martes, 24 de marzo de 2020

Estudio: Ap. 19:1-21 – Las dos fiestas del reino


Punto de vista: PRETERISTA

Nota: Continuación de la profecía de la destrucción de Jerusalén (Babilonia).

Nota: David Chilton, Milton Terry, J. Stuart Russell y Philip Carrington, creen que los capítulos restantes (Ap. 12-19) continúan la profecía de la destrucción de Jerusalén (identificando a Babilonia también con Jerusalén). Chilton afirma que "la segunda mitad del Libro de Ap. cubre casi el mismo terreno que la primera, pero desde una perspectiva diferente". Gregg, S. (1997). Ap. cuatro puntos de vista: un comentario paralelo (págs. 252–254).

La cena de boda del Cordero (Ap. 19:1-10)

Ap. 19.1–2 (RVR95) Después de esto oí una gran voz, como de una gran multitud en el cielo, que decía: «¡Aleluya! Salvación, honra, gloria y poder son del Señor Dios nuestro, 2 porque sus juicios son verdaderos y justos, pues ha juzgado a la gran ramera que corrompía la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella».
Ap. 19.1–2 (DHH) Después de esto, oí las fuertes voces de una gran multitud que decía en el cielo: “¡Aleluya! La salvación, la gloria y el poder son de nuestro Dios, 2 porque él juzga rectamente y con verdad; pues ha condenado a la gran prostituta que con su prostitución corrompió al mundo; ha vengado en ella la muerte de los siervos de Dios.”

Nota: Chilton - Ap. 19:1-2
·         El pueblo de Dios había orado por la destrucción de Jerusalén (Ap. 6:9-11).
·         Ahora que sus oraciones han sido contestadas, la gran multitud de los redimidos prorrumpe en la alabanza antifonal, en obediencia a la orden angélica de Ap. 18:20:
·         "Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos, apóstoles y profetas; porque Dios os ha hecho justicia en ella". Chilton. (p. 468). Días de Retribución.

Nota: ChiltonAp. 1:1-2 Debemos observar cuidadosamente lo que Juan hace aquí:
·         Apocalipsis es una profecía, y por lo tanto su intención es "para edificación, exhortación y consolación" (1 Cor. 14:3).
·         A sus lectores se les ordenó "oír las cosas en ella escritas" (Ap. 1:3).
·         ¡Al revelar las oraciones imprecatorias de la Iglesia celestial contra sus enemigos, Juan estaba instruyendo a sus hermanos sobre la tierra para que hicieran lo mismo!

·         Juan muestra a la Iglesia del siglo primero cuál debe ser su deber cuando caiga Jerusalén.
·         No deben lamentar su fin, SINO alabar a Dios por la ejecución de su venganza sobre ella. Chilton. (p. 469). Días de Retribución.

Nota: Chilton “¡Aleluya!” La multitud celestial canta: ¡Aleluya!
·         Los únicos usos de esta expresión hebrea en el Nuevo Testamento (que significa ¡Alabad al Señor!) ocurren en este pasaje, donde ocurre cuatro veces, en alabanza por la divina reconquista de la tierra.

·         La palabra misma recuerda los “salmos-Hallel” (Sal. 113-118), cánticos de victoria que se cantaban en las festividades de la Pascua y los Tabernáculos.

·         Estos salmos celebraban la grandeza de Dios, revelada especialmente en la liberación de su pueblo de Egipto y su restauración al verdadero culto; y esperan el día en que todas las naciones alaben al Señor.

·         La primera ocurrencia bíblica de la expresión, sin embargo, ocurre en Salmos 104:35, que notablemente es paralelo a la yuxtaposición de juicio y alabanza en Apocalipsis:

Sean consumidos de la tierra los pecadores, Y los impíos dejen de ser. Bendice, alma mía, a Jehová. Aleluya.
Salmos 104:35

·         La destrucción de la Jerusalén apóstata en nombre de Cristo y de su Iglesia será la demostración de que la salvación y el poder y la gloria pertenecen a nuestro Dios.

·         Una frase que recuerda el regocijo de David cuando los preparativos para construir el edificio del Templo habían concluído:

·         "Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos"
1 Crón. 29:11
·         Chilton. (p. 470). Días de Retribución.

Nota: Cilton - Nada menos que el arrepentimiento podría haber salvado a Jerusalén.
·         Ella rehusó inflexiblemente hacer esto, y así Dios se vengó de ella por su persecución de los justos. Nuevamente debe subrayarse que Jesús marcó a Jerusalén como el objeto de la ira vengadora de Dios.

·          Hablando del derramamiento de las maldiciones del pacto que culminarían con la destrucción de Jerusalén en el año 70 d. C., dijo: "Porque estos son días de retribución, para que se cumplan todas las cosas que están escritas" (Lucas 21:22).


·         Por medio de Moisés, Dios había advertido de la futura apostasía de Israel, cuando Israel le despertaría a celos sirviendo a otros dioses (Deut. 32:15-22), atrayendo segura destrucción sobre ellos mismos y sobre su tierra (Deut. 32:23-43).

·         Cuatro veces en este pasaje Dios amenaza que su venganza alcanzará a los apóstatas:
o   "Mía es la venganza y la retribución" (Deut. 32:35);
o   "yo tomaré venganza de mis enemigos, y daré la retribución a los que me aborrecen" (Deut. 32:41);
o   "Alabad, naciones, a su pueblo, porque él vengará la sangre de sus siervos, y tomará venganza de sus enemigos, y hará expiación por la tierra de su pueblo" (Deut. 32:43). Chilton. (p. 471). Días de Retribución.

Ap. 19.3 (RVR95) Otra vez dijeron: «¡Aleluya! El humo de ella ha de subir por los siglos de los siglos».
Ap. 19.3 (DHH) Luego volvieron a decir: “¡Aleluya! El humo de ella nunca dejará de subir.”

Nota: Chilton - Ap. 19:3 En la segunda división del cántico, la gran multitud repite el estribillo: ¡Aleluya!
·         Nuevamente, la razón de la alabanza es un piadoso regocijo por la destrucción del enemigo de la Iglesia, pues su humo sube por los siglos de los siglos.
·         Como hemos observado. esta expresión se basa en la destrucción de Sodoma y Gomorra (Gen. 19:28), mientras la fraseología específica ha sido tomada prestada de la descripción de Isaías del castigo de Edom (Is. 34:10).
·         Se usa aquí para indicar la naturaleza permanente de la caída de Babilonia.
·         Chilton. (p. 472). Días de Retribución.

Ap. 19.4 (RVR95) Entonces los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono. Decían: «¡Amén! ¡Aleluya!».
Ap. 19.4 (DHH) Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron hasta el suelo y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono. Y decían: “¡Amén! ¡Aleluya!”

Nota: Chilton - Ap. 19:4 La tercera sección de la liturgia encuentra a los veinticuatro ancianos y a los cuatro seres vivientes - que representan a la Iglesia y a toda la creación.
·         Primero, se nos dice, se postraron en tierra y adoraron
·         Nuevamente notamos la importancia de la postura, de la actitud física, en nuestra actividad religiosa.
·          La aflicción de la Iglesia moderna, de neoplatonismo "espiritualista" - para no mencionar la simple pereza - has resultado en una actitud demasiado descuidada hacia el Altísimo.
·         Por lo menos, nuestra posición física en público, en el culto oficial, debería corresponder al temor y la reverencia piadosos que es apropiado en los que son admitidos a una audiencia con Dios, que está sentado en el trono. Chilton. (p.472). Días de Retribución.

Ap. 19.5 (RVR95) Y del trono salió una voz que decía: «Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que lo teméis, así pequeños como grandes».
Ap. 19.5 (DHH) Desde el trono se oyó entonces una voz, que decía: “¡Alaben a nuestro Dios todos ustedes, pequeños y grandes, todos ustedes que lo sirven y le tienen reverencia!”

Nota: Chilton -Ap. 19:5 No se nos dice de quién es la voz que pronuncia la cuarta sección de la liturgia desde el trono.
·         Podría ser la de uno de los ancianos, que guía a la congregación desde una ubicación cerca del trono.
·         Pero es más probable que sea la de Cristo Jesús (comp. Ap. 16:17), invitando a sus hermanos (Rom. 8:29; Heb. 2:11-12) a alabar a nuestro Dios (comp. Juan 20:17), donde Jesús dice: "Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios").
·         Que esto se dirige a la Iglesia en general queda claro de la descripción de los adoradores: Sus siervos, los que le temen, los pequeños y los grandes. Chilton. (p. 473). Días de Retribución.

Ap. 19.6 (RVR95) Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas y como la voz de grandes truenos, que decía: «¡Aleluya!, porque el Señor, nuestro Dios Todopoderoso, reina.
Ap. 19.6 (DHH) Oí también algo como las voces de mucha gente, como el sonido de una cascada y de fuertes truenos. Decían: “¡Aleluya! Porque ha comenzado a gobernar el Señor, nuestro Dios todopoderoso.
Nota: Chilton - Ap. 19:6-8 Al responder la Iglesia entera a la invitación del oficiante,
·         ella habla con la voz familiar de la Nube de Gloria (comp. Ex. 19:16; Eze. 1:24), indicando su plena identificación con la goriosa imagen de Dios:
·         Juan escucha, como si fuera, la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos.
·         La Nube ha asumido la Iglesia a sí misma. Chilton. (p. 473). Días de Retribución.

Nota: Chilton
·         El primer ¡Aleluya! de la "gran multitud" había alabado a Dios por su soberanía, como se muestra en el juicio de la gran ramera.
·         El cuarto ¡Aleluya!, en esta porción quinta y final de la liturgia, alaba a Dios nuevamente por su soberanía, esta vez como se muestra en el matrimonio entre el Cordero y su Esposa. Chilton. (p. 473). Días de Retribución.

Nota: Chilton - La destrucción de la ramera y el matrimonio entre el Cordero y su Esposa - el divorcio y las bodas - son eventos correlativos.
·         La existencia de la Iglesia como congregación del Nuevo Pacto marca una época enteramente nueva en la historia de la redención.
·         Dios no estaba solamente llevando a los creyentes gentiles al Antiguo. Más bien, estaba introduciendo "el mundo venidero" (Heb. 2:5; 6:5), la era de cumplimiento, durante “estos últimos días”.
·         El pentecostés fue el principio de un Nuevo Pacto.
·         Con el divorcio final y la destrucción de la esposa infiel en el año 70 d. C., el matrimonio entre la Iglesia y su Señor quedó firmemente establecido; la celebración eucarística de la Iglesia quedó plenamente revelada en su verdadera naturaleza como la "cena de las bodas del Cordero" (v. 9). Chilton. P. 473). Días de Retribución.

Ap. 19.7 (RVR95) Gocémonos, alegrémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero y su esposa se ha preparado.
Ap. 19.7 (DHH) Alegrémonos, llenémonos de gozo y démosle gloria, porque ha llegado el momento de las bodas del Cordero. Su esposa se ha preparado:

Nota: Chilton - La multitud de los redimidos se regocija: ¡La Esposa está preparada!
·         El deber de los apóstoles durante los últimos días fue el de preparar a la Iglesia para sus nupcias.
·         Pablo escribió sobre el sacrificio de Cristo como la redención de la Esposa:
·         Él "amó a la Iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra; a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha" (Ef. 5:25-27). Chilton. (p. 473). Días de Retribución.

·         Pablo extendió esta imagen al hablarles a los corintios de la meta de su ministerio:

·         "Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo".

·         Pero existía el peligro de que la Iglesia fuera seducida para que fornicara con el dragón; el apóstol temía que, "como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo" (2 Cor. 11:2-3).

·         Al acercarse el final de la crisis de aquellos días, cuando muchos se estaban apartando de la fe y yéndose tras varias herejías, Judas escribió a la Iglesia un apresurado mensaje de urgencia (Judas 3), en el cual instaba a la Esposa a permanecer fiel a su Señor, confiándola a "aquél que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría" (Judas 24). Chilton. (p. 474). Días de Retribución.


Ap. 19.8 (RVR95) Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente (pues el lino fino significa las acciones justas de los santos)».
Ap. 19.8 (DHH)  8 se le ha permitido vestirse de lino fino, limpio y brillante, porque ese lino es la recta conducta del pueblo santo.”

Nota: Chilton - El cántico de alabanza continúa: Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente, porque el lino fino es las acciones justas de los santos.
·         Ya hemos visto al lino usado como símbolo (Ap. 15:6; comp. Ap. 3:4; 4:4; 7:9, 14); ahora, se dice explícitamente que su significado simbólico es las acciones justas de los santos.
·         Dos puntos importantes se señalan aquí acerca de la obediencia de los santos:
o   primera, se le concedió - nuestra santificación se debe enteramente a la obra de gracia del Espíritu Santo de Dios en nuestros corazones;
o   segunda, a ella se le concedió por gracia que se vista del lino fino de las acciones justas - nuestra santificación es llevada a cabo por nosotros mismos.
·         Este doble énfasis se encuentra a través de todas las Escrituras: "Santificaos ... Yo Jehová que os santifico" (Lev. 20:7-8; "Ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor; porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad" (Fil. 2:12-13). Chilton. (p. 475). Días de Retribución.

Ap. 19.9 (RVR95) El ángel me dijo: «Escribe: “Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero”». Y me dijo: «Estas son palabras verdaderas de Dios».
Ap. 19.9 (DHH) El ángel me dijo: “Escribe: ‘Felices los que han sido invitados al banquete de bodas del Cordero.’ ” Y añadió: “Estas son palabras verdaderas de Dios.”

Nota: Chilton - Ap. 19:9 A Juan se le instruye que escriba la cuarta y central bienaventuranza del libro de Apocalipsis: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero.
·         El pueblo de Dios ha sido salvado de la prostitución del mundo para convertirse en la Esposa de su Hijo unigénito; y la constante señal de este hecho es la celebración semanal de la su fiesta sagrada de la Iglesia, la Santa Eucaristía.
·          La absoluta fidelidad de esta promesa queda subrayada por el hecho de que el ángel le asegura a Juan que éstas son las palabras verdaderas de Dios.


Nota. Chilton - Ni que decir tiene (pero, desafortunadamente, hay que decirlo) que la Eucaristía es el centro del culto cristiano; la Eucaristía es lo que se nos manda hacer cuando nos reunimos en el día del Señor.
·         Todo lo demás es secundario. Con esto no queremos decir que las cosas secundarias no son importantes.
·         Por ejemplo, la enseñanza de la Palabra es muy importante, y de hecho, necesaria para el crecimiento y el bienestar de la Iglesia.
·         Por mucho tiempo, la doctrina ha sido reconocida como uno de los distintivos esenciales de la Iglesia.
·         Por lo tanto, la instrucción en la fe es parte indispensable del culto cristiano.
·         Pero no es el corazón del culto cristiano. El corazón del culto cristiano es el sacramento del cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo.
·         Esto lo asume Pablo en 1 Cor. 10:16-17 y 11:20-34.
·         Podemos verlo reflejado en la sencilla afirmación de Lucas en Hechos 20:7: "El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan ..."
·         También se describe en el Didache: "Pero cada día del Señor os reunís, y partís el pan, y dais gracias después de haber confesado vuestras transgresiones, para que vuestro sacrificio sea puro". Chilton. (n.d.). Días de Retribución.
Nota: Chilton - El mayor privilegio de la Iglesia es su participación semanal en la comida eucarística, la cena de las bodas del Cordero.
·         Es una tragedia que tantas iglesias en nuestros días descuiden la Cena del Señor, observándola sólo en raras ocasiones (algunas de las llamadas iglesias hasta han abandonado la comunión por completo).
·          De lo que debemos darnos cuenta es de que el servicio del culto oficial de la Iglesia en el día del Señor no es meramente un estudio bíblico o alguna reunión informal de almas que piensan de manera similar; por el contrario, es la fiesta de bodas formal de la Esposa con su Esposo. Por eso nos reunimos el primer día de la semana.
·         En realidad, uno de los principales puntos en disputa en la controversia de la Reforma Protestante era el hecho de que la Iglesia Romana admitía a sus miembros a la Eucaristía sólo una vez al año.
·         Irónicamente, la práctica de la Iglesia Romana ahora supera a la de la mayoría de las iglesias "protestantes"; sobre el punto de la comunión frecuente, por lo menos, es Roma la que ha "reformado". Chilton. (p. 477). Días de Retribución.

Nota: Jordan - "Es porque el acto de dar gracias es la diferencia central entre el cristiano y el no cristiano que la liturgia de las iglesias cristianas es llamada la 'Santa Eucaristía'.
·         Eucaristía significa dar gracias.
·         Es la restauración de la verdadera adoración (dar gracias) lo que restaura la obra del hombre (la séxtuple acción en la totalidad de la vida).
·         Esto explica por qué la restauración de la verdadera adoración tiene primacía sobre los esfuerzos culturales". Chilton. (p. 478). Días de Retribución.

Ap. 19.10 (RVR95) Yo me postré a sus pies para adorarlo, pero él me dijo: «¡Mira, no lo hagas! Yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos que mantienen el testimonio de Jesús. ¡Adora a Dios!». (El testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía).
Ap. 19.10 (DHH) Me arrodillé a los pies del ángel, para adorarlo, pero él me dijo: “No hagas eso, pues yo soy siervo de Dios, lo mismo que tú y tus hermanos que siguen fieles al testimonio de Jesús. Adora a Dios.” Pues ese testimonio de Jesús es el que inspira a los profetas.

Nota: Chilton - Suponiendo que Juan no estaba ofreciendo una adoración divina al ángel, sino más bien haciendo una reverencia a un superior, la respuesta del ángel puede entenderse más claramente.
·         Un tema común a través del Libro de Apocalipsis es el de que "todo el pueblo del Señor son profetas" (comp. Num. 11:29).
·         Todos han ascendido a la presencia del Señor, tomando sus lugares en el Concilio celestial alrededor del trono en la Nube de Gloria.
·         Antes de Pentecostés, era apropiado que meros hombres se inclinaran delante de ángeles, pero ya no lo es. "No lo hagas", exclama el ángel: "Yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos que tienen el testimonio de Jesús".
·         El ángel está en nivel de igualdad con Juan y el resto de la comunidad cristiana; por eso, insta a Juan a que adore a Dios, a que "se acerque confiadamente al trono de la gracia" (Heb. 4:16).
·         Chilton. (p. 480). Días de Retribución.


El hijo de Dios sale a la guerra (Ap. 19:11-21)
Ap. 19.11 (RVR95) Entonces vi el cielo abierto, y había un caballo blanco. El que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea.
Ap. 19.11 (DHH) Vi el cielo abierto; y apareció un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, porque con rectitud gobernaba y hacía la guerra.

Nota: Chilton - Ap. 19:11 Esto inicia la sección final de las siete visiones, comenzando cada una con la frase kai eidon, Y vi (Ap. 19:11, 17, 19; Ap. 20:1, 4, 11; Ap. 21:1).
·         Con la revelación de la Santa Eucaristía Juan ve, como no los ha visto antes, los cielos abiertos y, como observa Farrer, "todo intermediario entre él mismo y Cristo desaparece".
·         Es la invitación a la comunión con Cristo que abre los cielos a la Iglesia y revela a su Señor. Chilton. (p.). Días de Retribución.

Nota: Un caballo blanco
Chilton: Juan ve un caballo blanco:
·         El símbolo de la victoria y el dominio de Cristo (Ap. 6:2; comp. Ap. 14:14).
·         Para entender correctamente este pasaje, es importante notar que el que está sentado sobre él se llama “Fiel y Verdadero”:
·         Cristo sale cabalgando hacia la victoria en su carácter de "el testigo fiel y verdadero" (Ap. 3:14), como "el Verbo de Dios" (Ap. 19:13). Chilton. (p.). Días de Retribución.

 Chilton: Juan no está describiendo la Segunda Venida al fin del mundo.
·         Está describiendo el progreso del evangelio a través del mundo, la proclamación universal del mensaje de salvación, que sigue al Primer Advenimiento de Cristo.

Chilton: En justicia, juzga y hace la guerra:
·         Cristo sale cabalgando para combatir en la tierra, sometiéndonos a sí mismo, gobernándonos y defendiéndonos, "restringiendo y conquistando a todos sus enemigos y a todos nuestros enemigos"
·         Como dice el Catecismo Westminster Abreviado (Q. 26), haciendo justicia a través del mundo según la ley de Dios en cumplimiento de las profecías mesiánicas:

Él juzgará a tu pueblo con justicia, y a tus afligidos con juicio. (Sal. 72:2).
Alégrense los cielos, y gócese la tierra; brame el mar y su plenitud; regocíjese el campo, y todo lo que en él está; entonces todos los árboles del bosque rebosarán de contento, delante de Jehová que vino; porque vino a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con su verdad. (Sal. 96:11-13).
No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. (Is. 11:3-4).
He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y éste será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra. (Jer. 23:5-6).  Chilton. (p. 483). Días de Retribución.

Ap. 19.12 (RVR95) Sus ojos eran como llama de fuego, en su cabeza tenía muchas diademas y tenía escrito un nombre que ninguno conocía sino él mismo.
Ap. 19.12 (DHH) Sus ojos brillaban como llamas de fuego, llevaba en la cabeza muchas coronas y tenía un nombre escrito que solamente él conocía.

Nota. Chilton - Ap. 19:12 La figura sobre el caballo blanco:
·         Es la misma que el Hijo del Hombre, el Primero y el Último, el que vive.
·         De la primera visión de Juan, pues sus ojos eran llama de fuego (comp. Ap. 1:14):
·         Él es el Señor omnisapiente, cuyo escrutador escrutinio "puede juzgar los pensamientos y las intenciones del corazón" (Heb. 4:12).
·         Esta majestuosa figura ya es victoriosa, como lo simbolizan las muchas diademas que lleva puestas. Chilton. (n.d.). Días de Retribución.

Nota: Chilton - La chapa de oro sobre la frente del sumo sacerdote llevaba el sagrado nombre del Señor; apropiadamente, después de tomar nota de las muchas diademas sobre la frente de Cristo, Juan ve que Él tiene un nombre escrito.
·         Pero este es un nombre que nadie conoce, excepto Él mismo. ¿Cómo hemos de entender esto?
·         Como vimos en Ap. 2:17, el uso en el Nuevo Testamento de las palabras para conocer (ginosko y oida) está influido por una frase idiomática hebrea, en la cual el verbo conocer aquiere significados relacionados: reconocer, reconocer como propio, y poseer (véase, por ej., Gen. 4:1; Ex. 1:8; Sal. 1:6; Jer. 28:9; Ez. 20:5; Zac. 14:7; Mat. 7:23; Juan 10:4-5; Rom. 8:29; 1 Cor. 8:3; 2 Tim. 2:19).
·         Por eso, el punto en este versículo no es que nadie puede conocer lo que es el nombre (pues, de hecho, como veremos, nosotros sí "conocemos" el nombre, en el sentido cognoscitivo), sino que sólo Él conoce propiamente el nombre; le pertenece sólo a Él.
·         Chilton. (p. 483). Días de Retribución.

Ap. 19.13 (RVR95) Estaba vestido de una ropa teñida en sangre y su nombre es: La Palabra de Dios.
Ap. 19.13 (DHH) Iba vestido con ropa teñida de sangre, y su nombre era: La Palabra de Dios.

Nota: Chilton - Ap. 19:13 La ropa de Cristo manchada de sangre se explica en Ap. 19:15.
·         Claramente, la sangre es la de “los enemigos de Cristo”, las "uvas de la ira";
·         Sin embargo (Ap. 14:20), hay un sentido en el cual la ropa ensangrentada está manchada por el propio sacrificio de Cristo.

·         La visión, también es realmente una alegoría de la encarnación: Sólo en esta parte de Apocalipsis, así como en el prólogo a su evangelio (Juan 1:1, 14), Juan llama a Cristo “el Verbo”, hablando de su pre-existencia y su naturaleza divina, y del hecho de que se hiciera carne, habitando entre nosotros.
·         En el pasaje que tenemos delante, además, tenemos no sólo una alegoría de su encarnación, sino también de su expiación, resurrección, ascensión, y entronización.
·         Esta es no "sólo" la historia del derramamiento de la ira sobre Israel. Es la historia de Jesucristo, el Rey de reyes.
·         Vemos aquí el advenimiento del Hijo del Hombre: Los cielos se abren, y Él desciende a la tierra para combatir a sus enemigos; manchado de sangre, obtiene la victoria.  Chilton. (p. 484). Días de Retribución.

Ap. 19.14 (RVR95) Los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, lo seguían en caballos blancos.
Ap. 19.14 (DHH) Lo seguían los ejércitos del cielo, vestidos de lino fino, blanco y limpio, y montados en caballos blancos.

Nota: Chilton Ap. 19:14 Pero Cristo no está solo en esta victoria.
·         Es seguido por los ejércitos que están en el cielo, los "llamados, elegidos, y fieles" que están con él en la batalla (17:14).
·         Debemos recordar nuevamente que, desde la perspectiva del Nuevo Testamento, la Iglesia está "en el cielo".
o   Somos el tabernáculo de Dios en el cielo (7:15; 12:12; 13:6)
o   Estamos sentados con Cristo en los lugares celestiales (Efe. 2:6),
o   Hemos llegado a la Jerusalén celestial, y a la compañía de muchos millares de ángeles, y a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos (Heb. 12:22-23).
·         Los ejércitos están compuestos de cristianos:
o   que cabalgan sobre caballos blancos,
o   con su Señor en su agresiva y triunfante campaña a través de la tierra,
o   llevando la Palabra de Dios al mundo.
·         Porque los ejércitos del cielo son la Esposa, están vestidos de lino fino, blanco y limpio. Chilton. (p. 484). Días de Retribución.

Ap. 19.15 (RVR95) De su boca sale una espada aguda para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro. Él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.
Ap. 19.15 (DHH) Le salía de la boca una espada afilada, para herir con ella a las naciones. Las gobernará con cetro de hierro. Y él mismo pisará las uvas para sacar el vino de la ira terrible del Dios todopoderoso.

Nota: Chilton - Ap. 19:15 De la boca del Verbo de Dios encarnado sale una espada aguda de dos filos.
·         Juan ha usado esta imagen antes (Ap. 1:16; Ap. 2:16); la espada (especialmente saliendo de la boca) es un claro símbolo bíblico de la poderosa "palabra profética que es creativa y dinámica y hace ocurrir lo que pronuncia. La palabra de un verdadero profeta, como la del jinete, transforma la palabra en acción; la de un falso profeta, como la de la segunda bestia, es inefectiva".  Chilton. (p. 485). Días de Retribución.

Nota: Chilton - Cristo usa la espada del Espíritu para herir a las naciones: Las conquista por medio de su boca.
·         Nuevamente, no es la Segunda Venida lo que es presentado aquí, sino más bien la derrota de las naciones por medio de la palabra desnuda de Cristo.
·         En Mateo 24:29-31, es "inmediatamente después" de la destrucción de Jerusalén que comienza la conversión de las naciones, al enviar Cristo a sus ángeles/ministros por todo el mundo a reunir a los elegidos. Chilton. (p. 485). Días de Retribución.

Ap. 19.16 (RVR95) En su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: Rey de reyes y Señor de señores.
Ap. 19.16 (DHH) En su manto y sobre el muslo llevaba escrito este título: “Rey de reyes y Señor de señores.”

Nota: Chilton Ap. 19:16 Juan ve el título de Cristo, "que nadie conoce sino él mismo" (Ap. 19:12), escrito en su ropa y en su muslo, el lugar en que se lleva la espada (comp. Sal. 45:3).
·         "El título es el fundamento, no el resultado, de la victoria venidera; él conquistará al monstruo y a los reyes porque él ya es Rey de reyes y Señor de señores".
·         Cabalgando en su caballo de guerra, seguido por su ejército de santos, conquista a las naciones con la Palabra de Dios, el evangelio.
·         Esta es una declaración simbólica de esperanza, la seguridad de que la Palabra de Dios resultará victoriosa en todo el mundo, de modo que el gobierno de Cristo será establecido universalmente.
·         Jesucristo será reconocido en todas partes como Rey de reyes, Señor de todos los señores.
·         Desde el principio del Apocalipsis, el mensaje de Cristo a su Iglesia ha sido una orden para vencer, para conquistar (Ap. 2:7, 11, 17, 26-28; Ap. 3:5, 12, 21).
·         Ahora Él asegura a la Iglesia sufriente que, a pesar de la feroz persecución por parte de Israel y de Roma, Él y su pueblo serán de hecho victoriosos sobre todos sus enemigos.

Nota: Chilton - Se requiere que absolutamente todas las naciones sean cristianas, tanto en su capacidad oficial como en el carácter personal de sus ciudadanos individuales.
·         Cualquier nación que no se someta al abarcarte gobierno del Rey Jesús perecerá; todas las naciones serán cristianizadas algún día. Es sólo cuestión de tiempo.
·         Cristo Jesús es el Soberano universal, y será reconocido como tal por toda la tierra, en este mundo así como en el venidero, en el tiempo y en la eternidad.
·         Él ha prometido: "Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra" (Sal. 46:10).
·         El Señor de los ejércitos está con nosotros. Chilton. (p. 489). Días de Retribución.

¡La segunda fiesta!
Ap. 19.17 (RVR95) Vi un ángel que estaba de pie en el sol, y clamó a gran voz diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: «¡Venid y congregaos a la gran cena de Dios!
Ap. 19.17 (DHH) Y vi un ángel que, puesto de pie en el sol, gritaba con fuerza a todas las aves de rapiña que vuelan en medio del cielo: “¡Vengan y reúnanse para la gran cena de Dios,

Nota: Chilton - Ap. 19:17-18 Esta es la segunda de las siete visiones finales, cada una de las cuales comienza con la frase "Y vi"; por eso, aunque ciertamente está relacionada con el tema del tema de la visión anterior, no es simplemente una continuación de ella.
·         Como hemos visto, el capítulo comienza con una fiesta, la cena de bodas del Cordero, la sagrada comida eucarística de la Iglesia delante de su Señor.

·         PERP aquí se proclama otra gran fiesta.

·         El Sol de Justicia ha salido, trayendo salvación en sus alas (Mal. 4:2); pero también trae un ángel que está de pie en el sol (el que gobierna el día, Gen. 1:16), quien invita a todas las aves que vuelan por en medio del cielo, las aves de presa.

·         Hemos visto "en medio del cielo" como el lugar en el cual el águila advirtió que vendrían los ayes (Ap. 8:13), y en el cual invitó a los gobernantes de la tierra a abrazar el evangelio eterno (Ap. 14:6). Chilton. (p. 489). Días de Retribución.

Ap. 19.18 (RVR95) Para que comáis carnes de reyes y capitanes y carnes de fuertes; carnes de caballos y de sus jinetes; carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes».
Ap. 19.18 (DHH) 18 para que coman carne de reyes, de jefes militares y de hombres valientes, carne de caballos y de sus jinetes, carne de todos: de libres y de esclavos, de pequeños y de grandes!”

Nota: Chilton - Ahora el ángel invita a las águilas a la gran cena de Dios, donde pueden saciarse de la carne de los enemigos de Cristo: la carne de los reyes, la carne de caballos y de sus jinetes, y la carne de todos los hombres, libres y esclavos, pequeños y grandes.
·         Notamos en Ap. 8:13 que una maldición básica del pacto es la de ser comido por las aves de presa (Mat. 24:28), y ya no hay nadie que pueda espantar a los carroñeros (comp. Ap. 15:11; Deut. 28:26). Chilton. (n.d.). Días de Retribución.


Nota: Chilton - El lenguaje de Juan ha sido tomado prestado de la invitación de Dios, por medio de Ezequiel, a las "aves de toda especie y a toda fiera del campo" a devorar los cadáveres de sus enemigos, los ejércitos de los paganos que habían hecho guerra contra Israel:
Juntaos, y venid; reuníos de todas partes a mi víctima que sacrifico para vosotros, un sacrificio grande sobre los montes de Israel; y comeréis carne y beberéis sangre. Comeréis carne de fuertes, y beberéis sangre de príncipes de la tierra; de carneros, de corderos, de machos cabríos, de bueyes y de toros, engordados todos en Basán. Comeréis grosura hasta saciaros, y beberéis hasta embriagaros de sangre de las víctimas que para vosotros sacrifiqué. Y os saciaréis sobre mi mesa, de caballos y de jinetes fuertes y de todos los hombres de guerra, dice Jehová el Señor. (Ez. 39:17-20).

El significado es claro: Las naciones que rehusen someterse al señorío de Cristo, como se ordena en Salmos 2, serán destruídas completamente. Chilton. (p. 490). Días de Retribución.

Ap. 19.19 (RVR95) Vi a la bestia y a los reyes de la tierra y sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo y contra su ejército.
Ap. 19.19 (DHH) Vi al monstruo y a los reyes del mundo con sus ejércitos, que se habían reunido para pelear contra el que montaba aquel caballo y contra su ejército.

Nota: Chilton - Ap. 19:19-21 La tercera visión en esta sección, marcada nuevamente por las palabras: "Y vi", revela la derrota de Leviatán y de Behemot en su guerra contra el reino de Cristo:
·         Las dos bestias son apresadas y arrojadas vivas en el lago de fuego, el lavatorio ardiente (comp. Ap. 15:2), que arde con azufre.
·         La imagen ha sido tomada prestada del relato de (1) la destrucción de Sodoma y Gomorra ("fuego y azufre"), (2) y el relato de los rebeldes Coré, Datán, y Abiram, los que, con todas sus familias, fueron tragados por la boca de la tierra:
·         "Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación" (Num. 16:31-33). Chilton. (p. 491). Días de Retribución.

Ap. 19.20 (RVR95) La bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre.
Ap. 19.20 (DHH) El monstruo fue apresado, junto con el falso profeta que había hecho señales milagrosas en su presencia. Por medio de esas señales, el falso profeta había engañado a los que se dejaron poner la marca del monstruo y adoraron su imagen. Entonces el monstruo y el falso profeta fueron arrojados vivos al lago de fuego donde arde el azufre.

Nota: Chilton - Por lo tanto, lo que Juan quiere NO es proporcionar una detallada escatología de la bestia y del falso profeta; todavía menos intenta describir la caída de Roma en el año 410 o el 476.
·         Más bien, el lago de fuego es su descripción simbólica de la completa derrota y destrucción de estos enemigos en su intento de apoderarse del reino:
·         La perversas personificaciones de la Roma pagana y del Israel apóstata están arruinadas y derribadas.
·          Roma, como Sodoma, es destruída por el fuego y el azufre; los falsos profetas de Israel, Coré, Datán, y Abiram, son tragados vivos. Chilton. (p. 491). Días de Retribución.

Ap. 19.21 (RVR95) Los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos.
Ap. 19.21 (DHH) Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves de rapiña se hartaron de la carne de ellos.

Nota: Chilton - el resto de los seguidores de la bestia - los reyes de la tierra - son muertos por la espada que había salido de la boca del que estaba sentado sobre el caballo.
·         El mensaje del evangelio, la Palabra-espada del Espíritu, sale de la boca de Cristo y destruye a sus enemigos convirtiéndolos, partiendo en pedazos sus almas y sus espíritus, sus coyunturas y sus tuétanos, juzgando los pensamientos y las intenciones de sus corazones.
·         Las bestias son perdedoras por partida doble: No solamente son derrotadas, sino que las mismas naciones que ellas guiaban en su batalla contra Cristo son conquistadas por su victoriosa Palabra. Chilton. (p. 492). Días de Retribución.


Nota: Chilton - En el peor de los casos, Leviatán, Behemot, y sus conspiradores no pudieron hacer más que cumplir los decretos del Dios soberano (Ap. 17:7).
·         Él ordenó cada uno de los movimientos de ellos, y ha ordenado su destrucción.
·         La naciones se aíran, pero Dios ríe: Ya Él ha puesto su Rey sobre su santo monte, y todas las naciones serán regidas por Él (Sal. 2).
·         Toda potestad le es dada a Cristo en el cielo y en la tierra (Mat. 28:18); como cantaba Martín Lutero: "Él tiene que ganar la batalla".
·         Al progresar el evangelio a través del mundo, obtendrá más y más victorias, hasta que todos los reinos del mundo vengan a ser los reinos de nuestro Señor y de su Cristo; y Él reinará por los siglos de los siglos.
·         No debemos ceder al enemigo ni una sola pulgada cuadrada de terreno ni en el cielo ni en la tierra.
·         Cristo y su ejército cabalgan hacia adelante, conquistando y para conquistar, y por medio de Él, nosotros heredaremos todas las cosas. Chilton. (p. 492). Días de Retribución.

Fin de Estudio: Ap. 19:1-21 Las dos fiestas del reino

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