Nota: Sproul dice que:
El anuncio del
séptimo sello se retrasa dramáticamente, mientras
que los santos reciben la seguridad de que Dios los conoce y los protege en
medio de las calamidades descritas en el cap. 6 (Ap. 6:12-17) Sproul (2005)
The Reformation Study Bible
Nota: Gentry comenta que:
A medida que
aumenta la ira del Cordero contra los judíos registrada en Apocalipsis, somos
testigos de una sorprendente pausa en el horroroso drama. Cuatro ángeles
detienen el viento de "la tierra",
es decir, de Israel (Ap.
7:1–3). Este acto es una imagen simbólica. …... ¡Los ángeles no están reteniendo vientos literales, sino los vientos
de la destrucción! (cf. Jer.
49: 36–37; 51:1–2). Los primeros seis sellos
representan la primera etapa de la guerra judía, en la que Vespasiano
se abrió paso a través de Galilea hacia Jerusalén. Pero
antes de que tenga la oportunidad de asediar Jerusalén, la acción se
detiene cuando estos ángeles sellan a los 144,000
de las doce tribus de Israel (Ap. 7:3). Gentry (1998). Una visión preterista de la
revelación. En Cuatro puntos de vista sobre el libro de Apocalipsis
(p. 56).
Nota: Chilton en su comentario “Días de Retribución”
dice que:
Las dos visiones de este capítulo (Ap. 7:1-8 y Ap. 7:9-17) son todavía parte del
sexto sello, y proporcionan una solución al problema de la caída de Israel. Y,
sin embargo, también forman un intervalo o entreacto, un período de tardanza entre el sexto y el séptimo
sellos,
que sirve para realzar el sentido de espera de la cual se quejan los santos en Ap. 6:10, puesto que esta sección es en parte la divina
respuesta a su oración.
Antes de la caída de Jerusalén, el
cristianismo estaba mayormente identificado con Israel, y los futuros de los
dos estaban interconectados. Los cristianos no eran separatistas; se
consideraban a sí mismos los verdaderos herederos de Abraham y de Moisés, y a
su religión como el cumplimiento de todas las promesas hechas a los padres. Que la iglesia existiera separada por completo de
la nacionalidad israelita y de la Tierra Santa era virtualmente inimaginable.
Por eso, si la ira de Dios hubiera de
ser desatada sobre Israel con toda la furia no diluida presentada en el sexto
sello, trayendo la re-creación del cielo y de la tierra y la aniquilación de la
humanidad,
·
¿qué sería de la iglesia?
·
¿Qué ocurriría con los
fieles que se encontrasen en medio de una civilización que se derrumbaba?
·
¿Sería destruido el
remanente creyente en la conflagración venidera junto con los enemigos de la fe?
La respuesta dada en estas visiones es
que "no nos ha puesto
Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor
Jesucristo"
(1 Tes. 5:9).
La iglesia será preservada. En
realidad, en términos del juicio venidero sobre Israel, el Señor había dado
instrucciones explícitas sobre cómo escapar de la Tribulación (Mat. 24:15-25; Mar.
13:14-23; Luc. 21:20-24) Chilton. Días de Retribución.
Mateo 24.15–25 (NTV) “Llegará el día
cuando verán de lo que habló el profeta Daniel: el objeto sacrílego que causa
profanación de pie en el Lugar Santo. (Lector, ¡presta atención!). 16 Entonces los que estén en Judea huyan a las colinas. 17 La persona que esté en
la azotea no baje a la casa para empacar. 18 La persona que esté en el campo no regrese ni para buscar
un abrigo.
19 ¡Qué terribles serán esos días para las mujeres embarazadas y para las
madres que amamantan! 20 Y oren
para que la huída no sea en invierno o en día de descanso. 21 Pues habrá más
angustia que en cualquier otro momento desde el principio del mundo. Y jamás
habrá una angustia tan grande. 22 De hecho, a menos que se acorte ese tiempo de
calamidad, ni una sola persona sobrevivirá; pero se acortará por el bien de los
elegidos de Dios. 23 “Entonces, si
alguien les dice: “Miren, aquí está el Mesías” o “Allí está”, no lo crean. 24 Pues
se levantarán falsos mesías y falsos profetas y realizarán grandes señales y
milagros para engañar, de ser posible, aun a los elegidos de Dios. 25 Miren, que les he advertido esto de antemano.
Marcos 13.14–23 (NTV) “Llegará el día
cuando verán el objeto sacrílego que causa profanación de pie en un lugar donde
él no debe estar. (Lector, ¡presta atención!). Entonces los que estén en Judea huyan a las colinas. 15 La persona que esté en
la azotea no baje a la casa para empacar. 16 El que esté en el campo no regrese ni para buscar un abrigo. 17 ¡Qué terribles serán
esos días para las mujeres embarazadas y para las madres que amamantan! 18 Y oren para que la huída no sea en invierno. 19 Pues habrá más
angustia en esos días que en cualquier otro momento desde que Dios creó al
mundo. Y jamás habrá una angustia tan grande. 20 De hecho, a menos que el Señor
acorte ese tiempo de calamidad, ni una sola persona sobrevivirá; pero por el
bien de los elegidos, él ha acortado esos días. 21 “Entonces, si alguien les dice: “Miren, aquí
está el Mesías” o “Allí está”, no lo crean. 22 Pues se levantarán falsos mesías
y falsos profetas y realizarán señales y milagros para engañar, de ser posible,
aun a los elegidos de Dios. 23 ¡Tengan
cuidado! ¡Les he advertido esto de antemano!
Lucas 21.20–24 (NTV) “Cuando vean
a Jerusalén rodeada de ejércitos,
entonces sabrán que ha llegado el tiempo de su destrucción. 21 Entonces los que estén en Judea huyan a las colinas. Los que estén en
Jerusalén deben salir, y los que
estén en el campo no deben volver a la ciudad. 22 Pues serán días de la venganza de Dios, y
las palabras proféticas de las Escrituras se cumplirán. 23 Que terribles serán
esos días para las mujeres embarazadas y para las madres que amamantan. Pues
habrá desastre en la tierra y gran enojo contra este pueblo. 24 Los matarán a
espada o serán enviados cautivos a todas las naciones del mundo. Y Jerusalén
será pisoteada por los gentiles hasta que el tiempo de los gentiles llegue a su
fin.
Nota: Chilton comenta que: Los cristianos que vivían en Jerusalén obedecieron
la amonestación profética, y fueron preservados:
Marcellus Kik señaló en su estudio de Mateo 24:
"Una de las
cosas más notables acerca del sitio de Jerusalén fue el milagroso escape de los
cristianos. Se ha calculado que más de un millón de judíos perdieron
la vida en aquel terrible sitio, pero ninguno de ellos era cristiano. Esto lo
indicó nuestro Señor en Mat.
24:13: “Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo”. Que “el fin” de que Él hablaba no era la terminación de
la vida de los cristianos, sino el fin de Jerusalén,
es evidente según el contexto.
Inmediatamente
después de este versículo, Jesús continúa relatando el momento exacto del fin. Los cristianos que vivieran hasta el fin serían salvados de
la terrible tribulación. Cristo indica también el momento en que los
cristianos debían huir de la ciudad para que pudieran salvarse de su
destrucción. Esto queda verificado en un pasaje paralelo (Lucas 21:18): 'Pero ni un cabello de vuestra
cabeza perecerá'. En otras palabras, durante la desolación de
Jerusalén, los cristianos quedarían indemnes,
aunque en el período anterior a esto algunos perdieron la vida a causa de la
persecución". Chilton. Días de Retribución.
Nota: Este “pausa” entre Ap. 6 y Ap. 8, el sexto sello y el
séptimo sello dio los cristinos en Juda y Jerusalén, tiempo a escapar de Jerusalén [perdida]
según las previas instrucciones de Jesús.
Ap.
7.1 (RVR95) Después de esto vi cuatro ángeles de pie
sobre los cuatro ángulos de la tierra, deteniendo los cuatro vientos de la tierra para que no soplara viento alguno
sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre árbol alguno.
Ap.
7.1 (DHH) Después de esto, vi
cuatro ángeles que estaban en pie
sobre los cuatro puntos cardinales, deteniendo los
cuatro vientos para que no soplaran sobre la
tierra ni sobre el mar ni sobre
ningún árbol.
Nota: Terry dice:
Los terrores del
sexto sello se adaptaron al horror y dejaron a Juan en un hechizo de asombro y
confusión. Las escenas que siguieron fueron de una naturaleza para componerlo y
animarlo. El contenido de este séptimo capítulo es, de hecho, una respuesta a
la pregunta con la que termina el sexto capítulo, "¿Quién puede resistir?". Estamos seguros
de que los juicios terribles inminentes no dañarán a aquellos a quienes Dios
sella como sus criados propios. Terry (1898). Apocalipsis Bíblicos.
(p. 334).
Nota: “Los cuatro
vientos” (Jer. 49:36) de la tierra representan el ejercito
romano (con sus aliados) contra la cuidad de Jerusalén.
Jeremías 49.36 (NVI) Voy a
desatar contra Elam los cuatro vientos desde los cuatro confines de la tierra. Los voy a esparcir por los cuatro vientos, y no quedará nación alguna
adonde no lleguen sus desterrados.
Nota: Terry dice que: Los vientos son los mensajeros y agentes de Dios para
ejecutar su voluntad (Salmo 104: 4; Heb. 1:7),
y los cuatro puntos de la brújula se llaman apropiadamente los cuatro rincones
de la tierra. Terry (1898). Apocalipsis bíblicos: un estudio (p.
335).
Nota: Chilton dice que: Juan ve cuatro ángeles de pie en los cuatro ángulos de la
tierra, mensajeros divinos a los cuales se les
concedió poder para dañar la tierra y el mar; y sin embargo, aquí
están deteniendo los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase ningún
viento sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol. Aunque la tierra
y el mar están en caso genitivo, árbol está en acusativo, indicando que Juan
desea llamar la atención a él. A través de la Biblia, los árboles son imágenes de
hombres (Jud. 9:8-15). En particular, son símbolos de los justos (Ex. 15:17; Sal. 1:3; 92:12-14;
Isa. 61:3; Jer. 17:5-8). Chilton. Días de Retribución.
Nota: Chilton dice que: En la Escritura, el viento se
usa en relación con la venida de Dios y la acción de sus ángeles, bien en
bendición, o en maldición (Comp. Gen. 8:1; 41:27; Ex. 10:13, 19;
14:21; 15:10; Num. 11:31; Sal. 18:10; 104:3-4; 107:25; 135:7; 147:18; 148:8;
Juan 3:8; Hech. 2:2). En este caso, el ángel habla del “sirocco”, el cálido viento del desierto que
achicharra la vegetación, como figura del ardiente juicio de Dios sobre los
impíos (comp. Ap. 16:9,
y contrástese con Ap. 7:16):
Aunque él
fructifique entre los hermanos, vendrá el solano,
viento de Jehová; se levantará desde el desierto, y se secará su manantial, y
se agotará su fuente; él saqueará el tesoro de todas sus preciosas alhajas.
Samaria será asolada, porque se rebeló contra su Dios; caerán a espada; sus
niños serán estrellados, y sus mujeres encintas serán abiertas. (Oseas 13:15-16). Chilton.
Dias de Retribucion.
Nota: Chilton comenta que: Los cuatro ángeles están
deteniendo el juicio en obediencia a la orden de otro ángel, al cual
Juan ve ascendiendo desde el nacimiento del sol, de
donde tradicionalmente han venido las acciones de Dios en la historia (comp. Isa. 41:1-4, 25;
46:11; Eze. 43:1-3). Chilton.
Días de Retribución.
Ap.
7.2-3 (RVR95) Vi también otro ángel, que subía desde
donde sale el sol y que tenía el sello del Dios vivo.
Clamó a gran voz a los cuatro ángeles a quienes se les había dado el poder de
hacer daño a la tierra y al mar, 3 diciendo: «No hagáis daño a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de
nuestro Dios».
Ap.
7.2-3 (DHH) También vi otro ángel que venía del
oriente, y que tenía el sello del Dios viviente.
Este ángel gritó con fuerte voz a los otros cuatro que habían recibido poder
para hacer daño a la tierra y al mar: 3 “¡No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, mientras no hayamos puesto un sello en la frente a los
siervos de nuestro Dios!”
Nota: ¡Los cuatro ángeles (con
el poder de hacer guerra), están mandado a espera mientas los siervos de Dios
reciben el sello de Dios en la frente! Ap. 9.4
Ap. 9.4 (NVI) Se les ordenó que no dañaran la
hierba de la tierra, ni ninguna planta ni ningún árbol, sino sólo
a las personas que no llevaran en la frente el sello de Dios.
Nota: El sello de Dios – “El
nombre del Cordero y de su Padre”. Ap. 14.1
Ap. 14.1 (NVI)
Luego miré, y apareció el Cordero. Estaba de pie sobre el monte Sión, en compañía de ciento cuarenta y cuatro mil personas que
llevaban escrito en la frente el nombre del Cordero y de su Padre.
Nota: En Ezequiel los que llevan
“una señal” o “un sello” son los que han arrepentido y lamenten de sus pecados,
los que van a ser salvados. Ezequiel
9.4
Ezequiel 9.4 (NVI) “y le dijo: «Recorre la ciudad de Jerusalén, y coloca una señal en la frente de quienes giman y hagan
lamentación por todos los actos detestables que se cometen en la ciudad.»
Nota: Terry dice que: El sello del Dios viviente se
concibe aquí como una especie de anillo de sello por el cual el nombre de Dios
y el Cordero (Ap. 14:1) debía estamparse en
la frente de sus siervos (Ap. 7:3; Ap. 9:4) Terry
(1898). Apocalipsis bíblicos: un estudio (p. 336).
Nota: Terry dice que: Esta imagen de sellar a los siervos de Dios en vista de
las inminentes calamidades fue tomada de Ezek. 9:4, donde un ángel es comisionado para "pasar por medio de Jerusalén, y poner una marca en la frente
de los hombres que suspiran y que lloran por todas las abominaciones que
se hacen en medio de ella". Esta marca fue para salvar ellos de la masacre a punto
de ser ejecutados por los culpables. De manera similar, la marca de la sangre del cordero pascual en las viviendas de Israel apartó al ángel destructor
de la puerta (Ex. 12:7, 13).
Terry (1898). Apocalipsis bíblicos: un estudio (p. 336).
Nota: Chilton dice (sobre el otro ángel): Este ángel viene como
representante de Cristo, la salida del sol desde lo alto, que nos ha visitado (Luc. 1:78), “el Sol de justicia” que se ha levantado llevando
sanidad en sus alas (Mal.
4:2; compra con Efe.
5:14; 2 Ped. 1:19).
Posee el
espíritu sin medida (Juan
3:34), el sello del Dios viviente, con el
cual identifica al pueblo de su propia posesión, y por cuyas órdenes
los juicios sobre la tierra no son plenamente derramados hasta que nosotros -
Cristo y sus mensajeros - hayan sellado a los
siervos de nuestro Dios en sus frentes: El Sello del Espíritu (Efe. 1:13; 4:30) es
aplicado a los justos antes de que los sellos de la ira sean aplicados a los
impíos; Pentecostés
precede al Holocausto. Chilton.
Días de Retribución.
Nota: Gentry dice que: El número 144,000, como la mayoría de los comentaristas
está de acuerdo, es seguramente simbólico. De hecho, en Apocalipsis, miles
perfectamente redondeados parecen ser simbólicos. Diez es el número de
perfección cuantitativa, y mil es el cubo de diez.
Con frecuencia,
la Escritura usa el número 1,000 como un valor simbólico, no expresa una
enumeración literal (Ex.
20:6; Deut. 11; 7:9; 32:30; Jos. 23:10; Job 9: 3; Salmo 50:10; 84:10; 90:4;
105:8; Ec. 7:28; Isa. 7:23; 30:17; 60:22; 2 Pedro 3: 8). Además, en este
libro altamente simbólico debemos notar que exactamente 12,000 personas
provienen de cada una de las doce tribus. Pero, ¿qué
simboliza el número? y ¿quiénes son esas
personas? ¿Cuál es el significado de este
episodio?
Para evaluar
adecuadamente estas preguntas, debemos tener en cuenta los siguientes hechos:
(1) Los eventos están ocurriendo en el primer siglo, como
John claramente lo exige (Ap.
1:1, 3; 22:6, 10).
(2) Los juicios caen sobre Israel y avanzan hacia Jerusalén (Ap .1:7).
(3) El cristianismo apostólico tendió a centrarse en Jerusalén (cf.
Hechos 1:4, 8; 18:21; 20:16;
24:11).
(4) Juan considera a los judíos no cristianos como "los
llamados judíos" y miembros de la "sinagoga de Satanás" (Ap. 2: 9; 3: 9; cf. Juan 8:31-47).
Por lo tanto,
estos “siervos de Dios” de las “doce tribus de Israel” (Ap. 7:4–8) son judíos raciales que aceptan al
Cordero de Dios para salvación (luego aparecen con él en el Monte Sión, Ap. 14:1– 5) Cuando
comparamos su número específicamente definido (144,000) con la "gran multitud que nadie podía contar" (Ap. 7:9), es relativamente
pequeño. Pero son un número perfecto, especialmente amados por Dios y
pertenecientes a él (son verdaderos judíos, el remanente; ver Rom. 2:28–29; 9:6, 27; 11:5).
Por lo tanto, el Señor
coloca su sello (espiritual) sobre ellos (Ap. 7:3; cf. 2 Cor. 1:22; Ef. 1:13; 4:30; 2 Tim. 2:19).
En cierto sentido, su sellado es la respuesta a la pregunta: "¿Quién puede resistir?"
(Ap. 6:17). La
respuesta: solo aquellos a quienes Dios protege,
precisamente según el trasfondo del Antiguo Testamento (Ezeq. 9:4–9).
En otras
palabras, antes de que la guerra judía alcance y abrume a Jerusalén, Dios
provoca providencialmente un breve cese de hostilidades, permitiendo que los
cristianos judíos en Judea escapen (como lo insta Jesús en Mateo 24: 16–22). Esto sucedió cuando el emperador Nerón se suicidó
(68 d. C.), lo que provocó que los generales romanos Vespasiano y Tito
dejaran de operar y se retiraran durante un año debido a la agitación en Roma.
Sabemos por los padres de la iglesia Eusebio y Epifanio que los cristianos huyeron a Pella antes de que la guerra
abrumara a Jerusalén (Eusebio,
Eccl. Hist. 3.5.3; Epifanio, Herejías 29.7). Gentry, K.
L., Jr. (1998). Una visión preterista de la revelación. En Cuatro puntos
de vista sobre el libro de Apocalipsis (pp. 56–57).
Nota: Chilton: En el mundo bíblico, el sello significaba: una
transferencia de autoridad y poder, una garantía de protección, y una marca de
propiedad (comp. 2
Cor. 1:21-22; 2 Tim. 2:19).
El antecedente
original para las imágenes de Juan es Ezequiel 9:1-7, que muestra a Dios encargando a los verdugos que
destruyan a cada uno en la ciudad de Jerusalén; los
primeros en ser muertos son “los ancianos” en el templo.
Sin embargo,
primero encarga a otro ángel que "pase por en
medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y ponerles una señal en la
frente a los hombres que gimen y que claman a causa de todas las
abominaciones que se hacen en medio de ella" (v. 4).
Los piadosos son
marcados para protegerlos, para que los apóstatas de Jerusalén pueden ser destruidos.
Chilton. Días de Retribución.
Nota: Terry: "El propósito del sellamiento era preservar
el verdadero Israel de Dios como simiente santa. El propósito no era
salvarles de la tribulación, sino preservarles en
medio de la gran tribulación que estaba a punto de venir, y
glorificarles por ello. Aunque el antiguo Israel sea desechado, un nuevo y
santo Israel ha de ser escogido y sellado con el Espíritu y con el Dios
viviente" Milton Terry, Apocalipsis bíblicos: un estudio de las
revelaciones más notables de Dios y de Cristo en las Escrituras canónicas
(1898), p. 336.
Ap.
7.4 (RVR95) Y oí el número
de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados
de todas las tribus de los hijos de Israel.
Ap.
7.4 (DHH) Y oí el número de
los que así fueron señalados: ciento cuarenta y cuatro
mil de entre todas las tribus israelitas.
Nota: Juan escucha el número de los redimidos, los sellados por Dios, después
más adelante Juan vio la gran multitud. Ap. 7.9
Nota: Chilton dice: El
número de los que fueron sellados: Ciento cuarenta y
cuatro mil de todas las tribus de los hijos de Israel, doce mil de cada una de
las doce tribus. El número de 144.000 es obviamente simbólico:
doce (el número de Israel) al cuadrado, multiplicado luego por 1000 (diez y sus
múltiplos, que simbolizan muchos; comp. Deut. 1:11; 7:9; Sal. 50:10; 68:17; 84:10; 90:4). Chilton.
Días de Retribución.
Nota: Gentry dice sobre los 144,000: Debemos
tener en cuenta los siguientes hechos:
(1) Los eventos están ocurriendo en el primer siglo, como
John claramente lo exige (Ap.
1:1, 3; 22 6, 10).
(2) Los juicios caen sobre Israel y avanzan hacia Jerusalén
(3) El cristianismo apostólico tendió a centrarse en Jerusalén (cf.
Hechos 1:4, 8; 18:21; 20:16;
24:11).
(4) Juan considera a los judíos no cristianos como "los
llamados judíos" y miembros de la "sinagoga de Satanás" (Ap. 2: 9; 3: 9; Juan 8:31-47).
Gentry (1998). A
Preterist View of Revelation en Four Views on the Book of Revelation (p.
56).
Nota: Chilton: Juan nos presenta el Israel
ideal, el Israel como debió ser, en toda su perfección, simetría, y plenitud;
el santo Ejército de Dios, formado para el combate de acuerdo con sus millares
(1 Cron. 4-7).
El "millar" era la división militar básica en el
campamento de Israel (Num.
10:2-4, 35-36; 31:1-5; 48-54; 2 Sam 18:1; 1 Cron. 12:20; 13:1; 15:25; 26:26;
27:1; 28:1; 29:6; 2 Cron. 1:2; 17:14-19; Sal. 68:17).
Este es el
significado de la famosa profecía de Miqueas sobre la Natividad: “Aunque Belén es demasiado pequeña para ser contada
"entre los millares de Judá", demasiado insignificante
para ser considerada seriamente en la estrategia militar de la nación, "de tí me saldrá el que será Señor en Israel",
el Rey que establecerá la justicia y la paz de Dios hasta los confines de la
tierra (Miq. 5:1-15).
Es en términos
de estas imágenes bíblicas que Juan escucha gritar los nombres de las tribus: Juan está escuchando el pase de lista de las huestes del
Señor. En este caso, cada una de las tribus puede poner en el campo
de batalla doce divisiones completas, un ejército numéricamente perfecto de
144.000 soldados del Señor. Chilton. Días de Retribución.
Nota: Milton Terry,
"un cuadro apocalíptico de aquella 'simiente
santa' de la que habla Isaías en Isaías 6:13 - el remanente superviviente que estaba destinado a
permanecer como el tocón de un roble caído después de que las ciudades hubieran
sido devastadas y la tierra hubiese quedado desolada - aquel 'remanente de Jacob', que había de ser preservado
de 'la consumación ya determinada en medio de la
tierra' (Is. 10:21-23). Es el mismo 'remanente escogido por gracia' del cual habla Pablo en Rom. 9:27-28; 11:5.
Dios no destruirá a Jerusalén, ni dejará
desolados los que una vez fueron lugares santos, sin que primero escoja y selle
un número selecto como el principio de un nuevo Israel. La primera iglesia
cristiana fue formada de siervos de Dios escogidos de 'las doce tribus de la dispersión' (Sant. 1:1), y el
fin de la era judía no habría de llegar sino hasta que, por el ministerio de
los apóstoles cristianos judíos y los profetas, el
evangelio del reino hubiese sido predicado en el mundo entero por testimonio a
todas las naciones (Mat. 24:14)". Milton Terry, Apocalipsis bíblicos:
(1898), p. 341.
Nota: Chilton: Juan
consuela a sus lectores: El juicio seguramente será derramado sobre los
apóstatas del Antiguo Pacto, pero la iglesia misma
no está en peligro. En realidad, el pueblo del verdadero pacto está
a salvo, íntegro, y completo. Aunque Dios está a
punto de destruir a Jerusalén, aniquilando hasta el último vestigio del orden
mundial y el sistema de culto del Antiguo Pacto, Israel perdura.
Las promesas del pacto hechas a Abraham, Isaac, y Jacob no son puestas en
peligro en lo más mínimo. De hecho, el derramamiento de la ira de Dios en la
destrucción de Jerusalén sólo servirá para revelar al verdadero Israel en una
gloria mayor que nunca antes. Jerusalén es saqueada y quemada, sus
habitantes muertos y dispersados; pero Israel - todo su pueblo, en todas las
tribus - es sellado y salvado. Chilton.
Dias de Retribucion.
Nota: Rushdoony comenta que: "Por esto,
el juicio no es sólo el otro lado de la moneda de la salvación, sino también un acto de gracia y misericordia hacia el pueblo
de Dios. Por devastadora que fuera a ser la caída de Jerusalén para el
remanente fiel, sin esa caída no habría quedado ningún remanente". Rushdoony,
Salvation and Godly Rule p. 141.
Ap.
7.5-8 (RVR95) De la tribu de
Judá, doce mil sellados. De la tribu de Rubén, doce mil. De la tribu
de Gad, doce mil. 6 De
la tribu de Aser, doce mil. De la tribu de Neftalí, doce mil. De la tribu de Manasés,
doce mil. 7 De la tribu de Simeón, doce mil. De la tribu de Leví, doce mil. De
la tribu de Isacar, doce mil. 8 De la tribu de Zabulón, doce mil. De la tribu
de José, doce mil. De la tribu de Benjamín, doce mil sellados.
Ap.
7.5-8 (DHH) Fueron señalados doce mil de la tribu de Judá, doce mil de la tribu de Rubén, doce mil de la tribu de Gad, 6 doce mil de la tribu de Aser,
doce mil de la tribu de Neftalí, doce mil de la tribu de Manasés, 7 doce mil de la tribu de Simeón, doce mil de la tribu de Leví, doce mil de la tribu de Isacar, 8 doce mil de la tribu de Zabulón, doce mil de la tribu de José y doce mil de la tribu de Benjamín.
Nota: Terry: Aquí se escriben doce nombres según la manera y el espíritu en que
las doce tribus se enumeran a menudo en el Antiguo Testamento. Gen. 46; Exod. 1:1–4; Num.. 1 y
13; Ezek 48. No debe asignarse un significado especial a los nombres o
al orden en que aparecen. Judá se colocó naturalmente en primer lugar, como el
gran líder y príncipe de quien surgió la "Raíz de David" (Ap. 5:5), y Benjamín es el
último en ser nombrado porque era el más joven. Terry (1898). Apocalípticos
bíblicos: (p. 337).
Nota: Terry: Los ciento cuarenta y cuatro mil
hasta ahora se presentan a nuestro pensamiento solo como sellados de Dios y
numerados. El propósito del sellado era, al menos en parte, preservarlos de los
juicios a punto de caer sobre la tierra. Terry (1898). Apocalípticos
bíblicos: (p. 337).
Nota: Gentry dice: Por lo tanto, estos "siervos de Dios" de las "doce tribus de Israel" (Ap. 7:4–8) son judíos raciales que aceptan al
Cordero de Dios para salvación. Cuando comparamos su número específicamente
definido (144,000) con la "gran multitud que
nadie podía contar" (Ap. 7:9), es relativamente pequeño. Pero son un número
perfecto, especialmente amados por Dios y pertenecientes a él (son verdaderos
judíos, el remanente; ver Rom.
2:28–29; 9:6, 27; 11:5). Por lo tanto, el Señor coloca su sello
(espiritual) sobre ellos (Ap.
7:3; cf. 2 Cor. 1:22; Ef. 1:13; 4:30; 2 Tim. 2:19).
En cierto sentido,
su sellado es la respuesta a la pregunta: "¿Quién
puede resistir?" (Apo. 6:17). La respuesta: solo
aquellos a quienes Dios protege, precisamente según el trasfondo del Antiguo
Testamento (Ezequiel 9: 4–9).
Gentry (1998). Una visión preterista del Apocalipsis: cuatro puntos
de vista sobre el libro del Apocalipsis (págs. 56–57).
Ap. 7.9 (RVR95) Después de
esto miré, y vi una gran multitud, la
cual nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas. Estaban delante del trono y en la presencia del Cordero,
vestidos de ropas blancas y con palmas en sus manos.
Ap.
7.9 (DHH) Después de esto, miré y vi una gran multitud de todas las naciones, razas,
lenguas y pueblos. Estaban en pie delante del trono
y delante del Cordero, y eran tantos que nadie podía contarlos. Iban
vestidos de blanco y llevaban palmas en las manos.
Nota: La gran multitud. La iglesia redimida – Judíos y Gentiles.
Rom. 11.25 (NVI) Hermanos, quiero que entiendan este misterio para que no se
vuelvan presuntuosos. Parte de Israel se ha
endurecido, y así permanecerá hasta que haya entrado la totalidad de los gentiles.
Ap. 5.9 (NVI)
Y entonaban este nuevo cántico: «Digno eres de recibir el rollo escrito y de
romper sus sellos, porque fuiste sacrificado, y con
tu sangre compraste para Dios gente de toda raza, lengua, pueblo y nación.
Nota: Chilton: El mismo patrón ocurre aquí en
este capítulo:
Juan nos dice: Oí el número de los sellados (Ap. 7:4); luego, después de
estas cosas - después de oír el número de los redimidos - miré, y he aquí una gran multitud (Ap. 7:9). Este patrón, y el
hecho de que las bendiciones adscritas a ambos grupos son bendiciones que
pertenecen a la iglesia, indica que estos dos grupos
son, hasta cierto punto, dos aspectos
diferentes de la única Iglesia universal. Chilton. Días de
Retribución.
Así que, desde
un punto de vista, el pueblo de Dios está
definitivamente numerado; no falta ninguno de los elegidos, y la
iglesia es perfectamente simétrica y completa. Desde otro punto de vista, la iglesia es innumerable, una gran multitud que nadie podía
contar. Vista desde una perspectiva, la
iglesia es el nuevo, el verdadero Israel de Dios: los hijos de Jacob
reunidos en todas sus tribus, plenas y completas. Desde otra perspectiva
igualmente verdadera, la iglesia es el mundo entero:
una gran multitud de redimidos de toda nación y tribu y pueblo y lengua. Chilton. Días de Retribución.
Nota: Chilton: El número
real de los salvados, lejos de limitarse a unas meras decenas de millares, es
en realidad una multitud que nadie podía contar, tan vasta que no puede ser
comprendida. Porque el hecho es que Cristo vino a salvar al mundo. Chilton.
Días de Retribución.
Ap.
7.10 (RVR95) Clamaban a gran voz, diciendo: «¡La salvación pertenece a nuestro Dios, que está
sentado en el trono, y al Cordero!».
Ap.
7.10 (DHH) Todos gritaban con fuerte voz: “¡La salvación se debe a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero!”
Nota: El Grand Multitud, La Iglesia
Universal gritan:
·
La salvación es de Dios
·
La salvación es del Cordero.
Nota: Chilton: Uniéndose
a la liturgia celestial, la innumerable multitud exclama: La salvación
(es decir, ¡Hosanna!, Juan 12:13) pertenece a
nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero - atribuyéndole a Dios
y al Cordero lo que Roma reclamaba para los Césares. Chilton. Días de
Retribución.
Nota: Chilton dice que: En
directa contradicción con las blasfemias del culto al estado de Roma e Israel, la Iglesia declara que la salvación es el ámbito de Dios y de
su Hijo solamente. En todas las épocas, éste ha sido básicamente el
punto en disputa.
·
¿Quién es el Dueño y
Determinador de la realidad?
·
¿La palabra de quién es ley?
·
¿Es el estado el que
proporciona la salvación?
Para nosotros, como para la iglesia
primitiva, no puede haber terreno intermedio seguro entre la fe y la apostasía.
Chilton. Días de Retribución.
Ap.
7.11-12 (RVR95) Y todos los ángeles que estaban en pie
alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, se postraron sobre sus rostros delante del trono y adoraron a
Dios, 12 diciendo:
«¡Amén! La bendición, la gloria, la sabiduría, la
acción de gracias, la honra, el poder y la fortaleza sean a nuestro Dios por
los siglos de los siglos. ¡Amén!».
Ap.
7.11-12 (DHH) Y todos los ángeles estaban en pie
alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se inclinaron delante del trono hasta tocar el suelo con la
frente, y adoraron a Dios .12 diciendo: “¡Amén! La alabanza, la gloria, la sabiduría, la gratitud, el honor,
el poder y la fuerza sean dados a nuestro Dios por todos los siglos.
¡Amén!”
Nota: Los ángeles, los ancianos y
los cuatro seres vivientes.
·
Se Postaron sobre sus rostros delante
del trono y adoraron a Dios.
Nota: Chilton dice que: En las Escrituras, la
adoración oficial y pública nunca muestra a los participantes sentados en
oración; la oración en público siempre tiene lugar
en posiciones reverentes estando de pie o con la cabeza inclinada.
El platonista moderno y nominalista, que se cree más espiritualmente inclinado
que los personajes bíblicos (¡y hasta que los ángeles!) respondería a esto
diciendo que la posición del cuerpo es irrelevante, con la condición de que la
actitud correcta llene el corazón. Pero esto pasa por alto el hecho de que la Biblia conecta
la actitud del corazón con la actitud del cuerpo.
En la adoración
pública, por lo menos, nuestras iglesias deberían seguir el modelo bíblico de
la reverencia física en la oración. Chilton. Días de Retribución.
Nota: Dios merece TODO:
1.
La bendición
2.
La gloria
3.
La sabiduría
4.
La acción de gracias
5.
La honra
6.
El poder
7.
La fuerza.
Ap.
7.13-14 (RVR95) Entonces uno de los ancianos habló,
diciéndome: «Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido?». 14 Yo le dije: «Señor, tú
lo sabes». Él me dijo: «Estos son los que han salido
de la gran tribulación; han lavado sus ropas y las han blanqueado en
la sangre del Cordero.
Ap.
7.13-14 (DHH) Entonces uno de los ancianos me preguntó:
“¿Quiénes son estos que están vestidos de blanco, y de
dónde han venido?” 14
“Tú lo sabes, señor”, le contesté. Y él me dijo: “Estos
son los que han pasado por la gran tribulación, los que han lavado
sus ropas y las han blanqueado en la sangre del Cordero.
Nota: Terry dice: La
gran tribulación: no debe entenderse como todas las pruebas que
pueden suceder a aquellos que por fin se consideran dignos de entrar en la
gloria de Dios en el cielo. Esta seguridad reconfortante puede permitirse como
una doctrina ciertamente sostenible debido a las inferencias necesarias de tal
cuadro de salvación y de otras enseñanzas de la Sagrada Escritura.
Pero
el campo de visión de nuestro profeta contempla una tribulación definitiva del
futuro cercano, esa amarga "hora de prueba que
estaba por venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran en la
tierra" (Ap.
3:10) Es la misma gran tribulación mencionada por Jesús en Mateo. 24:21,
inmediatamente después de la cual la "señal del
Hijo del hombre" debe aparecer en el cielo (Mateo 24:29). Terry (1898). Apocalípticos
bíblicos: (p. 339).
Nota: Chilton dice: Juan confiesa su incapacidad, y el anciano explica: Estos son los que han salido de la gran tribulación.
Aunque este texto puede y debería usarse para consolar a los cristianos que
pasan por cualquier período de sufrimiento y persecución, su principal
referencia es a "la hora de la prueba que
ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra"
(Ap. 3:10), la "Gran Tribulación", de la cual Jesús
advirtió cuando habló a sus discípulos sobre el monte de los Olivos (Mat. 24:21; Mar. 13:19).
La gran tribulación que, dijo Él, tendría
lugar durante la generación que existía en ese momento (Mat.
24:34; Mar. 13:30; Luc. 21:32); la mayor tribulación, cual no la ha
habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá (Mat. 24:21; Mar. 13:19). Chilton.
Días de Retribución.
Ap. 7.9 (NVI)
Después de esto miré, y apareció una multitud tomada
de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas; era tan grande que
nadie podía contarla. Estaban de pie delante del trono y del Cordero, vestidos
de túnicas blancas y con ramas de palma en la mano.
Nota: ¡Los que han pasado por
la gran tribulación! ¡Una gran multitud!
Mateo 24.21 (NVI ) Porque habrá una gran tribulación, como no la ha habido desde el principio del mundo
hasta ahora, ni la habrá jamás.
Nota: Chilton dice que: Para los cristianos del siglo primero que lo leían, el punto era que la tribulación que estaba a punto de sufrir
no les destruiría. Al enfrentarse a la persecución, habrían de verse
a sí mismos, primero, como "el
Israel de Dios" (Gal.
6:16), sellados y protegidos; y segundo,
como una multitud innumerable y victoriosa. Chilton. Días de
Retribución.
Nota: Chilton dice: En agudo contraste con lo que se les ha enseñado a algunos
grupos cristianos en años recientes, la iglesia primitiva no esperaba ser preservada
milagrosamente de todas las dificultades en esta vida. Sabían
que serían llamados a sufrir persecución (2 Tim. 3:12) y
tribulación (Juan
16:33; Hech. 14:22; Rom. 5:3; 8:35; Ap. 1:9).
El apóstol Pedro
ya había escrito para preparar a la iglesia para la gran tribulación:
"Amados, no os sorprendáis del fuego
de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese,
sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para
que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría"
(1 Ped. 4:12-13).
No debemos ver
la salvación como una fórmula mágica para evitar dificultades. Como ejército de Cristo cubierto de vestiduras blancas,
somos más que vencedores. Nuestro llamado es a soportar y a vencer. Chilton.
Días de Retribución.
Ap.
7.15 (RVR95) Por eso están
delante del trono de Dios y lo sirven
día y noche en su templo. El que está sentado sobre el trono extenderá su
tienda junto a ellos.
Ap.
7.15 (DHH) “Por eso están
delante del trono de Dios, y día y noche le sirven en su templo. El
que está sentado en el trono los protegerá con su presencia.
Nota: Chilton dice: El anciano continúa su
explicación:
·
Por esta razón, a causa de su
redención y su unión con el Cordero por medio de su sangre, ellos están delante
del trono de Dios en adoración.
·
Imitando a los querubines (Ap. 4:8), estos sacerdotes
vestidos con ropas blancas le sirven día y noche en su templo (1 Cron. 9:33; 23:30; Sal. 134:1).
·
Por esto reciben la más
característica bendición del pacto, “la sombra del
Omnipotente”: El que se sienta en el
trono extenderá su tabernáculo sobre ellos.
·
Esto se refiere a la sombra
proporcionada por la Nube de Gloria, que
se cernía tanto sobre la tierra y la creación (Gen. 1:2) como sobre Israel en el desierto (Deut. 32:10-11). Chilton.
Días de Retribución.
Ap.
7.16-17 (RVR95) “Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol
no caerá más sobre ellos, ni calor alguno, 17 porque el Cordero que está en medio del trono
los pastoreará y los guiará a fuentes de aguas vivas.
Y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos».
Ap.
7.16-17 (DHH) Ya no sufrirán hambre ni sed, ni los
quemará el sol, ni el calor los molestará; 17 porque el Cordero, que está en medio del
trono, será su pastor y los guiará a manantiales de
aguas de vida, y Dios secará toda lágrima de sus ojos.”
Nota: Chilton: Las iglesias del siglo primero
estaban al borde de la mayor tribulación de todos
los tiempos. Muchos perderían sus vidas, sus familias, sus
posesiones. Pero Juan escribe para decirles a las iglesias que la tribulación
no es una muerte, sino un nacimiento (Mat. 24:8), el preludio del establecimiento del reino mundial
de Cristo. Chilton. Días de Retribución.
Nota final de Chilton:
En el Circo
Máximo de Nerón, el escenario de sus sangrientas y repugnantes matanzas de
cristianos - por medio de las bestias salvajes, por crucifixión, por el fuego y
por la espada - había un gran obelisco de piedra, mudo testigo de la valiente
conducta de aquellos santos valientes que soportaron la tribulación y contaron
todas las cosas como pérdida por amor a Cristo. Hace mucho tiempo, el bestial
Nerón y sus secuaces pasaron de la escena a su recompensa eterna, pero el
obelisco todavía permanece, y ahora está en el centro de la gran plaza en
frente de la Basílica de San Pedro. Grabadas a cincel en su base aparecen estas
palabras, tomadas del himno de triunfo de los mártires vencedores:
·
CHRISTUS
VINCIT: Cristo vence!
·
CHRISTUS
REGNAT: Cristo reina!
·
CHRISTUS IMPERAT: Cristo
gobierna sobre todo!
Resume: Estudio
– Ap. 7:1-17 El Verdadero Israel.
·
La iglesia es preservada: Huyendo de Jerusalén - Lucas 21:20-24
o Cuando Nerón se suicidio: El
ejercito Romano retiro por un año.
o Los cristianos huyeron a
Pella antes de que la guerra abrumara a Jerusalén.
·
Los cuatro vientos: El ejercito romano con sus aliados.
o
Los cuatros ángeles deteniendo
los ejércitos de Roma.
o
Los árboles son imágenes de
hombres, símbolos de los justos.
·
El Sello de Dios: Los verdaderos hijos de Dios están sellados.
o
El sello significaba: una
transferencia de autoridad y poder, una garantía de protección, y una marca de
propiedad.
o
La simiente santa es sellado
y salvado.
·
Los 144000: Los judíos raciales que aceptan al Cordero de Dios para salvación.
o
Jerusalén es saqueada y
quemada, sus habitantes muertos y dispersados; pero la verdadero Israel
- todo su pueblo, en todas las tribus - es sellado y salvado.
o
La justicia y gracia de Dios
mostrado en la caída de Jerusalén.
·
La Gran Multitud: Los gentiles y Judíos: La iglesia universal.
·
La Gran tribulación:
o Tendría lugar durante la
generación que existía en ese momento (Mat. 24:34; Mar. 13:30; Luc. 21:32)
o La mayor tribulación, cual
no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá (Mat.
24:21; Mar. 13:19).
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