Resolución de Conflictos Bíblica-mente.
Siempre hay conflictos en el mundo y también en la iglesia. Somos pecadores y pecamos, ofendimos y
estamos ofendidos, desprecias otras y estamos despreciados por otras. Somos
humanos, los cristianos están redimidos,
pero no santificados. Por esto hay conflictos, ¿que
hacemos?
Aquí hay
algunos pasos que debemos recordar para que vivíamos en
paz.
Comenzamos con la enseñanza de
Jesús.
La enseñanza de
Jesús:
Punto 1. Si hemos
ofendido alguien, ¡es nuestra responsabilidad a
ir a ellos!
Mateo 5:23–24
(NBLH)
23 “Por
tanto, si estás presentando tu ofrenda en
el altar, y allí te acuerdas que tu
hermano tiene algo contra ti, 24 deja tu ofrenda allí delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y
presenta tu ofrenda.
Punto 2. ¡Si estamos ofendidos por otras, también es nuestra responsabilidad a ir a
ellos!
Mateo
18:15 (NBLH)
15 “Si tu
hermano peca, ve y repréndelo
a solas; si te escucha, has ganado a tu hermano.
Una
cosa muy importante: No importa la situación
(ofensor u ofendido), usted tiene que hacer el primer paso. ¡No puede
espera que el otra (ofensor u ofendidos) hace el primer paso a reconciliación!
La enseñanza de
Pablo.
Romanos
12:18 (NBLH)
18 Si es posible, en cuanto de ustedes dependa, estén en paz con todos los hombres.
Punto
importante: ¿Cómo vivimos en paz?
¡Perdonándonos unos a otros!
Ahora
está bien: Hay paz,
pero si el hermano hace lo mismo cosa otra vez, ¿qué hacemos?
Lucas
17:3–4 (NBLH)
3 “¡Tengan
cuidado! Si tu hermano peca, repréndelo;
y si se arrepiente, perdónalo.
4 “Y si peca contra ti siete veces al día,
y vuelve a ti siete veces, diciendo: ‘Me
arrepiento,’ perdónalo.”
El
punto: Jesús
quiere que seguimos perdonado las ofensas de los hermanos.
Cuándo alcanzamos esto
punto, casi siempre los verdaderos creyentes van reestablecer la paz verdadero,
basados sobre:
1.
La verdad (reconociendo su parte en la ofensa),
2.
La confesión (arrepentimiento
de su parte en la ofensa), y
3.
El perdón
(perdonado el ofensor o pidiendo perdón).
Punto
3. Si el hermano, todavía no quiere reconocer su pecado y
arrepentir, o no quiere perdonarte, ¿qué hacemos?
¡Iremos a él, junto con otro!
Mateo 18:16 (NBLH)
16 “Pero si
no te escucha, lleva contigo a uno o a dos más, para
que TODA PALABRA SEA CONFIRMADA POR BOCA DE DOS O TRES TESTIGOS.
Recuerda: El propósito siempre
es la restauración de la relación.
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