido
en todas partes como Rey de reyes, Señor de todos los señores.
·
Desde el principio del
Apocalipsis, el mensaje de Cristo a su Iglesia ha sido una orden para vencer,
para conquistar (Ap. 2:7,
11, 17, 26-28; Ap. 3:5, 12, 21).
·
Ahora Él
asegura a la Iglesia sufriente que, a pesar de la feroz
persecución por parte de Israel y de Roma, Él y su
pueblo serán de hecho victoriosos sobre todos sus enemigos.
Nota: Chilton - Se requiere que
absolutamente todas las naciones sean cristianas, tanto en su capacidad
oficial como en el carácter personal de sus ciudadanos individuales.
·
Cualquier nación que no se
someta al abarcarte gobierno del Rey Jesús perecerá; todas las naciones
serán cristianizadas algún día. Es sólo cuestión de tiempo.
·
Cristo Jesús es el Soberano
universal, y será reconocido como tal por toda la tierra, en este mundo así
como en el venidero, en el tiempo y en la eternidad.
·
Él ha prometido: "Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la
tierra" (Sal.
46:10).
·
El Señor de los ejércitos está
con nosotros. Chilton. (p. 489). Días de Retribución.
¡La segunda fiesta!
Ap.
19.17 (RVR95) Vi un ángel que estaba de pie en el sol, y clamó a gran voz
diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: «¡Venid y congregaos a la gran cena de Dios!
Ap.
19.17 (DHH) Y vi un ángel que, puesto de pie en el sol, gritaba con fuerza a
todas las aves de rapiña que vuelan en medio del cielo: “¡Vengan y reúnanse para la gran cena de Dios,
Nota: Chilton - Ap. 19:17-18 Esta es la segunda de las siete
visiones finales, cada una de las cuales comienza con la frase "Y vi"; por
eso, aunque ciertamente está relacionada con el tema del tema de la visión
anterior, no es simplemente una continuación de ella.
·
Como hemos visto, el capítulo
comienza con una fiesta, la cena de bodas del Cordero, la sagrada comida eucarística de la Iglesia delante
de su Señor.
·
PERP aquí se proclama otra gran fiesta.
·
El Sol de Justicia ha salido,
trayendo salvación en sus alas (Mal.
4:2); pero también trae un ángel que está de pie en el sol (el que
gobierna el día, Gen. 1:16), quien
invita a todas las aves que vuelan por en medio del cielo, las aves de presa.
·
Hemos visto "en medio del cielo" como el lugar en el cual
el águila advirtió que vendrían los ayes (Ap. 8:13),
y en el cual invitó a los gobernantes de la tierra a abrazar el evangelio
eterno (Ap. 14:6). Chilton. (p. 489).
Días de Retribución.
Ap.
19.18 (RVR95) Para que
comáis carnes de reyes y capitanes y carnes de fuertes; carnes de
caballos y de sus jinetes; carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y
grandes».
Ap.
19.18 (DHH) 18 para que
coman carne de reyes, de jefes militares y de hombres valientes,
carne de caballos y de sus jinetes, carne de todos: de libres y de esclavos, de
pequeños y de grandes!”
Nota: Chilton - Ahora
el ángel invita a las águilas a la gran cena de Dios, donde pueden saciarse de la carne de los enemigos de Cristo:
la carne de los reyes, la carne de caballos y de sus jinetes, y la carne
de todos los hombres, libres y esclavos, pequeños y grandes.
·
Notamos en Ap. 8:13 que una maldición
básica del pacto es la de ser comido por las aves de presa (Mat. 24:28), y ya no hay
nadie que pueda espantar a los carroñeros (comp. Ap. 15:11; Deut. 28:26). Chilton. (n.d.).
Días de Retribución.
Nota: Chilton - El lenguaje de Juan ha sido
tomado prestado de la invitación de Dios, por medio de Ezequiel, a las "aves de toda especie y a toda fiera del campo" a devorar
los cadáveres de sus enemigos, los ejércitos de los paganos que habían hecho
guerra contra Israel:
Juntaos,
y venid; reuníos de todas partes a mi víctima que sacrifico para vosotros, un
sacrificio grande sobre los montes de Israel; y comeréis carne y beberéis
sangre. Comeréis carne de fuertes, y beberéis sangre de príncipes de la tierra;
de carneros, de corderos, de machos cabríos, de bueyes y de toros, engordados
todos en Basán. Comeréis grosura hasta saciaros, y beberéis hasta embriagaros
de sangre de las víctimas que para vosotros sacrifiqué. Y os saciaréis sobre mi
mesa, de caballos y de jinetes fuertes y de todos los hombres de guerra, dice Jehová
el Señor. (Ez. 39:17-20).
El significado es claro: Las
naciones que rehusen someterse al señorío de Cristo, como se ordena en Salmos 2, serán destruídas
completamente. Chilton. (p. 490). Días de Retribución.
Ap.
19.19 (RVR95) Vi a la bestia
y a los reyes de la tierra y sus
ejércitos, reunidos para guerrear contra el que
montaba el caballo y contra su ejército.
Ap.
19.19 (DHH) Vi al monstruo y
a los reyes del mundo con sus
ejércitos, que se habían reunido para pelear contra el
que montaba aquel caballo y contra su ejército.
Nota: Chilton - Ap. 19:19-21 La tercera visión en esta sección,
marcada nuevamente por las palabras: "Y vi",
revela la derrota de Leviatán y de Behemot en su guerra contra el reino de
Cristo:
·
Las dos bestias son apresadas y
arrojadas vivas en el lago de fuego, el lavatorio ardiente (comp. Ap. 15:2), que arde con
azufre.
·
La imagen ha sido tomada
prestada del relato de (1) la destrucción de Sodoma y Gomorra ("fuego y azufre"), (2) y el relato de los
rebeldes Coré, Datán, y Abiram, los que, con todas sus familias, fueron
tragados por la boca de la tierra:
·
"Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol,
y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación"
(Num. 16:31-33). Chilton. (p. 491). Días
de Retribución.
Ap.
19.20 (RVR95) La bestia fue
apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de
ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de
la bestia y habían adorado su imagen. Estos dos
fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre.
Ap.
19.20 (DHH) El monstruo fue
apresado, junto con el falso profeta que
había hecho señales milagrosas en su presencia. Por medio de esas señales, el
falso profeta había engañado a los que se dejaron poner la marca del monstruo y
adoraron su imagen. Entonces el monstruo y el falso
profeta fueron arrojados vivos al lago de fuego donde arde el azufre.
Nota: Chilton - Por lo tanto, lo que
Juan quiere NO es proporcionar una detallada
escatología de la bestia y del falso profeta; todavía menos intenta
describir la caída de Roma en el año 410 o el 476.
·
Más bien, el lago de fuego
es su descripción simbólica de la completa derrota y destrucción de estos
enemigos en su intento de apoderarse del reino:
·
La perversas personificaciones
de la Roma pagana y del Israel apóstata están arruinadas y derribadas.
·
Roma, como Sodoma, es
destruída por el fuego y el azufre; los falsos profetas de Israel,
Coré, Datán, y Abiram, son tragados vivos. Chilton.
(p. 491). Días de Retribución.
Ap.
19.21 (RVR95) Los demás fueron
muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos.
Ap.
19.21 (DHH) Y los demás fueron
muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y
todas las aves de rapiña se hartaron de la carne de ellos.
Nota: Chilton - el resto de los seguidores de la bestia - los
reyes de la tierra - son muertos por la espada que había salido de la boca del
que estaba sentado sobre el caballo.
·
El mensaje del evangelio, la
Palabra-espada del Espíritu, sale de la boca de Cristo y destruye a sus
enemigos convirtiéndolos, partiendo en pedazos sus almas y sus espíritus, sus
coyunturas y sus tuétanos, juzgando los pensamientos y las intenciones de sus
corazones.
·
Las bestias son perdedoras por
partida doble: No solamente son derrotadas, sino que
las mismas naciones que ellas guiaban en su batalla contra Cristo son
conquistadas por su victoriosa Palabra. Chilton. (p. 492). Días
de Retribución.
Nota: Chilton - En el peor de los casos,
Leviatán, Behemot, y sus conspiradores no pudieron hacer más que cumplir los
decretos del Dios soberano (Ap.
17:7).
·
Él ordenó cada uno de los
movimientos de ellos, y ha ordenado su destrucción.
·
La naciones se aíran, pero Dios
ríe: Ya Él ha puesto su Rey sobre su santo monte, y todas las naciones serán
regidas por Él (Sal. 2).
·
Toda potestad le es dada a
Cristo en el cielo y en la tierra (Mat. 28:18); como cantaba Martín Lutero: "Él tiene que ganar la batalla".
·
Al progresar el evangelio a
través del mundo, obtendrá más y más victorias, hasta que todos los reinos del
mundo vengan a ser los reinos de nuestro Señor y de su Cristo; y Él reinará por
los siglos de los siglos.
·
No debemos ceder al enemigo ni
una sola pulgada cuadrada de terreno ni en el cielo ni en la tierra.
·
Cristo y su ejército cabalgan
hacia adelante, conquistando y para conquistar, y por medio de Él, nosotros
heredaremos todas las cosas. Chilton. (p. 492). Días de Retribución.
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