Punto de vista: PRETERISTA: Chilton y Terry
El (Ap. 21:1-8)
Ap.
21.1 (RVR95) Entonces vi un
cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera
tierra habían pasado y el mar ya no existía más.
Ap.
21.1 (DHH) Después vi un
cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera
tierra habían dejado de existir, y también el mar.
Nota: Terry – Ap. 21:1. Cielo
nuevo y tierra nueva: Este ideal de una nueva creación es
apropiado de Is. 65:17-18:
“He
aquí, yo creo nuevos cielos y una nueva tierra:
y los primeros no serán recordados, ni se les ocurrirán. Pero alégrate y
regocíjate para siempre en lo que yo creo: porque he aquí, creo que Jerusalén
es un regocijo y su pueblo un gozo ".
·
En este libro (Rev.), como en
Isaías, la
referencia es a “la renovación del mundo” por la venida y el reinado del Mesías.
Esta nueva creación es "la regeneración"
(παλινγενεσία) mencionada en Mat.
19:28, y la "restauración de todas las
cosas" (ἀποκατάστασις πάντων) mencionada en Hechos 3:21. Esta
renovación, como Heb. 12:26,
27, muestra, implica la eliminación o el fallecimiento de lo viejo y
agitado.
·
Y el
mar ya no existe: interpretar esta
afirmación literalmente sería generar confusión en todo el panorama. Se
menciona que el cielo, la tierra y el mar incluyen todos los "elementos"
(comp. 2 Pedro 3:10),
y simbolizan lo que Pablo llama "la moda (σχῆμα)
de este mundo" (1
Cor. 7:31).
·
La nueva
creación, forjada por la verdad, y la palabra, y la
espada, y la vara del gran Conquistador de Ap. 19:11-16, no serán sacudidas por la agitada
agitación y los problemas que la mente hebrea asoció con el mar (comp. Is 57:20, 21). No habrá más mar como aquel del que salió la bestia (Ap.13:1). Terry, M. S. (1898). Apocalipsis
bíblicos: un estudio de las revelaciones más notables de Dios y de Cristo en
las Escrituras canónicas (pp. 459-460).
Nota: Chilton - Él ve un nuevo
cielo y una nueva tierra, porque el primer cielo y la primera tierra
pasaron, habiendo huído de delante del Juez (Ap.
20:11). El mundo antiguo es completamente reemplazado por el nuevo; la
palabra usada no es neos (novedad cronológica), sino kainos
(novedad de clase, calidad superior).
Chilton. (n.d.). Dias de Retribucion.
Nota: Chilton - Pero esta visión “del cielo nuevo y la tierra nueva” no debe ser
interpretada como completamente futura.
·
Como veremos repetidamente
durante el estudio de este capítulo, lo que ha de
ser absoluta y completamente verdadero en la eternidad es definitiva
y progresivamente verdadero ahora.
·
Nuestro disfrute de la herencia
eterna será la continuación y el perfeccionamiento de lo que es verdadero sobre
la Iglesia en esta vida.
·
No debemos simplemente esperar
las bendiciones de Apocalipsis
21 en una eternidad venidera, sino disfrutar
de ellas y regocijarnos en ellas y extenderlas aquí y ahora.
·
Juan le estaba hablando a la
Iglesia primitiva de las realidades presentes, de las bendiciones que ya
existían y que aumentarían a medida que el evangelio saliera y renovara la
tierra. Chilton. (n.d.). Días de Retribución.
Nota: Chilton -La salvación se presenta
consistentemente en la Biblia como una re-creación.
·
Es por esto por lo que en la
Escritura se usan el lenguaje y el simbolismo creacionista cada vez que Dios
habla de salvar a su pueblo.
·
Hemos visto cómo la liberación
del pueblo de Dios durante el diluvio y el Éxodo por parte de Dios son
considerados por los escritores bíblicos como nuevas
creaciones provisionales, que apuntan a la nueva creación definitiva
en el primer advenimiento de Cristo.
·
Por eso, Dios habló por medio
de Isaías de las bendiciones del venidero reino de Cristo:
Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva
tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento. Mas os gozaréis y os
alegraréis para siempre en las cosas que yo he creado; porque he aquí que yo
traigo a Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo.
Y me alegraré con
Jerusalén, y me gozaré con mi pueblo; y nunca más se oirán en ella voz de
lloro, ni voz de clamor.
No habrá más allí niño
que muera de pocos días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá
de cien años, y el pecador de cien años será maldito.
Edificarán casas, y
morarán en ellas; plantarán viñas, y comerán del fruto de ellas.
No edificarán para que
otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque según los días de los
árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra de sus
manos.
No trabajarán en vano,
ni darán a luz para maldición; porque son linaje de los benditos de Jehová, y
sus descendientes con ellos.
Y antes que clamen,
responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído.
El lobo y el cordero
serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será
el alimento de la serpiente.
No afligirán, ni harán
mal en todo mi santo monte, dijo Jehová
(Is. 65:17-25).
·
Este pasaje (Is. 65:17-25) no puede estar hablando del cielo, o de un tiempo después del fin del mundo; porque en este "nuevo cielo" y esta "nueva tierra" hay
muerte todavía; la gente está construyendo, plantando, trabajando, y
teniendo hijos.
·
Isaías está claramente haciendo una afirmación sobre esta era, antes del fin del mundo, mostrando lo que las
futuras generaciones pueden esperar al penetrar el evangelio el mundo,
restaurar la tierra a la condición de paraíso, y realizar los objetivos del
reino.
·
Isaías está describiendo
las bendiciones de Deuteronomio
28 en su más grande cumplimiento terrenal.
·
Por eso, cuando Juan nos dice que él
vio "un cielo nuevo y una tierra nueva",
debemos reconocer que el principal significado de esa frase es simbólico, y
tiene que ver con las bendiciones de la salvación. Chilton. (n.d.). Dias
de Retribucion.
Nota: Chilton - Quizás el texto definitivo en
el Nuevo Testamento sobre "el nuevo cielo y la
nueva tierra" sea 2 Pedro 3:1-14.
·
Allí, Pedro les recuerda a sus
lectores que Cristo y todos los apóstoles habían advertido sobre una acelerada apostasía
hacia los "últimos días" (2 Ped. 3:2-4); Judas 17-19) - que, como
hemos visto, era el período transicional de cuarenta años (Heb. 8:13) entre
la ascensión de Cristo y la destrucción del templo del antiguo pacto,
cuando las naciones estaban comenzando a fluir hacia el monte de Dios (Is. 2:2-4; Hechos 2:16-17; Heb.
1:2; Santiago 5:3; 1 Ped. 1:20; 1 Juan 2:18).
·
Como explicó Pedro con
claridad, estos "burladores" de los
últimos días serían apóstatas del pacto: Judíos
familiarizados con la historia y las profecías del Antiguo Testamento, pero que
habían abandonado el pacto al rechazar a Cristo.
·
Sobre esta malvada e impía
generación vendría el gran "Día del Juicio"
predicho por los profetas, una "perdición de
los hombres impíos" como la que sufrieron los impíos de los
días de Noé (2 Ped. 3:5-7;
Mat. 24:37-39; Luc. 17:26-27).
·
Tal como Dios había destruido
el "mundo" de esos días por
medio del diluvio, así destruiría el "mundo"
del Israel del siglo primero por medio del fuego en la caída de Jerusalén.
·
Pedro describe esto como la destrucción de "los cielos y la tierra que existen ahora" (2 Ped. 3:7), preparando el
camino para los "nuevos cielos y la nueva
tierra" (Ap.
21:13).
·
A causa de la terminología de
"universo colapsante" usada en
este pasaje, muchos han supuesto erróneamente que Pedro está hablando del fin
del cielo físico y de la tierra física, más bien que
de la disolución del orden mundial del antiguo pacto.
Chilton. (n.d.). Dias de Retribucion.
Nota: Chilton - La frase “el cielo y la tierra” no se refiere al cielo
físico y al mundo físico, sino al orden mundial, la
organización religiosa del mundo, la "casa" o templo que
Dios construye y en la cual Él es adorado.
·
El mensaje consistente del
Nuevo Testamento es que la casa del nuevo pacto, sobre la cual Jesús preside
como apóstol y Sumo Sacerdote, es infinitamente superior a la casa del antiguo
pacto, sobre la cual presidía Moisés (comp. 1 Cor. 3:16; Ef. 2:11-22; 1 Tim. 3:15; Heb. 3:1-6).
·
En realidad, como insiste el escritor de Hebreos,
"el mundo venidero" ha venido;
es la salvación presente, traída por el Hijo de Dios en los últimos días (Heb. 1:1-2:5).
·
En este sentido específico, la
justicia SI mora en "los cielos y la
tierra". Chilton. Dias de Retribucion.
Ap.
21.2 (RVR95) Y yo, Juan, vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de
parte de Dios, ataviada como una esposa hermoseada
para su esposo.
Ap.
21.2 (DHH) Vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de la
presencia de Dios. Estaba arreglada como una novia
vestida para su prometido.
Nota: Terry - Ap.
21:2. La ciudad santa, nueva Jerusalén:
Jerusalén se llama "la ciudad santa"
en Is. 48:2; 52:1, y
aquí se llama también nuevo para armonizar con el nuevo cielo y la tierra a los
que pertenece. La antigua Jerusalén se convirtió en una ramera, y se llama
"Babilonia la grande" (Ap. 17:5).
·
La vidente ha sido testigo y ha
registrado su miserable caída, y ahora se le permite contemplar una ciudad
nueva y santa, "bajando del cielo de Dios,
preparada como una novia adornada para su esposo". Comp. Is. 61:10.
·
Qué hermosa es la concepción de
la novia que desciende en gloria del cielo después de que la abominable ramera
ha "caído, caído" (Ap. 14:8; 18:2, 21)
·
Esta nueva Jerusalén es la misma
que la de Pablo en Gal. 4:26,
llama "la Jerusalén superior, nuestra madre".
Comp. también Heb. 12:22.
·
Es un símbolo del nuevo pacto y
de aquellos abrazados en él, incluyendo todo lo que la obra redentora de Cristo
les asegura a los que creen en su nombre, y por implicación significa "la asamblea general y la iglesia de los primogénitos, que
están inscritos en el cielo". "(Heb. 12:23).
·
Porque la novia es de hecho la
Iglesia de Cristo (Ef. 5: 25–32). Terry,
M. S. (1898). Apocalipsis bíblicos: un estudio (p. 460).
Nota: Chilton - La
ciudad es preparada como una Esposa adornada para su Esposo.
·
La Esposa no sólo está en la
ciudad; la Esposa es la ciudad (Ap.
21:9-10).
·
La identificación clara que
Juan hace de la ciudad como la Esposa de Cristo sirve como otra demostración de
que la Ciudad de Dios es una realidad tanto presente como futura.
·
La "Esposa" de la
fiesta de bodas eucarística semanal (Ap. 19:7-9) es la "ciudad amada"
del reino de Cristo (Ap. 20:9).
·
Estamos en la nueva Jerusalén
ahora, como nos dice la Biblia categóricamente:
"Os
habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo,
Jerusalén la celestial, a la compañía de
muchos millares de ángeles,
a la congregación de los primogénitos que
están inscritos en los cielos ... "
(Heb. 12:22-23). Chilton.
Días de Retribución.
Ap.
21.3 (RVR95) Y oí una gran voz del cielo, que decía: «El tabernáculo de Dios está ahora con los hombres.
Él morará con ellos, ellos serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos como
su Dios.
Ap.
21.3 (DHH) Y oí una fuerte voz que venía del trono, y
que decía: “Aquí está el lugar donde Dios vive con
los hombres. Vivirá con ellos, y ellos serán sus pueblos, y Dios
mismo estará con ellos como su Dios.
Nota: Terry - Ap. 21:3. Una gran
voz desde el trono: Mejor entendida como la voz de Dios y del
Cordero, que están tan unidos como para poseer un trono (22: 1).
·
El
tabernáculo de Dios está con los hombres: el
antiguo tabernáculo cumplió su propósito más elevado cuando transmitió al
verdadero adorador el profundo pensamiento inspirador de que Dios realmente
moraría con los hombres en la tierra y comulgaría con ellos. Compar Ex. 29: 42–46; 1 Reyes 8:27; Ezek
37:27; Zech 2:10, 11.
·
La dispensación del Nuevo
Testamento lleva al simbolismo del tabernáculo a una realización bendecida, porque el creyente ahora entra con valentía en los lugares
santos por la sangre de Jesús (Heb. 10:19), y sabe por el
testimonio del Espíritu que ha pasado. De la muerte a la vida, es un hijo
adoptivo de Dios y habita en Dios (Rom. 8: 14-16; 1 Juan 3:24; 4: 13-16).
·
En vista de estos hechos del
nuevo pacto cuán significativas son las palabras, él
morará con ellos, y ellos serán sus pueblos, y Dios mismo estará con ellos.
Así se convierten en el
templo y el tabernáculo del Dios viviente. Terry, M. S. (1898). Apocalipsis
bíblicos: un estudio (págs. 460–461).
Nota: Chilton - Ap. 21:3 Si somos ciudadanos del cielo, como Pablo
declaró (Ef. 2:19),
es también cierto que el cielo mora en nosotros (Ef. 2:20-22).
·
En realidad, el Verbo mismo ha
habitado entre nosotros (Juan
1:14); Él y su Padre han hecho su morada con nosotros (Juan 14:23); y por eso
nosotros somos el templo del Dios viviente (2 Cor. 6:16).
·
En consecuencia, la visión de
Juan de la Santa Ciudad es seguida por una gran voz del cielo que decía: He
aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos
serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
·
Nuevamente, esta es una
repetición de lo que ya hemos aprendido en esta profecía (Ap. 3:12; 7:15-17).
·
En la
Iglesia del Nuevo Testamento se realiza la promesa de la Ley y los profetas:
"Y pondré mi morada en medio de vosotros, y mi alma no os
abominará; y andaré entre vosotros, y yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis
mi pueblo"
(Lev. 26:11-12);
"Y haré con ellos pacto de paz, pacto perpetuo será con ellos;
y los estableceré y los multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para
siempre.
Estará en medio de ellos mi tabernáculo, y seré a ellos por Dios, y
ellos me serán por pueblo.
Y sabrán las naciones que yo Jehová santifico a Israel, estando mi
santuario en medio de ellos para siempre"
(Eze. 37:26-28).
·
Chilton. Dias de Retribucion.
Ap.
21.4-5 (RVR95) Enjugará Dios toda lágrima de los ojos
de ellos; y ya no habrá más muerte, ni
habrá más llanto ni clamor ni dolor, porque las primeras cosas ya pasaron». Ap. 21.5 El que estaba
sentado en el trono dijo: «Yo hago nuevas todas las
cosas». Me dijo: «Escribe, porque estas palabras son fieles y
verdaderas».
Ap.
21.4-5 (DHH) Secará todas las lágrimas de ellos, y ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento, ni
dolor; porque todo lo que antes existía ha dejado de existir.” Ap. 21.5 El que estaba sentado en el trono dijo: “Yo hago nuevas todas las cosas.” Y también dijo:
“Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza.”
Nota: Terry – Ap.
21:4. Limpie cada lágrima — Comp. Ap. 7:17 e Is.
25:8.
·
Con esta seguridad
reconfortante también está conectada la promesa de que
el cuádruple ejército de aflicción y juicio terrenales, muerte, luto, llanto,
dolor, ya no existirá.
·
Esta
promesa se cumple en la inmortalidad y la vida eterna del creyente en Cristo. Terry, M. S. (1898). Apocalipsis bíblicos: un estudio
(p. 461).
Nota: Terry - Ap. 21:5. El que se sienta en el trono: El juez
visto en Ap. 20:11,
"de cuya faz huyeron la tierra y el cielo".
También es el gobernante de los siglos, el gran conquistador de Ap. 19:11-16, y su trono es "el trono de Dios y del Cordero" (Ap. 22:1).
·
En la renovación del mundo,
como en su creación original, Dios y su Palabra son uno (comp. Juan 1: 1-3).
·
Hago
todas las cosas nuevas:
Comp. Is. 43:19, y 2 Cor.
5:17. Al establecer y llevar a cabo las provisiones del nuevo pacto
"él ha hecho el primero viejo. Pero lo que
envejece y envejece está a punto de desaparecer ”(Heb.
8:13). Se requirió una sacudida del cielo y de la tierra para efectuar
el cambio de lo viejo a lo nuevo, y una "remoción
de las cosas que están sacudidas, para que las cosas que no están sacudidas
puedan permanecer" (Heb. 12:26,
27). La hora de crisis de la transición de lo viejo a lo nuevo fue la
ruina de la antigua Jerusalén, pero la renovación del mundo es obra de la era
milenaria. Las palabras bien pueden aplicarse a lo que Cristo está haciendo
durante todo este período, y deberían traducirse. Estoy haciendo nuevas todas
las cosas, es decir, un cielo nuevo y una tierra nueva, de acuerdo con el
versículo 1.
·
Escribir: comp. Ap. 14:13. Las cosas de
nota especial y comodidad son enfatizadas por un comando definido para
registrar.
·
Estas
palabras son fieles y verdaderas: porque proceden del gran Conquistador que es
"llamado Fiel y Verdadero" (Ap.
19:11). Terry, M. S. (1898). Apocalipsis bíblicos: un estudio
(p. 461).
Nota: Chilton - Ap. 21:4-5 La voz que Juan oye continúa:
Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá
más llanto, ni clamor, ni dolor.
·
Podemos esperar el cumplimiento
perfecto y absoluto de esta promesa en el día final, cuando el último enemigo
sea destruido.
·
Pero, en principio, ya es
cierto. Jesús dijo: "Yo soy la resurrección y
la vida; el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y
cree en mí, no morirá eternamente". (Juan 11:15-26).
·
Dios ha enjugado nuestras
lágrimas, porque somos partícipes de su primera resurrección.
·
Una marcada evidencia de esto
es la obvia diferencia entre los funerales cristianos y los funerales paganos:
Nos lamentamos, pero no como los que no tienen esperanza (1 Tes. 4:13).
·
Dios ha quitado el aguijón de
la muerte (1 Cor. 15:55-58).
Nota: Chilton: Todas estas bendiciones han venido porque “las primeras cosas han pasado”. Y el que
estaba sentado en el trono dijo: “He aquí, yo hago
nuevas todas las cosas.”
·
Aquí hay otro enlace con la
enseñanza de Pablo: De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es;
las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas (2 Cor. 5:17).
·
Por supuesto, nuevamente somos
confrontados con el hecho de que esto es verdadero ahora, como lo será en el
día final.
·
La única diferencia esencial
entre los temas de 2
Corintios 5 y Apocalipsis 21 es que Pablo está hablando del individuo
redimido, mientras que Juan está hablando de la comunidad redimida. Chilton.
Dias de Retribucion.
Ap.
21.6 (RVR95) Y me dijo: «Hecho
está. Yo soy el Alfa y la Omega, el
principio y el fin. Al que tiene sed, le daré gratuitamente de la fuente del
agua de vida.
Ap.
21.6 (DHH) Después me dijo: “Ya está hecho. Yo soy el alfa y
la omega, el principio y el fin. Al que tenga sed le daré a beber del manantial
del agua de la vida, sin que le cueste nada.
Nota: Terry Ap. 21:6. Se han
cumplido:
·
La visión y el trabajo
profético tratan la restauración de todas las cosas como ya realizadas en el
propósito de Dios.
·
Porque el orador divino agrega
inmediatamente: Yo soy el Alfa y la Omega, el
principio y el fin. Él es el que
"llama a las generaciones desde el principio",
en la medida en que es "el primero y el último"
(Is. 41:4; 43:10; 44:6;
48:12), el "quién es y quién fue y quién
ha de venir" (Ap.
1:4).
·
En consecuencia, contempla todo
el propósito, tanto del juicio como de la gracia, tal como se logra desde el
principio. Comp. Ap. 1:8.
·
Al que
tiene sed ... agua de vida: Comp. Is. 55:1; Zech 14:8.
·
La promesa no es, a la manera
del versículo 4, "no habrá más sed";
sino que se nombra la provisión generosa para la satisfacción de la sed, porque
el agua de la vida se da gratuitamente. Comp. Ap. 22:17.
·
Esta promesa prácticamente
implica que no habrá más sed debido a la provisión amplia y gratuita; y por lo
tanto el pasaje no es esencialmente diferente de Ap. 7:16, 17. Terry, M. S. (1898). Apocalipsis
bíblicos: un estudio (págs. 461–462).
Nota: Chilton - Ap. 21:6 Y me dijo: Hecho está. Este es el otro lado de la
declaración de la destrucción de Babilonia (Ap. 16:17), sirviendo ambos textos de ecos de la
exclamación de Jesús en la cruz: "Consumado es"
(Juan 19:30).
·
Por su redención, Cristo ha
obtenido la derrota eterna de sus enemigos y la bendición eterna de su pueblo.
·
El que está sentado en el trono
se llama a sí mismo (Ap. 1:8)
el Alfa y la Omega ("la A y la Z"), queriendo decir el Principio y el
Fin, la Fuente, la Meta, y el Significado de todas las cosas, el que garantiza
que las promesas se cumplirán.
·
Esto se dice aquí para
confirmar lo que ha de seguir, en la promesa de Cristo tocante a la eucaristía.
Chilton. Dias de Retribucion.
Ap.
21.7 (RVR95) El vencedor heredará todas las cosas, y yo seré su Dios y él será mi hijo.
Ap.
21.7 (DHH) El que salga vencedor recibirá todo esto
como herencia; y yo seré su Dios y él será mi hijo.
Nota: Terry Ap. 21:7.
·
El que
vence: compara las promesas a cada una de las epístolas con las siete
iglesias (Ap. 2:7, 11, 17).
·
El
vencedor (ὁ νικῶν) se mantiene prominente en este Apocalipsis como el
asociado de Cristo y el que comparte su gloria. "Estos son los que siguen al Cordero dondequiera que vaya"
(Ap. 14:4), y
constituyen los ejércitos de túnica blanca de Ap. 19:14.
·
Conocen la felicidad de "la primera resurrección" y de "vivir y reinar con Cristo mil años" (Ap. 20:4–6).
·
Heredarán
estas cosas, es decir, toda la bendición y la
gloria mencionadas o implicadas en los versículos anteriores. Porque si hijos, hijos de Dios, como se dice
inmediatamente después, entonces son "herederos
de Dios y coherederos con Cristo" (Rom. 8:17).
·
Seré su
Dios, y él será mi hijo. Compare el lenguaje de
2 Sam. 7:14; Salmo 89:26-27
y Zech. 8:8. El que vence a Cristo es honrado como un hijo de Dios y se
sienta con él en su trono como príncipe y gobernante asociado (comp. Ap. 3:21; 2:26-27). Terry,
M. S. (1898). Apocalipsis bíblicos: un estudio (p. 462).
Nota: Chilton - Ap.
21:7 El tema de las siete cartas se repite en la promesa al vencedor, el
victorioso conquistador cristiano: El que venciere heredará estas cosas.
·
Nunca se ha perdido el carácter
de esta profecía como mensaje práctico, ético, para las iglesias (más bien que
una mera "predicción" de acontecimientos venideros).
·
Debemos notar también que la
herencia de todas estas bendiciones es derecho exclusivo del vencedor.
·
Como ya hemos visto, Juan no da
lugar para la existencia de un cristianismo derrotista. Hay una sola clase de
cristianos: los vencedores.
·
El hijo de Dios se caracteriza
por su victoria contra toda oposición, contra el mundo mismo (1 Juan 5:4).
·
Además, Dios asegura al vencedor de su fidelidad a su promesa de salvación
por medio de un pacto: Yo seré su Dios y él será mi hijo (comp. Gén. 17:7-8; 2
Cor. 6:16-18).
·
El mayor y más pleno disfrute
de la comunión con Dios tendrá lugar en el cielo por la eternidad.
·
Pero, definitiva y
progresivamente, es cierta ahora.
·
Ya estamos viviendo en el nuevo
cielo y en la nueva tierra; somo ciudadanos de la Nueva Jerusalén.
·
Las cosas viejas pasaron, y
todas han sido hechas nuevas. Chilton. Dias de Retribucion.
Ap.
21.8 (RVR95) Pero los cobardes e incrédulos, los
abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los
mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con
fuego y azufre, que es la muerte
segunda».
Ap.
21.8 (DHH) Pero en cuanto a los cobardes, los
incrédulos, los odiosos, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales,
los que practican la brujería, los que adoran ídolos, y todos los mentirosos, a ellos les tocará ir al lago de azufre ardiente, que es la
segunda muerte.”
Nota: Terry – Ap. 21:8
·
Pero en
cuanto a los temerosos e incrédulos: Observé
cómo la serie de visiones, comenzada con el εἵδον, que vi, de Ap. 19:11, concluye con la
declaración solemne del destino de todos los que no tienen herencia en la nueva
Jerusalén. La declaración puede considerarse como
una advertencia solemne.
·
Los
temerosos son esas almas tímidas que se alejan de la lucha sangrienta que se
requiere de ellos para vencer, no dispuestos a atreverse a un feroz conflicto
con los enemigos de Dios.
·
Los
incrédulos: son aquellos de corazones perversos que se niegan a aceptar y actuar
sobre las verdades de la revelación divina.
·
Los
abominables: son todos los que están enamorados de la "copa de oro llena de abominaciones" a la que
se hace referencia en Ap.
17:4.
·
Los
asesinos: son especialmente aquellos que mataron a los profetas y apedrearon a
los mensajeros de Dios (Mateo
23:37; Hechos 7:52).
·
Los
fornicarios, hechiceros e idólatras: se refieren especialmente a los que
hicieron de la ramera Babilonia "un dominio de todo espíritu inmundo"
(comp. Ap. 18:2-3 y Ap. 9:20-21).
·
Todos
los mentirosos: El que "ama y
hace la mentira" se llama por última vez como un personaje que
se compone de la suma de todos los males, porque se muestra a sí mismo como un
digno hijo del diablo, que fue un mentiroso y un asesino desde el principio (Juan 8:44).
·
Observe cómo las ocho palabras
de esta categoría de malvados componen cuatro grupos de dos en cada una:
o
1. Temerosas e incrédulas;
o
2. Abominables y asesinos;
o
3. Fornicarios y hechiceros;
o
4. Idolatras y mentirosos.
·
Su parte está en “el lago que arde con fuego y azufre”:
pertenecen al gran cuerpo de enemigos representados por la bestia y el falso
profeta (Ap. 19:20)
y Satanás y sus ángeles (Ap.20:7–10).
Compare con esto el lenguaje de Matt.
25:41, 46. Terry, M. S. (1898). Apocalipsis bíblicos: un estudio
(págs. 462–463).
Nota: Chilton – Ap. 21:8 Cualquier
posibilidad de una interpretación universalísima queda negada por este
versículo inexorable.
·
Dios mismo da nueve 11
descripciones de los finalmente impenitentes e irredentos - un recuento sumario
de sus enemigos, los seguidores del dragón - que "no heredarán el reino de Dios" (1 Cor. 6:9; Gal. 5:21),
pero cuya parte será en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte
segunda.
o
Los condenados a la
perdición eterna son los cobardes, en contraste con
los piadosos conquistadores;
o
los incrédulos, en contraste con los que no han negado la fe (Ap. 2:13, 19; 13:10; 14:12);
o
los pecadores, en contraste con los santos (Ap. 5:8; 8:3-4; 11:18; 13:7, 10; 14:12; 18:20; 19:8);
o
los abominables (Ap. 17:4-5;
21:27; Mat. 24:15);
o
los homicidas (Ap. 13:15; 16:6; 17:6; 18:24);
o
los fornicarios (Ap. 2:14, 20-22;
9:21; 14:8; 17:2, 4-5; 18:3; 19:2);
o
los hechiceros (pharmakoi), una palabra que significa "magos envenenadores o abortistas" (Ap. 9:21; 18:23; 22:15);
o
los idólatras (Ap. 2:14, 20;
9:20; 13:4, 12-15); y todos
o
los mentirosos (Ap. 2:2; 3:9;
16:13; 19:20; 20:10; 21:27; 22:15).
·
Como señala Sweet, "como las listas similares en las epístolas, la lista
pertenece al contexto del bautismo, el deshacerse del 'viejo hombre' y vestirse
del nuevo" (Gal.
5:19-26; Ef. 4:17-5:7; Col. 3:5-10; Tito 3:3-8).
Fin de Estudio: Ap. 21:1-8 –LA
NUEVA JERUSALÉN
No hay comentarios:
Publicar un comentario