El Sexta Trompeta: ¡Las Oraciones
de los martirios contestado!
Ap. 9.12 (DHH)
Pasó el primer desastre; pero todavía faltan dos.
13 El sexto ángel
tocó su trompeta, y oí una voz que salía de entre los cuatro cuernos del altar de oro que
estaba delante de Dios. 14 (DHH) Y la voz le dijo al sexto ángel, que tenía la
trompeta: “Suelta los cuatro ángeles que están
atados junto al gran río Éufrates.”
·
Nota: Chilton: Nuevamente
se nos recuerda que las desolaciones ejecutadas por
Dios en la tierra son en nombre de su pueblo (Sal. 46), en
respuesta a su culto oficial, del pacto:
o
la orden al tercer ángel la emite una voz desde los cuatro cuernos del altar de oro (es decir, el altar del incienso) que está delante de
Dios.
o
Obviamente, este punto se
menciona con el propósito de estimular al pueblo de Dios en adoración y en
oración, asegurándoles que las acciones de Dios en
la historia proceden de su altar, donde Él ha recibido las oraciones de
ellos.
o Juan dice que la voz vino de los cuatro cuernos, refiriéndose a un
aspecto importante de la liturgia del Antiguo Testamento: la ofrenda de purificación. Esta ofrenda se
refería a la contaminación y la profanación de un lugar por medio del pecado
o
Chilton. Días de Retribución.
Nota: Chilton dice: Si el
lugar profanado por el pecado no es purificado, traerá
como resultado la muerte.
Wenham nos dice que: "la
ofrenda de purificación tenía que ver con la contaminación causada por el
pecado. Si el pecado contaminaba la tierra,
profanaba en particular la casa donde moraba Dios. La gravedad de la
contaminación dependía de la gravedad del pecado, que a su vez estaba
relacionada con la situación del pecador. Si un ciudadano privado pecaba, su
acción contaminaba el santuario sólo hasta cierto punto limitado. Por lo tanto,
la sangre de la ofrenda de purificación se rociaba sólo sobre los cuernos del
altar del holocausto. Sin embargo, si la nación
entera pecaba, o si el miembro más santo de la nación, el sumo sacerdote,
pecaba, esto era más grave. La sangre tenía que ser llevada dentro
del tabernáculo y rociada sobre el velo y el altar
de incienso". Chilton - Días de Retribución.
o
Los pecados de la nación eran expiados ofreciendo un sacrificio sobre el altar del
holocausto, y llevando luego la sangre y
rociándola sobre los cuernos del altar de oro del incienso (Lev. 4:13-21).
o
De este modo se purificaba el
altar, de manera
que el incienso pudiera ser ofrecido con la certeza de que Dios escucharía sus
oraciones.
o
Los lectores de Apocalipsis del
siglo primero habrían reconocido la importancia de esto: la orden de Dios a sus ángeles, en respuesta a las oraciones
de su pueblo, era pronunciada desde los cuernos del altar de oro.
o
Los pecados de ellos han sido
cubiertos, y no impiden el libre acceso a Dios.
o
Chilton. Días de Retribución.
Nota muy importante:
Chilton - Las oraciones de la Iglesia en el
altar del incienso son oraciones
imprecatorias contra la nación de Israel.
·
El "Israel" que ha
rechazado a Cristo está contaminado y profanado (Lev. 18:24-30), y sus
oraciones no serán oídas por Dios, pues ha rechazado la única
expiación por el pecado.
·
La inmunda
tierra de Israel [ahora] será juzgada en términos de las maldiciones de Levítico 26, un capítulo que repetidamente amenaza a la nación con un juicio séptuple si se contamina con el pecado.
·
Hemos visto que éste es el origen de los
repetidos juicios séptuples en el libro de Apocalipsis. Lev. 26:18, 21, 24, 28
Levítico 26.18 (DHH) “Si a pesar de esto no me obedecen, los volveré a castigar siete veces por sus pecados.
Levítico 26.21 (DHH) “Si siguen oponiéndose a mí y negándose a obedecerme, yo volveré a castigarlos siete veces más, conforme a sus
pecados.
Levítico 26.24 (DHH) yo también me opondré a ustedes y los
castigaré aún siete veces más por sus pecados.
Levítico 26.28 (DHH) yo también me opondré a ustedes, y con
enojo los castigaré aún otras siete veces más por sus pecados.
·
Pero la Iglesia de Jesucristo es el
nuevo Israel, la nación santa, el
verdadero pueblo de Dios, que posee "libertad
para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo"
(Heb. 10:19).
·
Nuevamente, Juan le asegura a la Iglesia del siglo primero que sus oraciones serán oídas y contestadas por Dios.
·
Él se vengará de sus perseguidores, porque la
tierra es bendecida y juzgada por las acciones litúrgicas y los decretos
judiciales de la Iglesia.
·
Chilton. Días de Retribución.
Nota: ¿Oraciones? ¡Dios escucha y contesta las oraciones!
·
Chilton dice que: La buena disposición de Dios para oír y contestar afirmativamente las oraciones de su pueblo se proclama continuamente a través de las Escrituras
(Sal. 9:10; 10:17-18; 18:3;
34:15-17; 37:4-5; 50:14-15; 145:18-19).
Salmo 9.10 (BTX) En ti confiarán los que conocen tu Nombre, Por cuanto Tú, oh YHVH, no abandonas a los que te buscan.
Salmo 10.17–18 (BTX) Oh YHVH, Tú has oído el anhelo de
los humildes, Sosiegas su corazón, tienes atento tu oído, 18 Para
vindicar a los huérfanos y a los oprimidos, Para que el hombre de la tierra no
vuelva a causar opresión.
Salmo 18.3 (BTX) Invocaré a YHVH, quien es digno de
toda alabanza, Y seré salvo de mis enemigos.
Salmo 34.15–17 (BTX) Los ojos de YHVH están sobre los justos, Y sus oídos atentos
al clamor de ellos. 16 El rostro de YHVH está contra los que hacen el mal, Para
cortar su memoria de la tierra. 17 Claman los
justos, y YHVH los oye, Y los libra de todas sus angustias.
Salmo 37.4–5 (BTX) Deléitate asimismo en YHVH, Y Él te
concederá las peticiones de tu corazón. 5 Encomienda a YHVH tu
camino, Y confía en Él, y Él hará.
Salmo 50.14–15 (BTX) ¡Sacrifica a ’Elohim ofrenda de alabanza! ¡Cumple a ’Elyón tus
votos! 15 Invócame entonces en el día de angustia,
Yo te libraré, y tú me honrarás.
Salmo 145.18–19 (BTX) Cercano está YHVH a todos los que
lo invocan, A todos los que lo invocan sinceramente. 19 Cumplirá el
deseo de los que lo temen, Oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará.
Nota: ¿Oraciones imprecatorias?
·
Chilton: Dios nos ha dado numerosos ejemplos de oraciones imprecatorias, mostrándonos
repetidamente que un aspecto de la actitud de un
hombre piadoso es:
1.
Odio por
los enemigos de Dios y
2.
¡La
oración ferviente por su caída y su destrucción!
·
Salmos Imprecatorias:
o
Sal. 5:10; 10:15; 35:1-8, 22-26; 59:12-13; 68:1-4;
69:22-28; 83, 94; 109; 137:8-9; 139:19-24; 140:6-11.
Salmo 5.10 (BTX) ¡Oh ’Elohim, castígalos! ¡Caigan por sus propios consejos!
¡Extravíense en la multitud de sus transgresiones, Porque se han rebelado
contra ti!
Salmo 10.15 (BTX) ¡Quebranta el brazo del malvado y
del perverso! ¡Persigue su impiedad hasta que no quede ninguna!
Salmo 35.1–8 (BTX) ¡Oh YHVH, contiende con los que
contienden contra mí! ¡Pelea contra los que me combaten! 2 ¡Echa mano del escudo y del broquel, Y levántate en
mi ayuda! 3 Saca la lanza y cierra el paso a mis perseguidores. Di a mi alma:
¡Yo soy tu victoria! 4 Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi vida,
Sean vueltos atrás y confundidos los que intentan mi mal, 5 Sean como la paja
al viento, Y acóselos el Ángel de YHVH; 6 Sea su camino tenebroso y resbaladizo,
Y el Ángel de YHVH los persiga; 7 Porque sin causa me tendieron su red, Sin
motivo cavaron fosa para mi alma. 8 Véngale la destrucción inesperada; Préndalo
la red que él mismo puso, y caiga en ella con quebranto.
Salmo 35.22–26 (BTX) ¡Oh YHVH, Tú también lo estás viendo: ¡No calles! ¡Oh Adonay,
no estés lejos de mí! 23 ¡Despierta y alértate a mi defensa, Dios mío y Señor
mío, para defender mi causa! 24 Júzgame conforme a tu justicia, oh YHVH Dios
mío, Y no se alegren ellos a costa mía. 25 No digan satisfechos: ¡He aquí
nuestro deseo! No digan: ¡Lo hemos devorado! 26 Sean
avergonzados y abochornados a una los que se alegran de mi mal, Vístanse de
vergüenza y confusión los que se engrandecen contra mí.
Salmo 59.12–13 (BTX) El pecado de su boca es la palabra de sus labios, Sean pues
apresados en su soberbia, Por las mentiras y maldiciones que han proferido. 13 ¡Acábalos en indignación, acábalos para que no sean más,
Y sépase hasta los confines de la tierra Que ’Elohim gobierna en Jacob! Selah
Salmo 68.1–4 (BTX) ¡Levántese ’Elohim y sean esparcidos sus enemigos! ¡Huyan de
su presencia quienes lo aborrecen! 2 ¡Disípense como se disipa el humo! Como la cera se derrite ante el fuego, Así perezcan los
malvados ante la presencia de Dios. 3 Pero regocíjense los justos, Y
sean exaltados ante ’Elohim, ¡Sí, salten de alegría! 4 Cantad a ’Elohim, Cantad
salmos a su Nombre. Preparad camino al que cabalga las nubes. ¡YH es su nombre!
¡Regocijaos en su presencia!
Salmo 69.22–28 (BTX) Sea su mesa delante de ellos por lazo, Y lo que es para bien,
por trampa. 23 Sean oscurecidos sus ojos para que no vean, Y haz que sus
lomos tiemblen continuamente. 24 Derrama sobre ellos tu ira, Y
alcánzalos con la furia de tu indignación. 25 Sea su palacio asolado, Y en sus
tiendas no haya morador. 26 Porque persiguen al que Tú has herido, Y comentan
el dolor de los que Tú llagaste. 27 ¡Añádeles iniquidad sobre su iniquidad, Y
no entren ellos en tu justicia! 28 ¡Sean borrados
del rollo de la vida, Y no sean inscritos con los justos!
·
David Chilton. Días de Retribución.
Nota: Chilton pregunta:
o
¿Por qué entonces no
vemos el derrocamiento de los malvados en nuestro propio tiempo?
o
Una parte importante de la
respuesta es la falta de voluntad de la Iglesia moderna para orar
Bíblicamente; y Dios nos ha asegurado: no tienes
porque no pides (Santiago 4:2).
o
Pero la Iglesia del primer
siglo, orando fiel y fervientemente por la destrucción del apóstata Israel,
había sido escuchada en el altar celestial de Dios. Sus ángeles fueron
comisionados para atacar.
o
Chilton- Días de venganza.
Ap.
9.14-16 (RVR95) 14 la cual decía al sexto ángel que tenía la trompeta: «¡Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran
río Éufrates!». 15 Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados
para la hora, día, mes y año, a fin de matar la tercera parte de los
hombres. 16 Y el
número de los ejércitos de los jinetes era de doscientos
millones. Yo oí su número.
Ap.
9.14-16 (DHH) Y la voz le dijo al sexto ángel, que
tenía la trompeta: “Suelta los cuatro ángeles que
están atados junto al gran río Éufrates.” 15 Entonces fueron
soltados los cuatro ángeles, para que mataran a la tercera
parte de la gente, pues habían sido preparados
precisamente para esa hora, día, mes y año. 16 Y alcancé a oir el número de los soldados de
a caballo: eran doscientos millones.
·
Chilton: El sexto ángel está encargado de soltar los cuatro ángeles que
habían sido atados en el gran río Éufrates; entonces traen a Israel un ejército
que consiste de doscientos millones.
o
El río Éufrates formaba la frontera entre Israel y las temibles fuerzas
paganas que Dios usaba como azote contra su pueblo rebelde.
o
"Era la frontera norte de
Palestina [Gen. 15:18; Deut.
11:24; Josué 1:4], a través de la cual los invasores asirios, babilonios, y persas habían venido a imponer su soberanía pagana sobre el
pueblo de Dios.
o
Por lo tanto, todas las
advertencias bíblicas acerca de un enemigo del norte encuentran
eco en la espeluznante visión de Juan" (comp. Jer. 6:1, 22; 10:22; 13:20; 25:9, 26; 46:20, 24; 47:2;
Eze. 26:7; 38:6, 15; 39:2).
o
Hay que recordar también que el
norte (la ubicación original del Edén) era el área del trono de Dios (Isa. 14:13); y tanto la
Nube de Gloria como los agentes de la venganza de Dios se ven viniendo del
norte, es decir, desde el Eufrates (comp. Eze. 1:4; Isa. 14:31; Jer. 1:14-15).
Nota muy importante: Chilton dice - Así, este gran
ejército del norte es el ejército de Dios, y está bajo su control y dirección, aunque es claramente demoníaco y pagano en su
carácter (sobre las ataduras de los ángeles caídos, compra 2 Ped. 2:4; Jud. 6).
o
Dios es completamente
soberano, y usa tanto los demonios como los paganos
para llevar a cabo sus santos propósitos (1 Reyes 22:20-22; Job 1:12-21; por supuesto, él
luego castiga a los paganos por los impíos motivos y metas que les llevaron a
cumplir el decreto de Él: comp. Isa.
10:5-14).
o
Los ángeles atados en el Éufrates
habían sido preparados para la hora y el día y el mes y el año, siendo su papel
en la historia completamente predestinado y seguro.
o
David Chilton. Días de Retribución.
Ap.
9.16 (RVR95) 16 Y el número de los ejércitos de los jinetes era de doscientos millones. Yo oí su número.
Ap.
9.16 (DHH) 16 Y alcancé a oir el número de los soldados de a caballo: eran doscientos millones.
Nota: Juan oye el número de los
jinetes: doscientos millones. Chiton dice que:
·
Notamos en la Introducción a
este volumen algunas de las más fantásticas interpretaciones de esta expresión.
·
Sin embargo, si mantenemos nuestra imaginación uncida a la Escritura,
observaremos que está tomada de Sal.
68:17, que dice: "Los carruajes de Dios son veintenas de millares de millares".
·
Mounce observa correctamente que "los intentos de reducir esta
expresión a aritmética pierden el punto.”
·
Una 'miríada de miríadas'
es un número indefinido de inmensidad incalculable".
·
El término significa
simplemente muchos miles, e indica una
vasta hueste que debe ser considerada en conexión con el ejército angélico del
Señor de miles y miles de carruajes.
·
David Chilton. Días de Retribución.
Ap.
9.17 (RVR95) Así vi en visión los caballos y sus
jinetes, que tenían corazas de fuego, zafiro y azufre. Las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones,
y de sus bocas salía fuego, humo y azufre.
Ap.
9.17 (DHH) Así es como vi los caballos en la visión, y
quienes los montaban se cubrían el pecho con una armadura roja como el fuego,
azul como el jacinto y amarilla como el azufre. Y
los caballos tenían cabeza como de león, y de su boca salía fuego,
humo y azufre.
Nota:
Chilton dice en su comentario:
·
Evitando las deslumbrantes
especulaciones tecnológicas adelantadas por algunos comentaristas, notaremos
simplemente que si bien el número del ejército debe recordarnos el ejército de
Dios.
·
Las características de los
caballos: el fuego, el humo y el azufre que salieron
de sus bocas - recuérdanos al Dragón,
el Leviatán que escupe fuego (Job
41:18-20.
·
G. R. Beasley-Murray comenta que:
o
"La imagen debe ser
inconcebible, horrible e incluso repugnante. Estas criaturas no son de la
tierra. El fuego y el azufre pertenecen al infierno (Ap. 19:20; 21:8), así como el humo es
característico de la fosa (Ap.
9:2). Solo los monstruos de debajo eructan tales cosas "
·
Chilton - Así, para resumir la idea:
un ejército innumerable es avanzando hacia Jerusalén desde el Éufrates, el
origen de los enemigos tradicionales de Israel; es una fuerza feroz, hostil y demoníaca enviada
por Dios en respuesta a las oraciones de su pueblo por venganza.
·
En resumen, este
ejército es el cumplimiento de todas las amonestaciones de la ley y los
profetas de que una horda vengadora sería enviada para castigar a los
quebrantadores del pacto.
o
Los horrores descritos en
Deuteronomio 28 debían ser visitados sobre esta generación malvada (ver
especialmente los versículos Deut.
28:49-68).
o
Moisés había declarado: Te volverás loco al ver lo que ves (Deut. 28:34).
·
Chilton. Días de venganza.
Ap.
9.18-19 (RVR95) Por estas
tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres: por el fuego, el humo y el azufre que salía de sus
bocas, 19 pues el poder de los caballos estaba en sus bocas y en sus colas,
porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas y con ellas dañan.
Ap.
9.18-19 (DHH) La tercera
parte de la gente fue muerta por estas tres calamidades que salían de la boca de los caballos: fuego, humo y
azufre. 19 Porque el poder de los caballos estaba en su boca y en su cola;
pues sus colas parecían serpientes, y dañaban con sus cabezas
Nota: Chilton dice que:
·
Como en realidad sucedió en la
historia, la rebelión judía en reacción a la "plaga de langostas" de Gesio Floro durante
el verano del año 66 provocó la invasión de Palestina por Cestio en el otoño,
con gran número de tropas a caballo procedentes de las regiones cercanas al Éufrates
(aunque el punto principal de la referencia de Juan es el significado simbólico
del río en la historia y la profecía bíblicas).
·
Después de devastar el país,
sus fuerzas llegaron a las puertas de Jerusalén en el mes de Tisri - el mes que
comienza con el Día
de las Trompetas. El ejército rodeó la ciudad:
·
"Por cinco días, los
romanos hostigaron a los judíos con sus ataques por todos lados, pero no
lograron ningún progreso; en el sexto día, Cestio dirigió una gran
fuerza de hombres escogidos, junto con los arqueros, para asaltar el lado norte
del templo. Desde el techo del pórtico, los judíos resistieron el ataque, y
repetidamente repelieron a los que habían alcanzado el muro, pero, finalmente,
abrumados por una lluvia de flechas, los defensores cedieron. Los romanos de la
primera fila afirmaron sus escudos contra el muro, y sobre ellos apoyaron los
suyos los de la segunda fila, y así sucesivamente, hasta que formaron una
cubierta protectora conocida como 'la tortuga',
contra la cual los proyectiles se estrellaban y eran desviados sin hacer daño,
mientras los soldados socavaban el muro y se preparaban para poner fuego a la
puerta de monte del templo".
Nota: Josefo reporta en su libro de la guerra:
Guerra II, xix 5
·
5. Entretanto, muchos de los más nobles del pueblo, convencidos por Anán,
hijo de Jonatán, llamaron a Cestio a entrar en Jerusalén, dirigiéndose a
abrirle las puertas. Cestio no se apresuró a entrar, porque no les
daba crédito y desconfiaba de su sinceridad. Tardó tanto en decidirse que
dio tiempo a que los sediciosos descubrieran la traición, y arrancando a
Anán con los otros de sus compañeros de lo alto de las murallas los obligaron a
meterse en las casas, lanzándoles piedras desde el muro. Repartidos ellos por
las torres, disparaban flechas contra los que intentaban escalar el muro.
·
Por cinco días los romanos
atacaron las murallas de la ciudad por todos los lados, y todo en balde. Al
sexto día, Cestio, con un cuerpo de arqueros, arremetió contra la parte norte
del Templo. Los judíos resistían desde los pórticos, de manera que rápidamente
rechazaban a los romanos que llegaban al muro; finalmente, rechazados por una
nube de flechas partieron de allí. Los romanos que iban en las primeras filas,
cubiertos con sus escudos, se acercaban al muro y los que seguían por semejante
orden, se juntaban con los otros; se ocupaban en hacer una estrategia formando
una cobertura llamada testudine, o escudo de tortuga, de manera
que las flechas que daban encima se deslizaban sin dañar; así que los guerreros
romanos cavaban el muro sin recibir daño y se preparaban para pegar fuego a las
puertas del Templo.
·
6. Los sediciosos tenían gran temor, y muchos huyeron de la ciudad,
cuya caída era inminente. De esto se alegraba
el pueblo, y a medida que los facinerosos perdían terreno, tanto más avanzaban
los del pueblo para abrir las puertas y recibir a Cestio como a varón de quien
habían recibido beneficios. Si este último hubiese querido
perseverar en el cerco, no habría tardado en tomar la ciudad. Más yo creo que
Dios, al que no le agradan los malos, había tomado aversión a la ciudad y su
santuario, e impidió, que aquel día que la guerra terminara. Flavio Josefo. (2013). Las guerras
de los Judíos. (A. R. Berzosa, Ed.) (pp. 154–155). Barcelona, España:
Editorial CLIE.
Nota: Chilton dice que:
·
"Un pánico total se apoderó de los insurgentes, y
ahora muchos comenzaron a huir de la ciudad, creyendo que ésta caería en
cualquier momento. El pueblo en seguida cobró ánimo nuevamente, y
mientras más cedían los fanáticos, más cerca avanzaban los primeros para abrir
las puertas y recibir a Cestio como benefactor".
·
Entonces, en el mismo momento en que la victoria completa estaba a su alcance,
Cestio, de pronto e inexplicablemente, retiró sus fuerzas. Animados,
los judíos persiguieron a los soldados en retirada y los atacaron,
infligiéndoles fuertes bajas.
·
Gaalya Cornfeld comenta que:
·
"el fracaso de Cestio transformó la revuelta contra Roma
en una verdadera guerra. Naturalmente, un éxito tan inesperado y
sensacional había fortalecido las manos del partido de la guerra. La mayoría de
los oponentes a la revuelta se encontraron en minoría y se inclinaron a aliarse
con los fanáticos ganadores, aunque no creían que la victoria fuese posible.
Sin embargo, aunque no lo proclamaron abiertamente, creyeron más aconsejable
dar la impresión de aprobación por temor a perder el control sobre el pueblo en
general. Así, los círculos de los sumos sacerdotes y los moderados, aunque
aparentaban ser leales al lado de la paz, decidieron asumir la dirección de la
guerra que ahora se consideraba inevitable... El
respiro conseguido por los judíos después de la retirada de Cestio de Siria fue
aprovechada para organizar una fuerza de defensa nacional". Chilton.
Dias de Retribucion.
Ap.
9.20-21 (RVR95) 20 Los demás hombres, los que no
fueron muertos con estas plagas, ni aun
así se arrepintieron de las obras de sus manos ni dejaron de adorar
a los demonios y a las imágenes de oro, plata, bronce, piedra y madera, las
cuales no pueden ver ni oir ni andar. 21 No se
arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su
fornicación, ni de sus robos.
Ap.
9.20-21 (DHH) 20 Pero el resto de la gente, los
que no murieron por estas calamidades, tampoco ahora dejaron de hacer el mal
que hacían, ni dejaron de adorar a los demonios y a los ídolos de
oro, plata, bronce, piedra y madera, los cuales no pueden ver ni oir ni
caminar. 21 Y tampoco dejaron de matar,
ni de hacer brujerías, ni de cometer inmoralidades sexuales, ni de robar.
·
Chilton: Y, sin embargo, el resto de
los hombres, que no fueron muertos por estas plagas, no se arrepintieron... ni
dejaron de adorar a los demonios y a los ídolos.
·
Tan completamente se habían
entregado los judíos a la apostasía que ni la bondad
ni la ira de Dios pudo volverlos de su error.
·
En lugar de eso, como informa Josefo,
hasta el mismo fin - después de la hambruna, los asesinatos en masa, el canibalismo,
la crucifixión de sus coterráneos a razón de 500 por día - los judíos
continuaron acatando las insensatas divagaciones de los falsos profetas que les
aseguraban la liberación y la victoria:
o
"Así fue el pueblo miserable seducido
por estos charlatanes y falsos mensajeros de Dios, mientras hacían caso omiso y
no creían a los inconfundibles presagios que
prefiguraban la venidera desolación; pero, aunque estaban atónitos,
ciegos, e insensatos, no acataron las claras amonestaciones de Dios". Chilton.
Días de Retribución.
Nota: Chilton pregunta: ¿Qué "claras amonestaciones" les había
dado Dios?
·
Aparte de la predicación
apostólica, que era todo lo que realmente necesitaban (comp. Luc. 16:27-31), Dios había
enviado señales y maravillas milagrosas para testificar del juicio venidero;
Jesús había advertido que, antes de la caída de Jerusalén, "habrá terror y grandes señales
desde el cielo" (Luc. 21:11).
1.
Esto fue especialmente cierto
durante la temporada de festivales del año 66, como informa Josefo:
"Mientras el pueblo se reunía para la fiesta de los panes sin levadura, en
el octavo día del mes Xántico [Nisan], a la hora nona de la noche [3:00 A. M.] apareció una luz
tan brillante alrededor del altar y el templo que parecía pleno día; y esto
duró media hora. Los inexpertos la
consideraron como buen augurio, pero fue inmediatamente interpretada por los
escribas de la ley de conformidad con los sucesos subsiguientes".
2.
Durante la misma fiesta, otro suceso espantoso
tuvo lugar: "La puerta oriental del santuario interior era maciza, de
bronce, y tan pesada que apenas podía ser movida cada noche por veinte hombres;
estaba sujeta por barras de hierro y asegurada con pernos hundidos muy
profundamente en un umbral fabricado de un solo bloque de piedra; y sin
embargo, se
vio que esta puerta se abrió por sí sola a la hora sexta de la noche
[medianoche]. Los guardas del templo corrieron e informaron de la
nueva al capitán.
§ Éste llegó, y entre todos, con gran esfuerzo, lograron cerrarla. 16
Para los no iniciados, esto parecía ser el mejor de los augurios, pue
supusieron que Dios les había abierto la puerta de la felicidad. Pero la gente
más sabia se dio cuenta de que la seguridad del templo se estaba derrumbando de
por sí, y que la apertura de las puertas era un regalo para el enemigo; en sus
propias mentes, interpretaron esto como presagio de la venidera
desolación".
3.
Josefo informa de una tercera y gran maravilla que ocurrió al final de
esta segunda pascua en el año 66: "Se vio una aparición sobrenatural,
demasiado asombrosa para ser creída. Imagino que lo que ahora voy a relatar
será desestimado como imaginario, si no hubiese sido confirmado por testigos, y
luego seguido por subsiguientes desastres que merecían así ser señalizados. Pues antes de la puesta de sol, se vieron carruajes en el
aire por todo el país, así como batallones armados moviéndose velozmente a
través de las nubes y rodeando las ciudades"
4.
Una cuarta
señal ocurrió
dentro del templo el siguiente gran día de la fiesta, y de ella fueron testigos
los veinticuatro sacerdotes que estaban de guardia: "En una fiesta llamada
Pentecostés, cuando los sacerdotes habían entrado en los atrios interiores del
templo de noche para llevar a cabo los deberes de su ministerio como de
costumbre, declararon que habían oído, primero, una
violenta conmoción y un estruendo, luego una voz como la de una multitud, que
exclamaba: '¡Nos vamos de aquí!'"
5.
Hubo una
quinta señal en los cielos ese año: "Una estrella
que parecía una espada se paró sobre la ciudad, así como un cometa que
permaneció un año entero". Era obvio, como dice Josefo, que
Jerusalén "ya no era la morada de Dios".
§ Apelando, cuatro años más tarde, a los judíos revolucionarios para
que se rindieran, declaró: "Creo que la Deidad
ha huído de los santos lugares, y ahora se ha puesto del lado de aquéllos con
los cuales vosotros estáis en guerra. ¿Por qué, cuando un hombre
honorable huye de un hogar libertino, y aborrece a sus habitantes, creéis
vosotros que Dios todavía permanece con esa casa en su iniquidad - Dios, que ve
toda cosa oculta y oye lo que está envuelto en el silencio?"
§ Y, sin embargo, Israel no se arrepintió de su iniquidad. Ciego
a sus propios males y a los crecientes juicios que venían sobre él, Israel
permaneció firme en su apostasía, y continuó rechazando al Señor y en su lugar
adhiriéndose a sus falsos dioses. Chilton. Días de Retribución.
Nota: Chilton pregunta: ¿Adoraban
realmente los judíos a demonios y a ídolos?
·
Ya hemos notado (Ap. 2:9 y Ap. 3:9) el
carácter satánico del judaísmo, que no es la religión del Antiguo Testamento, sino más bien un falso culto, que asegura poseer
autorización bíblica (de la misma manera que el mormonismo, la Iglesia de la
Unificación, y otras sectas afirman que son bíblicas).
·
Como señala Herbert
Schlossberg: "En su significado más amplio, la idolatría se entiende
correctamente como cualquier sustitución de lo que es creado por el
creador".
Nota: Chilton dice: Al rechazar a Jesucristo, los judíos se
habían involucrado ineludiblemente en la idolatría; se habían apartado de la fe
de Abraham y servían a dioses de su propia hechura. Además, como veremos, la
idolatría judía no era ningún "teísmo" vago, indefinible, apóstata. Al abandonar a Cristo, los judíos, en realidad, se convirtieron en adoradores de
César.
Nota: Josefo da elocuente testimonio de esto,
escribiendo repetidamente acerca de la ira de Dios contra la apostasía de la
nación judía como la causa de sus infortunios:
"Por lo tanto, estos hombres pisoteaban todas las leyes de los hombres y se
reían de las leyes de Dios; y en cuanto a los oráculos de los
profetas, los ridiculizaban diciendo que eran trucos de juglares; y, sin
embargo, estos profetas predecían muchas cosas concernientes a las recompensas
de la virtud y los castigos del vicio, las cuales, cuando estos fanáticos las
violaban, ocasionaban el cumplimiento de las mismas profecías que pertenecían a
su propio país". Josefo - Guerra iv.vi.3.
"Ni sufrió jamás ciudad alguna tales
miserias, ni engendró jamás edad alguna una
generación más fructífera en maldad que ésta, desde el principio del
mundo". Guerra, v.x.5.
"Yo supongo
que, si los romanos hubiesen tardado más en caer sobre estos villanos, la
ciudad habría sido tragada por la tierra que se abría ante ellos, o inundada
por agua, o destruída por una tempestad como aquélla por la cual pereció
Sodoma, porque la ciudad había producido una
generación de hombres mucho más ateos que los que sufrieron tales castigos;
pues fue por su locura que todo el pueblo vino a ser destruído". Guerra v.xiii.6.
"Cuando la ciudad fue rodeada y ya no
pudieron recoger plantas, algunos fueron llevados a una aflicción tan terrible
que buscaban en las cloacas comunes y antiguos montones de estiércol de ganado,
y comían el estiércol que encontraban allí; y lo que antes ni siquiera miraban,
ahora lo usaban como alimento. Apenas los romanos oyeron esto, se despertó su
compasión; pero los rebeldes, que también lo vieron,
no se arrepintieron, sino que permitieron que la misma aflicción viniera sobre
ellos mismos, pues se volvieron ciegos a la suerte que ya estaba. Guerra v.xiii.7
Nota: Chilton dice que:
·
La descripción de la idolatría
de Israel que hace Juan concuerda con la posición profética usual; pero su acusación es una referencia aún más directa a la
condena de Babilonia que hace Daniel, especialmente en relación con
su culto a dioses falsos usando los utensilios sagrados del Templo. Daniel le
dijo al rey Belsasar:
"Contra el
Señor del cielo te has ensoberbecido, e hiciste traer delante de tí los vasos
de su casa, y tú y tus grandes, tus mujeres y tus concubinas, bebiste vino en
ellos; además de esto, diste alabanza a dioses de plata y oro, de bronce, de
hierro, de madera y de piedra, que ni ven, ni oyen, ni saben; y al Dios en cuya
mano está tu vida, y cuyos son todos tus caminos, nunca honraste" (Dan.
5:23).
·
La implicación de Juan es clara: Israel se ha convertido en una
Babilonia, cometiendo el sacrilegio de adorar dioses falsos con los tesoros del
templo; como Babilonia, ha sido "pesada
en balanza, y hallada falta"; como Babilonia, será conquistada
y su reino será poseído por los paganos (Dan. 5:25-31). Chilton. Días de Retribución.
Nota Chilton
Juan resume los crímenes de Israel, todos derivados de su idolatría (Rom.
1:18-32):
o
Esto condujo a los asesinatos
de Cristo y de los santos (Hech.
2:23, 36; 3:14-15; 4:26; 7:51-52, 58-60);
o
sus hechicerías (Hech. 8:9, 11; 13:6-11; 19:13-15;
comp. Apoc. 18:23; 21:8; 22:15);
o
su fornicación, una palabra que
Juan usa doce veces con referencia a la apostasía de Israel (Ap. 2:14; 2:20; 2:21; 9:21; 14:8;
17:2 [dos veces]; 18:9; 19:2); y
o
sus robos, un crimen a menudo
asociado en la Biblia con la apostasía y la resultante opresión y persecución
de los justos (Isa. 61:8;
Jer. 7:9-10; Eze. 22:29; Oseas 4:12; Mar. 11:17; Rom. 2:21; Sant. 5:1-6).
Nota: Chilton dice que: Durante los últimos
días, hasta la llegada de los romanos, las trompetas habían sonado, advirtiendo
a Israel que debía arrepentirse.
·
PERO la alarma no fue acatada,
y los judíos se endurecieron en su impenitencia.
·
La retirada de Cestio se
interpretó como que las profecías de Jesús sobre la
destrucción de Jerusalén eran falsas:
o
Los ejércitos del Eufrates
habían venido y rodeado a Jerusalén (Luc. 21:20), pero la amenazadora "desolación" no había ocurrido.
o
En vez de eso, los romanos
habían huído, arrastrando la cola entre las piernas.
·
Más y más confiados en la
bendición divina, los judíos se sumergieron temerariamente en mayores actos de
rebelión, sin darse cuenta de que fuerzas aún
mayores, desde el otro lado del Eufrates, estaban siendo aprestadas para la
batalla.
·
Esta vez no habría retirada.
Judea se convertiría en desierto, los israelitas serían masacrados y esclavizados,
y el templo sería arrasado hasta el suelo, sin que quedara piedra sobre piedra.
Chilton. Días de Retribución.
Resume: Estudio
– Ap. 9:13-21 El Séptimo Sello: La Sexta Trompeta
·
El Séptimo Sello: La Sexta
Trompeta
o ¡Las oraciones de los martirias contestado!
No hay comentarios:
Publicar un comentario