Punto de vista:
PRETERISTA
Nota: Continuación de la profecía de la destrucción de Jerusalén (Babilonia).
Nota: David Chilton, Milton Terry, J. Stuart Russell y Philip Carrington, creen que los capítulos restantes (Ap. 12-19) continúan la profecía de la
destrucción de Jerusalén (identificando a Babilonia también con
Jerusalén). Chilton afirma que "la segunda mitad del Libro de Ap.
cubre casi el mismo terreno que la primera, pero desde una perspectiva
diferente". Gregg, S. (1997). Ap., cuatro puntos de vista:
un comentario paralelo (págs. 252–254).
Nota: Chilton dice este sobre el libro: El libro de Apocalipsis es un documento de pacto.
Es una profecía, como las profecías del Antiguo Testamento. Esto significa que no tiene nada que ver con la "predicción"
de sucesos asombrosos como tales. Como profecía, su centro es
redentor y ético. Su preocupación es el pacto. La Biblia es la revelación de
Dios acerca de su pacto con su pueblo. Fue escrito para mostrar lo que Dios ha
hecho para salvar a su pueblo y glorificarse a sí mismo por medio de él. Chilton.
Días de Retribución.
Nota: Terry dice este
sobre el libro: "Debemos tener presente que, en todo este simbolismo
profético, tenemos delante de nosotros al imperio romano como un poder
perseguidor. Este Apocalipsis no tiene que ver con la historia de Roma... La
bestia no es un símbolo de Roma, sino del gran poder romano mundial, concebido
como el órgano de la serpiente antigua, el diablo, para perseguir a los dispersos
santos de Dios". Milton Terry, Apocalipsis bíblicos: un estudio
de las revelaciones más notables de Dios y de Cristo en las Escrituras
canónicas (1898), págs. 393 y sig.
Nota: Chilton dice que: Desde el punto de vista del Apocalipsis, el
hecho más importante acerca de Roma no es que es un estado poderoso, sino que
es la bestia, en oposición al Dios del pacto; el punto en discusión no es
esencialmente político, sino religioso. El Imperio Romano no es visto en
términos de sí mismo, sino sólo en términos de 1) la tierra (Israel), y
2) la Iglesia. Chilton. Días de Retribución.
LA BESTIA DEL MAR – Ap. 13:1–4
Ap. 13.1 (RVR95) Me paré sobre la arena del mar y vi
subir del mar una bestia que tenía
siete cabezas y diez cuernos: en sus cuernos tenía diez diademas, y sobre sus cabezas, nombres de blasfemia.
Ap.
13.1 (DHH) Vi subir del mar
un monstruo que tenía siete cabezas y diez cuernos. En cada cuerno
tenía una corona, y en las cabezas tenía nombres
ofensivos contra Dios.
Nota: Terry dice que: “El mar y la tierra” parecen representar todo
el mundo sobre el cual se ejerce la autoridad de la bestia! Terry, M. S.
(1898). Apocalipsis bíblicos: (p. 393).
Nota: Una bestia:
aquí, como en las visiones de Daniel, el símbolo de
una gran potencia mundial, enemiga de la Iglesia de Dios. Terry,
M. S. (1898). Apocalípticos bíblicos: (p. 392).
Nota: Chilton escribe: Esta Bestia ... no es solo una institución, sino
una persona; específicamente, como veremos, es el emperador Nerón. Esto se debe
a que, particularmente la forma en que la Biblia mira las cosas, los dos
podrían considerarse como uno. Roma fue, en cierta medida, identificada por el
pacto con su líder, como lo fue la raza humana con Adán; El Imperio estaba
encarnado y representado en el actual César (Nerón). Por lo tanto, la profecía
de San Juan puede cambiar de un lado a otro, o considerarlos a los dos juntos,
bajo la misma designación. Gregg, S. (1997). Apocalipsis, cuatro
puntos de vista: un comentario paralelo (pp. 278–280).
Nota: Chilton escribe:
La bestia tiene diez cuernos y siete
cabezas, una imagen (Gen.
1:26) del dragón (Ap.
12:3), que da a la bestia su poder y su trono y gran autoridad.
·
Los diez
cuernos coronados
(poderes) de la bestia se explican en Ap. 17:12 en términos de los gobernadores de las diez
provincias imperiales.
·
Las siete
cabezas se
explican como la línea de los Césares (Ap. 17:9-11): Nerón es una de las "cabezas".
Debemos tener presente la distinción lógica
que ya se ha trazado entre sentido (el significado y las asociaciones de un
símbolo) y el referente (el significado especial del símbolo como se usa en un
caso particular). Las connotaciones de cabezas y cuernos son las mismas
tanto en el dragón como en la bestia, pero se refieren a objetos diferentes.
Chilton. Días de Retribución.
Nota: Milton Terry cree que Roma solo aparece
en escena como agente principal del juicio que se produjo sobre Jerusalén en el
año 70 d. C.:
Debemos tener en cuenta que en todo este
simbolismo profético tenemos ante nosotros al imperio romano como un poder de
persecución. Este Apocalipsis no está preocupado por la historia de Roma ... La
bestia no es un símbolo de Roma, sino del gran poder mundial romano, concebido
como el órgano de la antigua serpiente, el Diablo, para perseguir a los santos
dispersos de Dios. Gregg, S. (1997). Revelación, cuatro puntos de
vista: un comentario paralelo (p. 280).
Nota: Sobre
sus cabezas, nombres de blasfemia.
Nota: Chilton nota
que: En una parodia de pesadilla del
sumo sacerdote bíblico, que llevaba el divino Nombre sobre su frente (Ex. 28:36-38), la bestia
despliega en sus cabezas nombres blasfemos.
·
Según la teología imperial
romana, los Césares eran dioses. Cada emperador era llamado “Augusto” o “Sebastos”,
que significa “Uno que ha de ser adorado”; también tomaban el
nombre de “divus” (dios) y hasta “Deus” y “Theos”
(Dios).
·
Se les erigieron muchos templos
por todo el imperio, especialmente en Asia Menor, como hemos observado.
·
Los Césares romanos recibían
honores que pertenecían solamente al único y verdadero Dios; Nerón exigía
absoluta obediencia, y hasta erigió una imagen de sí mismo de 120 pies de
altura.
·
Por esta razón, Pablo llamó a
César el "hombre de
pecado"; que era, (según Pablo),
o
"el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra
todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el
templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios" (2 Tes. 2:3-4).
·
Juan subraya este aspecto de la
bestia: También se le dio boca que hablaba grandes
cosas y blasfemias... Y abrió su boca en blasfemias contra Dios (Ap.
13:5-6).
·
Los cristianos fueron
perseguidos porque rehusaron unirse a este culto idólatra al experador. Chilton.
Días de Retribución.
Ap.
13.2 (RVR95) La bestia que vi era semejante a un
leopardo, sus pies eran como de oso y su boca como boca de león. El dragón le dio su poder, su trono y gran autoridad.
Ap.
13.2 (DHH) Este monstruo que yo vi, parecía un
leopardo; y tenía patas como de oso, y boca como de león. El dragón le dio su poder y su trono, y mucha autoridad.
Nota: Gregg dice: Se
ha observado que la bestia reúne características de cada una de las cuatro
bestias de Daniel. El primero, Babilonia, fue representado como un león; Esta
bestia tiene una boca como la boca de un león (v. 2). Es interesante que,
cuando Paul discutía su liberación del encarcelamiento bajo Nerón, comentó:
"¡Fui liberado de la boca del león!"
(2 Tim. 4:17). Gregg,
S. (1997). Apocalipsis, cuatro puntos de vista: un comentario paralelo
(págs. 280–282).
Nota: Chilton: El imperio romano está, además,
simbolizado como un animal feroz, voraz, salvaje y bajo maldición.
·
Juan dice que el aspecto de la bestia era como de un leopardo, con pies
como los de un oso, y la boca como de un león: "Los tres animales,
combinados así por el escritor, simbolizan rapidez y ferocidad al saltar sobre
su presa, tenacidad para retenerla y llevársela arrastrando, y voraz apetito
para devorarla". Moses Stuart, Un comentario sobre el Apocalipsis,
pág. 276.
·
Éstos son también los mismos
animales (enumerados en orden inverso) usados para describir los tres primeros
de los cuatro imperios mundiales de Dan. 7:1-6 (Babilonia, Medo-Persia, y
Grecia; compra la descripción que hace Daniel de los mismos imperios
bajo un símbolo diferente, en Dan.
2:31-45).
·
El cuarto
imperio, Roma, participa de las características malvadas y bestiales de los
otros imperios, pero es mucho peor: "He
aquí la cuarta bestia, espantosa y terrible, y en gran manera fuerte, la cual
tenía unos dientes grandes de hierro; devoraba y desmenuzaba, y las sobras
hollaba con sus pies, y era muy diferente de todas las bestias que vi antes de
ella, y tenía diez cuernos" (Dan. 7:7).
·
Como hemos notado en Ap. 12:3, este es el origen
de los diez cuernos y las siete cabezas del dragón (y también de la bestia)
(las tres cabezas de las bestias 1, 2, y 4, más las cuatro cabezas de la bestia
3: Dan. 7:6).
·
La bestia
de Apocalipsis es claramente el Imperio Romano, que
"combinaba en sí mismo todos los elementos de lo terrible y lo opresor
que había existido en la suma de los otros grandes imperios que lo precedieron;
también su extensión era igual a la de todos ellos juntos". Chilton. Días de Retribución.
Nota: Chilton dice: Esta bestia no es sólo una institución, sino una persona;
específicamente es el emperador Nerón. Chilton. Días de Retribución.
Nota: Chilton: Así, la profecía de Juan
puede moverse hacia atrás y hacia adelante entre ellos, o considerarlos juntos,
bajo la misma designación. Y tanto Nerón como el
imperio se sumergieron en actividades degradantes, degeneradas, y bestiales.
·
Nerón, que asesinó a numerosos
miembros de su propia familia (incluyendo a su esposa embarazada, a la cual
mató a puntapiés); que era homosexual, la etapa final de la degeneración (Rom.
1:24-32); cuyo afrodisíaco favorito consistía en ver a seres humanos sufrir
las torturas más horrorosas y repugnantes; que se vestía como bestia salvaje
para atacar y violar a prisioneros y prisioneras; que usaba los cuerpos de
cristianos que ardían en hogueras como las originales "velas romanas"
para iluminar sus depravadas fiestas de los jardines; que desencadenó la
primera persecución imperial contra los cristianos, a instigación de los
judíos, para destruir la Iglesia; este pervertido semejante a un animal, era el
gobernante del imperio más poderoso de la tierra. Y Nerón fijaba la pauta para
sus súbditos. Roma era la cloaca moral del mundo. Chilton. Días de Retribución.
Ap.
13.3-4 (RVR95) Vi una de sus cabezas como herida de
muerte, pero su herida mortal fue sanada. Toda la
tierra se maravilló en pos de la bestia, 4 y adoraron al dragón que
había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: «¿Quién como la bestia y quién podrá luchar contra ella?»
Ap.
13.3-4 (DHH) Una de las cabezas del monstruo parecía
tener una herida mortal; pero la herida fue curada,
y el mundo entero se llenó de asombro y siguió al monstruo. 4 Adoraron
al dragón porque había dado autoridad al monstruo, y adoraron también al
monstruo, diciendo: “¿Quién hay como este monstruo,
y quién podrá luchar contra él?”
Nota: Gregg dice que: A
muchos les ha intrigado que una de las cabezas de la bestia hubiera sido herida
de muerte, pero la herida se había curado (v. 3) para que la bestia
sobreviviera (v. 14). …. Si Nerón es la
cabeza herida de muerte, no es él quien sobrevive personalmente a la herida,
sino la bestia que sobrevive a la herida de una de
sus cabezas. A la muerte de Nerón, el Imperio Romano se vio envuelto
en violentas convulsiones de guerra civil y anarquía, en las que tres
emperadores se sucedieron en un solo año. Los historiadores consideran
sorprendente que el imperio se haya estabilizado y haya sobrevivido a este
período que fácilmente podría haber significado el final del dominio imperial.
Así, la recuperación del imperio bajo Vespasiano fue una maravilla para todos:
la bestia del imperio había sobrevivido a la herida mortal de una de sus
cabezas (Nerón). Gregg, S. (1997). Revelación, cuatro puntos de
vista: un comentario paralelo (p. 282).
Nota: Vi una
de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada. Chilton dice que: Algunos han señalado que, después de que
Nerón fue muerto, comenzó a circular el rumor de que
resucitaría y recuperaría el trono; suponen que, de algún modo, Juan
debía estarse refiriendo a este mito del Nerón redivivo. A mí me parece esto
un método muy insatisfactorio de manejar la Escritura. Juan menciona la
"herida mortal" de la bestia tres
veces en este pasaje (Ap.
13:12, Ap. 13:14); es claro que este símbolo es mucho más que casual, y
tenemos que intentar una explicación bíblica para él. Chilton. Días
de Retribución.
Nota: Chilton - Como ya
vimos, la bestia se parece al dragón.
·
El hecho de que reciba una
herida en la cabeza debería hacernos pensar en la escena en el jardín de Edén,
cuando Dios prometió que Cristo vendría y aplastaría la cabeza del dragón (Gén. 3:15).
- ·
Daniel había profetizado que,
en los días de los gobernantes romanos, el reino de Cristo aplastaría los
imperios satánicos y los reemplazaría, llenando la tierra.
- ·
En consecuencia, el testimonio
apostólico proclamó que Cristo había venido, que el diablo había sido
derrotado, desarmado, y atado, y que todas las naciones comenzarían a avanzar
hacia el monte de la Casa del Señor.
·
Dentro de la primera
generación, el evangelio se esparció rápidamente alrededor del mundo, a todas
las naciones; surgieron iglesias por todas partes, y algunos miembros de la
propia casa de César vinieron a la fe (Fil. 4:22). Días de Retribución.
Nota: Chilton (Ap. 13.3) quien cree que la herida mortal del Imperio Romano fue liberada por
el fenomenal éxito del Evangelio en los primeros
días, cuando incluso miembros de la propia casa de César entraron en
la fe (Fil. 4:22).
·
De hecho, Tiberio César
incluso solicitó formalmente que el Senado romano reconozca oficialmente la
divinidad de Cristo. ...
·
La Bestia había recibido la
herida en la cabeza, la herida hasta la muerte, pero aún vivía.
·
La realidad, por supuesto, era
que Cristo había derrotado al Dragón y la Bestia; pero las implicaciones de su
victoria todavía tenían que ser resueltas; los santos aún tenían que vencer y
tomar posesión (Dan. 7:
21–22; Ap. 12:11).
Nota: Chilton (Ap. 13:3) Y se maravilló
toda la tierra en pos de la bestia, y adoraron al dragón que había dado
autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia,
y quién podrá luchar contra ella?
·
Juan no está diciendo que el
mundo (la "tierra") sigue a la bestia; la
palabra que él usa aquí debería entenderse como Israel. Sabemos esto
porque el contexto identifica a sus adoradores como los que moran en la tierra
(Ap. 13:8, 12, 14) -
una frase técnica usada doce veces en Apocalipsis para denotar al Israel apóstata.
·
Por supuesto, es verdad que
Nerón fue amado por todo el imperio como el benévolo proveedor de bienestar y entretenimiento.
Pero es Israel en particular el que es condenado por
adorar al emperador.
·
Enfrentados con la necesidad de
escoger entre Cristo y César, habían proclamado: ¡Nosotros
no tenemos más rey que César! (Juan 19:15).
·
"Con esta exclamación, el
judaísmo, en la persona de sus representantes, fue culpable de negar a Dios,
blasfemar, apostatar. Se suicidó".
·
Su reacción a la guerra
aparentemente victoriosa de César contra la Iglesia (Ap. 11:7) fue de admiración y culto.
·
Israel se puso del lado de César
y el Imperio contra Cristo y la Iglesia.
·
Por lo tanto, en fin de
cuentas, estaban adorando al dragón, y por esta razón Jesús mismo llamó a sus
asambleas de culto sinagogas de Satanás (Ap. 2:9; 3:9). Chilton. Días de Retribución.
LA BLASFEMIA Y LA GUERRA DE LA BESTIA CON LOS SANTOS – Ap. 13:5-10
Ap.
13.5 (RVR95) También se le dio boca que hablaba
arrogancias y blasfemias, y se le dio autoridad para actuar por cuarenta y dos meses.
Ap.
13.5 (DHH) También se le permitió al monstruo decir
cosas arrogantes y ofensivas contra Dios, y tener autoridad durante cuarenta y dos meses.
Nota: David Chilton escribe que el período de 42 meses ... es una figura simbólica en
lenguaje profético, que significa un momento de problemas, cuando los enemigos
de Dios están en el poder, o cuando se está vertiendo el juicio, mientras el
pueblo de Dios espera la venida del Reino ... Su uso profético no es
principalmente literal, aunque es interesante que la persecución de Nerón a la
Iglesia en realidad duró 42 meses completos, desde mediados de noviembre del 64
hasta principios del 68 de junio. Este período de 42 meses así corresponde
(pero no es necesariamente idéntico) a los 42 meses / 1,260 días de Ap. 11:2–3 y el "tiempo,
tiempos y medio tiempo" de Apocalipsis
12:14. Gregg, S. (1997). Apocalipsis, cuatro puntos de vista: un
comentario paralelo (págs. 288–290).
Ap.
13.6 (RVR95) Y abrió su boca para blasfemar contra
Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo
y de los que habitan en el cielo.
Ap.
13.6 (DHH) Y así lo hizo; habló contra Dios, y dijo cosas ofensivas contra él y su santuario y contra los
que están en el cielo.
Nota: Todos los emperadores
permitieron, alentaron o hicieron cumplir la adoración de sí mismos, al menos
en su asunción de títulos divinos como Sebastos (que significa "uno para ser adorado") y divus, Deus y Theos
(todos significan "dios"). Así
leemos de las blasfemias de la bestia (v. 5). Se indica además que todos los
que moran en la tierra [o tierra] participan en su adoración (v. 8). Gregg,
S. (1997). Revelación, cuatro puntos de vista: un comentario paralelo
(p. 286).
Ap.
13.7 (RVR95) Se le permitió
hacer guerra contra los santos, y
vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y
nación.
Ap.
13.7 (DHH) También se le
permitió hacer guerra contra el pueblo santo, hasta vencerlo; y se
le dio autoridad sobre toda raza, pueblo, lengua y nación.
Nota: Gregg dice que: Durante
un tiempo, Dios permitió al bestia hacer guerra con los santos y vencerlos (v.
7). Esta guerra tomó la forma de la persecución de la iglesia por el Imperio
Romano, y especialmente por Nerón, poco antes de la destrucción de Jerusalén.
La persecución de Nerón a la iglesia es bien conocida y no necesita
documentación aquí.
Nota: David S. Clark explica esta visión de la guerra de la bestia: El diablo se había
ido para hacer la guerra, o para perseguir a la simiente de la mujer que guarda
los mandamientos de Dios. En consecuencia, lo hace a través de esta gran
potencia mundial, el imperio de Roma. Roma se convierte en el agente del
diablo. La historia nos habla de las persecuciones de Roma; cómo decapitaron a
Pablo, y Pedro crucificó la cabeza hacia abajo; cómo arrojaron a los cristianos
a los leones, los expusieron al frío, se ahogaron en los ríos, los arrojaron en
calderos de aceite hirviendo, los embadurnaron con brea y los quemaron para
encender las antorchas; cómo se les infligió toda tortura concebible; cómo se
ejerció todo el poder y el poder del imperio romano para extirparlos, hasta que
la iglesia finalmente conquistó a su perseguidor. Gregg, S. (1997). Apocalipsis,
cuatro puntos de vista: (págs. 286–288).
Nota: Chilton dice: Nuevamente, Juan llama
nuestra atención a las blasfemias de la bestia contra Dios (Ap. 13:1). Específicamente,
dice, la bestia busca blasfemar el nombre de Dios y
su tabernáculo, los que moran en el tabernáculo del cielo.
·
Nuestra ciudadanía está en los
cielos (Fil. 3:20),
somos entronizados allí por Cristo, nuestro representante (Ef. 1:20; 2:6), y, como
hemos visto, la adoración oficial de la Iglesia tiene lugar en los cielos, con
millares de ángeles, en una asamblea festiva (Heb. 12:22-23).
·
En contraste con los que
rechazan la fe, los que "moran en la tierra",
el pueblo del Nuevo Pacto mora en los cielos alrededor del trono de Dios.
·
Por lo tanto, Juan simultáneamente le habla a
la Iglesia tanto de la cruel oposición de la bestia contra ella y la certeza de
la protección alrededor del trono en la corte celestial. Chilton. Días
de Retribución.
Ap.
13.8 (RVR95) La adoraron todos los habitantes de la
tierra cuyos nombres no estaban escritos desde el principio del mundo en el
libro de la vida del Cordero que fue inmolado.
Ap.
13.8 (DHH) A ese monstruo lo adorarán todos los
habitantes de la tierra cuyos nombres no están escritos, desde la creación del
mundo, en el libro de la vida del Cordero que fue sacrificado.
Nota:
Chilton señala que la "adoración" se puede entender en términos
de "lealtad y obediencia cotidiana y práctica".
Esto es ciertamente lo que se dice que nuestra “adoración espiritual” (NKJV
“servicio razonable”) a Dios está en Rom. 12:1–2. ¡Los judíos, al rechazar la lealtad a Cristo y
elegir la lealtad al César, se hicieron culpables de adorar a las bestias! Dada
la oportunidad de poseer a Cristo como su rey ante Pilato, los judíos
proclamaron: "¡No
tenemos más rey que César!" (Juan 19:15). Alfred Edersheim
escribe: “Con este grito, el judaísmo fue, en la persona de sus representantes,
culpable de la negación de Dios, de la blasfemia, de la apostasía. Se suicidó. Gregg,
S. (1997). Apocalipsis, cuatro puntos de vista: (p. 286).
Nota: Chilton dice: Juan repite lo que nos ha
dicho en Ap. 13:3-4: Todos
los que moran en la tierra (es decir, los
israelitas apóstatas) le adorarán.
·
Debemos recordar que la Biblia
habla de culto en términos tanto de la adoración oficial, litúrgica (un
"servicio de culto") como lealtad y obediencia diaria, práctica.
·
Confrontados con la necesidad
práctica de elegir entre César y su Señor, los judíos eligieron a César.
·
La
idolatría – “la adoración a la criatura antes que a Creador” - es la
marca de aquél cuyo nombre no ha sido inscrito desde la fundación del mundo en
el libro de la vida del Cordero que fue inmolado.
·
Desde el principio, los impíos
han estado predestinados a la condenación.
·
Esto no sólo es un necesario
correlativo a las doctrinas bíblicas de la soberanía de Dios y su elección
incondicional de su pueblo (Hechos
13:48), sino que se enseña explícitamente en las Escrituras (Prov. 16:4; Mat. 11:25; Marcos
4:11-12; Juan 12:37-40; Rom. 9:13; 11:7-10; 1 Ped. 2:7-8; Jude 4; Ap. 17:8, 17).
·
La lista
de membresía de la Iglesia celestial de Dios ha existido desde la fundación del
mundo, eterna e inmutable.
·
Desde el punto de vista del
decreto eterno de Dios, por lo tanto, estos circuncisos violadores del pacto
que adoran a la bestia jamás han estado incluidos en el Libro de la Vida.
·
En su lugar, los que buscan
excomulgar a los seguidores del Cordero son ellos mismos dejados fuera del
pacto. Chilton. Días de Retribución.
Ap.
13.9-10 (RVR95) Si alguno
tiene oído, oiga: 10
«Si alguno lleva en cautividad, a cautividad irá. Si alguno mata a espada, a
espada será muerto». Aquí está la perseverancia y la fe de los santos.
Ap.
13.9-10 (DHH) Si alguno
tiene oídos, oiga: “A los que deban ir presos, se los llevarán
presos; y a los que deban morir a filo de espada, a filo de espada los
matarán.” Aquí se verá la fortaleza y la fe del pueblo santo.
Nota: Chilton dice: Juan interrumpe su
descripción de “los adoradores de la bestia”
para exhortar a sus lectores a prestar mucha atención a lo que ahora les va a
decir: Si alguno tiene oído, oiga.
·
Juan está citando libremente a Jeremías 15:2, un versículo
que ocurre en un extenso pasaje que detalla el rechazo de Jerusalén por parte
de Dios. A Jeremías se le instruye que no ore por la
nación, porque ésta ha sido destinada a la destrucción (Jer. 14:10-12); en
realidad, aunque aquellos grandes intercesores, Moisés (Ex. 32:11-14; Num. 14:13-24) y Samuel (1 Sam. 7:5-9; 12:9-15),
oraran por ellos, Dios dice que Él no escucharía (Jer.
15:1).
·
No hay dónde esconderse del juicio, y cuando el pueblo aterrorizado preguntó: "¿A dónde iremos?", Jeremías hubo de contestar:
El que a muerte, a muerte; el que a espada, a espada; el que a hambre, a
hambre; y el que a cautiverio, a cautiverio. (Jer. 15:2).
Nota: Chilton dice: En lenguaje que recuerda las palabras premonitoras
de Jesús a las mujeres de Jerusalén (Luc. 23:28-31),
Jeremías pasa a describir la destrucción venidera de la tierra (Jer. 15:5-9).
·
Recordando a sus lectores este
pasaje y su cumplimiento histórico en la destrucción de Jerusalén y el primer
templo por los babilonios (587 a. C.), Juan hace hincapié en la certeza del
juicio venidero contra los judíos apóstatas del siglo primero, los que se han
aliado con la bestia para perseguir a los santos.
·
Los impíos no pueden escapar: Han sido
destinados para el cautiverio y la espada.
Nota importante:
La confianza en
el gobierno de Dios es la esencia de la paciente fe a la cual es llamado el
pueblo de Dios. Hemos de poner nuestra confianza, no
en el hombre, no en las malvadas maquinaciones de diabólicos conspiradores,
sino en Dios, que gobierna el mundo para su gloria. Su juicio vendrá con seguridad. La paciente
espera de esto es la perseverancia y la fe de los santos. Días de Retribución.
LA SEGUNDA BESTIA – Ap. 3:11–15
Ap.
13.11 (RVR95) Después vi otra bestia que subía de la
tierra. Tenía dos cuernos semejantes a los de un
cordero, pero hablaba como un dragón.
Ap.
13.11 (DHH) Después vi otro monstruo, que subía de la
tierra. Tenía dos cuernos que parecían de cordero,
pero hablaba como un dragón.
Nota: David Chilton, quien, como Russell,
cree que la venida de la bestia "de la tierra" debe referirse a
Israel, pero ve su apariencia “como un Cordero”
(v. 11) como una referencia a los falsos profetas.
Jesús dijo: "Cuidado con los
falsos profetas, que vienen a ti vestidos de oveja, pero por dentro son lobos
voraces" (Mateo
7:15). Esta bestia se llama más tarde "el
falso profeta" (Ap.
16:13; 19:20; 20:10).
·
Chilton parece tomar a la bestia aquí para representar el sistema religioso
judío y el liderazgo colectivamente como un falso agente de Dios: “Es
importante recordar que el judaísmo no es la religión del Antiguo Testamento;
más bien, ¡es un rechazo de la fe bíblica por completo a favor de la herejía
farisaica y talmúdica.” Gregg, S.
(1997). Apocalipsis, cuatro puntos de vista: (p. 298).
Nota: Chilton dice: De la misma manera en que la bestia que subía del mar
era una imagen del dragón, vemos otra criatura que es imagen de la bestia. Juan
vio esta bestia subiendo de la tierra, surgiendo desde dentro de Israel mismo. En Ap. 16:13 y Ap. 19:20
se nos da la identificación de esta bestia
terrestre.
·
Es el falso profeta, que
representa lo que Jesús había predicho que tendría lugar en los últimos días de
Israel: "Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el
Cristo; y a muchos engañarán... Y muchos falsos profetas se levantarán, y
engañarán a muchos" (Mat. 24:5, 11).
·
El surgimiento de falsos
profetas es paralelo al de los anticristos; pero, mientras los anticristos
habían apostatado hacia el judaísmo desde dentro de la Iglesia, los falsos profetas eran dirigentes religiosos judíos que
buscaban seducir a los cristianos desde fuera.
Nota: Chilton dice:
·
Es importante recordar que el
judaísmo no es en absoluto religión del Antiguo Testamento; más bien, es un completo rechazo de la fe bíblica en favor de la
herejía farisaica y talmúdica.
·
Como los Mormones, los Testigos
de Jehová, la Iglesia de la Unificación, y otras sectas, el judaísmo asegura
que está basada en la Biblia; pero su verdadera
autoridad viene de las tradiciones de los hombres.
·
Jesús fue bien claro: El judaísmo niega a Cristo precisamente porque niega a Moisés (Juan
5:45-47).
·
Sólo el cristianismo ortodoxo
es la verdadera continuación y el verdadero cumplimiento de la religión del
Antiguo Testamento (Mat.
5:17-20; 15:1-9; Mar. 7:1-13; Luc. 16:29-31; Juan 8:42-47). Chilton.
Días de Retribución.
Ap.
13.12 (RVR95) Ejerce toda la autoridad de la primera
bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y
sus habitantes adoren a la primera bestia, cuya herida mortal
fue sanada.
Ap.
13.12 (DHH) Y tenía toda la autoridad del primer monstruo,
en su presencia, y hacía que la tierra y sus
habitantes adoraran al primer monstruo, el que había
sido curado de su herida mortal.
Nota: Chilton dice: Los dirigentes judíos, simbolizados por esta bestia que subía
de la tierra, unió fuerzas con la bestia de Roma en un intento por destruir la
Iglesia (Hech. 4:24-28; 12:1-3; 13:8;
14:5; 17:5-8; 18:12-13; 21:11; 24:1-9; 25:2-3, 9, 24).
·
Así, la bestia que subía de la
tierra ejercía toda la autoridad de la primera bestia:
"Como la
primera bestia es el agente del dragón, así también la segunda bestia es el
agente de la primera bestia. 'Toda la autoridad' convierte por completo a la
segunda bestia en el agente de la primera bestia". Chilton. Días
de Retribución.
Ap.
13.13 (RVR95) También hace
grandes señales, de tal manera que incluso hace descender fuego del
cielo a la tierra delante de los hombres.
Ap.
13.13 (DHH) También hacía
grandes señales milagrosas. Hasta hacía caer fuego del cielo a la
tierra, a la vista de la gente.
Nota: Sobre los puntos en
que esta bestia ejerce toda la autoridad de la primera bestia (v. 12) y ejerce
poderes sobrenaturales (v. 13), Chilton escribe:
Los líderes judíos, simbolizados por esta “Bestia de la Tierra”, unieron fuerzas con la “Bestia de Roma” en un intento de destruir la
Iglesia (Hechos 4: 24–28;
12:1–3; 13:8; 14:5; 17:5–8; 18:12–13; 21:11; 24:1–9; 25 2–3, 9, 24) ...
El Libro de los Hechos registra varios casos de falsos profetas judíos que
hicieron milagros que vinieron entrar en conflicto con la Iglesia (Hechos 8:9–24) y trabajar
bajo la autoridad de los romanos (Hechos 13:6–11); como predijo Jesús (Mateo 7:22-23), algunos de ellos incluso usaron
su nombre en sus encantamientos (Hechos 19:13-16). Gregg, S. (1997). Apocalipsis,
cuatro puntos de vista: (pp. 298–300).
Ap.
13.14-15 (RVR95) Engaña a
los habitantes de la tierra con las
señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, diciendo a los
habitantes de la tierra que le hagan una imagen a la bestia que fue herida de
espada y revivió. 15 Se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia,
para que la imagen hablara e hiciera matar a todo el
que no la adorara.
Ap.
13.14-15 (DHH) Y por medio de esas señales que se le
permitía hacer en presencia del primer monstruo, engañó
a los habitantes de la tierra y les
mandó que hicieran una imagen de aquel monstruo que seguía vivo a pesar de
haber sido herido a filo de espada. 15 Y al segundo
monstruo se le dio el poder de dar vida a la imagen del primer monstruo,
para que aquella imagen hablara e hiciera matar a
todos los que no la adorasen.
Nota: Chilton observa: El carácter idólatra
del apóstata Israel se asume a lo largo del mensaje del Nuevo Testamento. El
apóstol Pablo acusa específicamente a los judíos de ilegalidad y apostasía. En Rom. 2:21–22, dice: “¿Tú, por lo
tanto, que enseñas a otro, no te enseñas a ti mismo? " ... El
falso profeta de Apocalipsis representa nada menos que el liderazgo del
apóstata Israel, que rechazó a Cristo y adoró a la Bestia. Gregg, S.
(1997). Revelación, cuatro puntos de vista: (p. 300).
Nota: Chilton dice: El judaísmo apóstata se subordinó por completo al estado romano.
·
Esto es subrayado por la
afirmación de Juan (Ap. 13:14) de que el falso profeta ejerció la autoridad de
la bestia en su presencia.
·
Esto
contrasta directamente con la función del verdadero profeta, que estaba en pie "delante [del rostro] del Señor", en
la presencia de Dios, bajo su autoridad y su bendición (1 Sam. 1:22; 2:18, 1 Rey. 17:1), de la
misma manera en que se dice que los siete ángeles/trompetas "estaban en
pie delante de Dios" (Ap.
8:2). Chilton. Días de Retribución.
Nota: Chilton dice: El falso profeta también hizo grandes milagros en el servicio
del imperio:
·
A diferencia de los impotentes
y falsos profetas de Baal, hasta hace llover fuego del cielo a la tierra; así
engaña este falso Elías a los que moran en la tierra.
·
Jesús había advertido que
"se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes
señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los
escogidos" (Mat.
24:24), y esto se cumplió numerosas veces al progresar hasta su clímax
el período de los "últimos días" de Israel. Chilton. Días
de Retribución.
Nota: Chilton dice: El libro de los Hechos
registra varios casos de falsos profetas judíos que
hacían milagros, y que entraron en conflicto con la Iglesia (Hechos 8:9-24) y trabajaron
a las órdenes de oficiales romanos (Hech. 13:6-11); como Jesús había predicho (Mat. 7:22-23), algunos de
ellos hasta usaron su nombre en sus encantamientos (Hech. 19:13-16).
En imitación de los profetas bíblicos, que
invocaban la ira llameante de Dios contra los apóstatas y violadores de la ley
(Lev. 10:1-2; Num. 16:28-35;
1 Rey. 18:36-40; 2 Rey. 1:9-16; Amos 1:3-2:5; Ap. 11:5), los dirigentes
judíos parecían ejercer los juicios de Dios contra la Iglesia, excomulgando
cristianos de las sinagogas y persiguiéndoles hasta la muerte. Chilton. Días de Retribución.
LA MARCA DE LA BESTIA: Ap. 13.16-18
Ap.
13.16-17 (RVR95) Y hacía que a todos, pequeños y
grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiera una marca en la mano
derecha o en la frente, 17 y que ninguno pudiera
comprar ni vender, sino el que tuviera la marca o el nombre de la
bestia o el número de su nombre.
Ap.
13.16-17 (DHH) Además, hizo que a todos, pequeños y
grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, les pusieran una marca en la mano
derecha o en la frente. 17 Y nadie podía comprar ni
vender, si no tenía la marca o el nombre del monstruo, o el número
de su nombre.
Nota: Chilton dice que: La imagen misma inspirada por el espíritu de
la bestia puede hacer que sean muertos todos los que no adoran a la imagen de
la bestia.
·
Las sinagogas judías hacían
cumplir la sumisión al emperador. En realidad, la acusación de sus dirigentes
contra Cristo mismo era que Él era el rival de la total autoridad de César (Juan 19:12-15).
·
De manera similar, organizaban
boicots económicos contra los que rehusaban someterse a César como señor,
prohibiendo los dirigentes de las sinagogas "todo trato con los excomulgados", y
hasta ejecutando a los que no obedecían. Chilton. Días de Retribución.
Nota: Chilton señala: Del mismo modo [los
líderes judíos] organizaron boicots económicos contra aquellos que se negaron a
someterse al César como Señor, los líderes de las sinagogas "prohibieron
todos los tratos con los excomulgados", y llegaron al extremo de matarlos.
Gregg, S. (1997). Revelación, cuatro puntos de vista: un comentario
paralelo (p. 304).
Nota:
Chilton dice que: Y hacía
que todos, (note las seis categorías) pequeños y grandes, ricos y pobres,
libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha o en la frente;
y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que
tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.
·
El libro
de los Hechos está tachonado de incidentes de persecución judía organizada
contra la Iglesia (Hech. 4:1-3, 15-18; 5:17-18, 27-33, 40; 6:8-15;
7:51-60; 9:23, 29; 13:45-50; 14:2-5; 17:5-8, 13; 18:17; 20:3; 22:22-23; 23:12,
20-21; 24:27; 26:21; 28:17-29; comp. 1 Tes. 2:14-16). Chilton. Días
de Retribución.
Nota: Chilton dice que:
·
Todo esto, en fin de cuentas,
servía los intereses de César contra Cristo y la Iglesia; y, por supuesto, la
"marca de la bestia" es la
parodia satánica del "sello de Dios"
en las frentes y en las manos de los justos (Ap. 3:12; 7:2-4; 14:1), la marca de la sincera
obediencia a la Ley en pensamiento y obra (Deut. 6:6-8), la marca bendición y protección (Eze. 9:4-6), la señal de
que uno es SANTO AL SEÑOR (comp. Éx. 28:36).
·
Israel ha rechazado a Cristo, y
está "marcado" con el sello del
total señorío de Roma; ha dado su lealtad al César, y es obediente a su
gobierno y a su ley.
·
Israel decidió ser salvado por el estado
pagano, y persiguió a los que buscaban salvación en
Cristo. Chilton. Días de Retribución.
Nota: Chilton dice: El
Nuevo Testamento da abundante testimonio de este hecho (tiene la marca de la
bestia).
·
La
jerarquía judía estaba envuelta en un intento enorme y organizado de destruir la
Iglesia por medio del engaño y la persecución.
·
En pos de
esta meta diabólica, se unieron en una conspiración
con el gobierno romano contra el cristianismo. Algunos de ellos podían hacer
milagros al servicio de Satanás.
·
Todo esto es exactamente lo que
se nos dice de la bestia que sube de la tierra.
·
El falso
profeta del Apocalipsis representa nada menos que a los dirigentes del Israel apóstata, que
rechazaba a Cristo y adoraba a la bestia. Chilton. Días de Retribución.
Ap.
13.18 (RVR95) Aquí hay sabiduría. El que tiene
entendimiento cuente el número de la bestia,
pues es número de hombre. Y su número es seiscientos
sesenta y seis.
Ap.
13.18 (DHH) Aquí se verá la sabiduría; el que entienda,
calcule el número del monstruo, que es un
número de hombre. Ese número es el seiscientos
sesenta y seis.
Nota: Chilton dice que:
·
Durante los tres años de su
ministerio en Éfeso, el apóstol Pablo constantemente sufrió persecución
a causa de "las asechanzas de los judíos"
(Hechos 20:19); al
describir sus conflictos con ellos, les llamó "fieras"
(1 Cor. 15:32).
·
La bestia judía fue el enemigo
más engañoso y peligroso de la Iglesia primitiva. Pablo advirtió enérgicamente
a la Iglesia contra los judaizantes que propagaban "mitos judíos":
"Profesan conocer a Dios, pero con los hechos
lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena
obra" (Tito
1:14, 16). Chilton. Días de Retribución.
Nota: Gregg dice: Una de las principales
evidencias para identificar a la bestia con Nerón es esta información sobre el
número de su nombre (Ap. 13:17). Obviamente, John no esperaba que sus lectores
que tenían comprensión (Ap. 13:18) tuvieran alguna dificultad para identificar
a la bestia, ya que simplemente podían calcular el significado de este
criptograma. Aquí, usando caracteres ingleses, la forma hebrea de "César
Nero" es Nrwn Qsr (pronunciado "Neron Kaiser"). El valor de las
siete letras hebreas es 50, 200, 6, 50, 100, 60 y 200, respectivamente. Por lo
tanto, el total es 666. Esta es la solución recomendada por David S. Clark, Jay
Adams, Kenneth Gentry, David Chilton. Gregg, S. (1997). Revelación,
cuatro puntos de vista: un comentario paralelo (p. 302).
Nota: Gregg dice: Lo más probable es que el
código utilizara la forma hebrea en lugar de la forma griega o latina del
nombre para evitar ser detectado por las autoridades romanas, que conocerían
tanto el latín como el griego, pero no el hebreo.
Los lectores del libro, sin embargo, sabían hebreo considerable, a juzgar por
los muchos símbolos tomados del Antiguo Testamento y también el uso de palabras
hebreas por parte de Juan como Armagedón, Amén, Aleluya, Satanás (un nombre
hebreo, usado además de la palabra griega para diablo) y Abaddon (además de su
homólogo griego Apollyon). Gregg, S. (1997). Revelación, cuatro
puntos de vista: un comentario paralelo (p. 302).
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