Punto de vista: PRETERISTA: Chilton y Terry
Ap. 21:9-27
Ap.
21.9 (RVR95) Entonces vino a mí uno de los siete ángeles que
tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras y habló conmigo,
diciendo: «Ven acá, te mostraré la desposada, la esposa del Cordero».
Ap.
21.9 (DHH) Vino uno de los siete ángeles que tenían las
siete copas llenas de las siete últimas calamidades, y me dijo: “Ven, que te
voy a enseñar a la novia, la esposa del Cordero.”
Nota: Chilton - Ap. 21:9 Este versículo amarra la sección final
de Apocalipsis, estableciendo la relación literaria de los capítulos 15-22.
·
Es uno de los siete ángeles
que tenían las siete copas quien revela a Juan la Nueva Jerusalén, del mismo modo que uno de los mismos siete ángeles le había
mostrado la visión de Babilonia (Ap. 17:1); y aquí la Novia, la Esposa del Cordero, es
contrastada con la ramera, la esposa infiel. Chilton. (p. 552). Dias
de Retribucion.
Nota: Terry – Ap. 21:9.
Llegó uno de los siete ángeles:
compare el lenguaje idéntico empleado en Ap. 17:1.
·
Te
mostraré la novia. Esto es para ser una visión
de gloria, no de juicio penal (Ap.
17:1); una vista de la esposa del Cordero, no de una "gran ramera sentada en muchas aguas".
·
Esta figura de la Iglesia y el
pueblo de Dios o de Cristo como parte de la relación del santo pacto es una
imagen familiar del Antiguo Testamento, y puede estudiarse de manera rentable a
la luz de Ef. 5:23–32. Terry, M. S.
(1898). Apocalipsis bíblicos: un estudio (p. 465).
Ap.
21.10-11 (RVR95) Me llevó en el Espíritu a un monte
grande y alto y me mostró la gran ciudad, la santa
Jerusalén, que descendía del cielo de parte de Dios. Ap. 21.11 Tenía la gloria
de Dios y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de
jaspe, diáfana como el cristal.
Ap.
21.10-11 (DHH) Y en la visión que me hizo ver el
Espíritu, el ángel me llevó a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que bajaba del
cielo, de la presencia de Dios. 11 La ciudad brillaba con el resplandor de Dios;
su brillo era como el de una piedra preciosa, como un diamante, transparente
como el cristal.
Nota: Chilton - Ap. 21:10-11 Juan
es llevado en el Espíritu (Ap.
1:10; 4:2; 17:3) a un monte grande y alto, un deliberado contraste con
el desierto donde vio a la ramera (Ap. 17:3).
·
Hemos visto (Ap. 14:1) que la imagen
del monte habla del Paraíso, que estaba situado sobre una alta
meseta desde donde fluía el agua de vida para el mundo entero (Ap. 22:1-2).
·
El apóstol ve la ciudad santa
de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios.
·
Por supuesto, la descripción no
tiene el propósito de evocar imágenes de estaciones espaciales, o de ciudades
literalmente flotando en el aire; más bien, indica el origen divino de "la ciudad que tiene
fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios" (Heb. 11:10). Chilton. (p. 552). Dias de
Retribucion.
Nota: Terry – Ap. 21:10.
·
Me llevó ... a una montaña grande y alta, no "a un desierto" donde se vio a la ramera (Ap. 17:3).
Me llevó ... a una montaña grande y alta, no "a un desierto" donde se vio a la ramera (Ap. 17:3).
·
La visión correspondiente de
Ezequiel del templo de Dios se vio desde "una
montaña muy alta" (Ezequiel 40:2).
·
La ciudad
santa de Jerusalén: este es el contraste conspicuo
de Babilonia, la madre de las rameras y las abominaciones (Ap. 17:5).
·
Esta ciudad santa es el símbolo
de la Iglesia del nuevo pacto, y Pablo parece referirse a esta visión
apocalíptica cuando escribe sobre "la Jerusalén
que está arriba, que es nuestra madre" (Gal. 4:26).
·
Una vez unidos en la
convivencia con Cristo, los creyentes son su amado por el tiempo y la
eternidad. Por lo tanto, la visión de la Jerusalén celestial no hace distinción
entre los que están en la carne y los que están perfeccionados en la gloria
celestial.
·
Todos pertenecen a una gran
familia y constituyen el único cuerpo de Cristo. Esta idea, junto con esta
imagen completa de la ciudad santa de Jerusalén, parece haber impulsado el
lenguaje de Heb. 12:22-24.
·
Bajando
del cielo de Dios: como ya se dijo en el versículo 2.
·
La renovación del mundo se
logrará con esta bajada de la ciudad santa. Así se contesta la oración: “Venga tu reino; Hágase tu voluntad, como en el cielo, así
también en la tierra.
·
La infusión de la verdad
celestial y la vida en los corazones de los hombres en la tierra es el gran
objetivo del reino de Cristo. Terry, M. S. (1898). Apocalipsis
bíblicos: un estudio (págs. 465–466).
Nota: Chilton -
Durante la apostasía de Judá, el profeta Ezequiel vio la Nube de Gloria
apartarse del templo y dirigirse al oriente, al Monte de los Olivos (Eze. 10:18-19; 11:22-23);
·
más tarde, en su visión de la
Nueva Jerusalén, ve la Nube de Gloria retornando a
morar en el nuevo templo, la Iglesia (Eze.
43:1-5).
·
Esto se cumplió cuando Cristo,
la gloria de Dios encarnada, ascendió a su Padre en
la nube desde el Monte de los Olivos (Lucas 24:50-51), enviando inmediatamente su
Espíritu para llenar la Iglesia durante Pentecostés. Chilton. (p. 552). Dias
de Retribucion.
Nota: Chilton -
Probablemente hubo una imagen posterior de esta transferencia de la gloria de
Dios a la Iglesia cuando, en el día de Pentecostés
del año 66 d. C., mientras los sacerdotes estaban ocupados en sus
deberes habituales en el templo, se oyó "una
violenta conmoción y un estruendo", seguidos por "una voz como de una
hueste que exclamaba: "¡Nos vamos de aquí!" Josefo, La guerra judía, vi.v.3.
Nota: Chilton – Esto tiene una interesante
relación con la historia del cristianismo porque ahora sabemos que Jesucristo
fue crucificado y resucitó de los muertos en el monte de los Olivos 15 - la
región exacta en que los archivos judíos dicen que la
gloria de la Shekinah de Dios permaneció por 3 años y medio después de su
partida del templo en Pentecostés del año 66 d. C. ... La referencia
judía afirma que los judíos no acataron esta amonestación de la gloria de la
Shekinah (que ellos llamaban Bet Kol - la voz de Dios),
y que ésta abandonó la tierra y se retiró al cielo justo antes del sitio final
de Jerusalén por los romanos en el año 70 d. C.
Nota: Chilton – Josefo
mismo resumió la convicción de muchas personas quien llegó a creer que Dios
"se había alejado incluso de su santuario"
(Guerra, 4.5.3),
que el Templo "ya no era la morada de Dios"
(Guerra, V. 19),
porque "la Deidad ha huido de los lugares santos "(Guerra, 5:412)". Chilton
- pp. 157f.
·
San Juan declara que la Shekinah, la Gloria de Dios, ahora descansa en
el verdadero Templo / Ciudad Sagrada, el Paraíso consumado: la Novia de
Cristo. Chilton (p. 553). Días de venganza.
Nota: Terry – Ap. 21:11
·
Ap. 21:11. Tener la gloria de Dios: alusión a la
shekinah, la nube de gloria que cubrió y llenó el tabernáculo en el día de su
erección (Ex. 40:34-38).
·
Su luz
era como la piedra más preciosa: en Ap. 4:3, se nos dijo que el
que estaba sentado en el trono debía "mirar
como una piedra de jaspe y un sardius".
·
Aquí la comparación de la luz,
o brillo (φωστήρ), de la ciudad santa con la piedra más preciosa sugiere la luz de la gloria de Dios mismo. Terry,
M. S. (1898). Apocalipsis bíblicos: un estudio (p. 466).
Ap.
21.12-14 (RVR95) Tenía un muro grande y alto, con doce puertas, y en las puertas doce ángeles, y
nombres inscritos, que son los de las doce tribus de
los hijos de Israel. Ap.
21.13 (RVR95) Tres puertas al oriente, tres puertas al norte, tres
puertas al sur, tres puertas al occidente. Ap. 21.14 (RVR95) El
muro de la ciudad tenía doce cimientos y sobre ellos los doce nombres de los
doce apóstoles del Cordero.
Ap.
21.12-14 (DHH) Alrededor de la ciudad había una muralla
grande y alta, que tenía doce puertas, y en cada
puerta había un ángel; en las puertas estaban escritos los nombres de las doce tribus de Israel. Ap. 21.13 (DHH) Tres
puertas daban al este, tres al norte, tres al sur y tres al oeste. Ap. 21.14 (DHH) La muralla de la ciudad tenía doce piedras por base, en las que
estaban escritos los nombres de los doce apóstoles del Cordero.
Nota: Chilton – Ap. 21:12 - La mujer de Ap. 12:1, además de gloriosa vestimenta, llevaba
una corona de doce estrellas; ahora ésta
ha de ser reemplazada por otra corona de doce estrellas - esta vez una "corona" de muros enjoyados.
·
Pero, por cuanto la vestimenta
de la Esposa también corresponde a la de la Gloria entronada de Ap. 4:3, Juan tiene cuidado
de hacer que la "corona" de
ella corresponda al círculo de doce en ese pasaje también.
·
Allí, el trono estaba
circundado por dos series de doce, los veinticuatro
ancianos entronados.
·
Así también aquí, la
Ciudad-Esposa está coronada con un doce doble: los
patriarcas y los apóstoles. Chilton. (p. 554). Dias de
Retribucion.
Nota: Terry – Ap. 21:12.
·
Un muro
grande y alto: para ser una prueba contra todo
asalto o reproche a los enemigos. Comp. Neh 2:17.
·
Doce
puertas ... doce ángeles: por lo tanto, tan
guardados que los poderes del Hades no pueden prevalecer contra ella (Mateo 16:18), ni tomarla
por sorpresa.
·
Los
nombres de las doce tribus. Esto concuerda con la
visión de Ezeq. 48:30–34.
Terry, M. S. (1898). Apocalipsis bíblicos: un estudio (p. 466).
Nota: Chilton – Ap. 21:13 - La ciudad tiene tres puertas al
oriente, tres al norte, tres al sur, y tres al occidente.
·
Vimos (Ap. 7:5-8)
que las doce tribus de Israel son mencionadas por Juan de modo de
"balancear" los hijos de Lea con los de Raquel.
·
Juan quiere que nosotros usemos
la información en este versículo para retroceder y resolver el acertijo de Ap.7:5-8. Chilton. (p. 555). Dias de Retribucion.
Nota: Chilton – Ap. 21:14 – Juan extiende sus imágenes:
·
El muro de la ciudad tenía doce
cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.
·
Por supuesto, ésta es teología
tomada directamente de Pablo: "Así que ya no sois extranjeros ni
advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de
Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la
principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien
coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros
también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu"
(Ef. 2:19-22).
·
No debería ser necesario decir
también que el concepto de Pablo de la Ciudad de Dios, la Iglesia, es que
comprende a los creyentes tanto del Antiguo como del Nuevo Pacto dentro de sus
muros.
·
Como ha reconocido siempre la
Iglesia histórica, hay sólo un modo de salvarse, un
pacto de gracia; el hecho de que ha funcionado bajo varias
administraciones no afecta la unidad esencial del
único pueblo de Dios a través de las edades. Chilton. (p. 556).
Dias de Retribucion.
Nota: Terry – Ap. 21:14.
·
Doce
cimientos: las tres puertas a cada lado dividieron todo el circuito de la pared
en doce grandes secciones, de las cuales las cuatro secciones de las esquinas
serían las más prominentes.
o
Cada una de estas doce
secciones fue apoyada por una piedra de base masiva, cuya calidad y material se
enumeran en los versículos 19 y 20 a continuación.
Sobre ellos doce
nombres de los doce apóstoles: En Ef. 2:19–22, está escrito,
“Ustedes son conciudadanos de los santos y de la familia de Dios,
construidos sobre la base de los apóstoles y profetas, siendo Jesucristo mismo
la piedra angular principal; en quien cada edificio, enmarcado en forma
adecuada, crece en un templo sagrado en el Señor; en quien vosotros también
sois edificados para ser habitación de Dios en el Espíritu ".
·
Si ahora, en relación con esta figura general, comparamos lo que Jesús le
dijo a Pedro acerca de construir su iglesia sobre la roca (πέτρα) de un
discípulo confeso, y lo que Pedro dice (en 1 Pedro 2:5) acerca de ser edificado como vivo
piedras en una casa espiritual, podemos obtener una
concepción más completa de la nueva Jerusalén como la Iglesia de Cristo.
·
La Iglesia de los profetas y
apóstoles escucha los nombres de las doce tribus de Israel, así como los doce apóstoles del Cordero.
·
Por lo tanto, como hemos observado en otra
parte, los veinticuatro ancianos ante el trono de Dios (Ap. 4:4). Terry (1898). Apocalípticos
bíblicos: un estudio (págs. 466–467).
Ap.
21.15-17 (RVR95) El que hablaba conmigo tenía una caña
de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro. Ap. 21.16 (RVR95) La se halla establecida como un cuadrado: su longitud es
igual a su anchura. Con la caña midió la ciudad: doce mil estadios. La
longitud, la altura y la anchura de ella son iguales. Ap. 21.17 (RVR95) Y midió su muro: ciento
cuarenta y cuatro codos, según medida de hombre, la cual era la del ángel.
Ap.
21.15-17 (DHH) El ángel que ciudad hablaba conmigo
llevaba una caña de oro para medir la ciudad, sus puertas y su muralla. Ap. 21.16 (DHH) La ciudad era cuadrada; su largo era igual a su ancho.
El ángel midió con su caña la ciudad: medía doce mil estadios; su largo, su
alto y su ancho eran iguales. Ap.
21.17 (DHH) Luego midió la muralla: medía ciento cuarenta y cuatro
codos, según las medidas humanas que el ángel estaba usando.
Nota: Chilton - Ap. 21:15-17 Y el que hablaba conmigo - uno de los siete ángeles de las copas (v. 9) - tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus
puertas y su muro.
·
El santuario había sido medido
anteriormente, como una indicación de su santidad y su protección (Ap. 11:1-2); ahora la
ciudad misma debe ser medida, pues la ciudad
entera es el templo.
·
Para demostrar esto, Juan nos
dice que la ciudad está trazada como un cuadrado, y que su longitud es igual a
su anchura: Es un cuadrado perfecto.
·
Y midió la ciudad con la caña ...; su longitud es igual a su anchura y a su altura.
·
Como el Lugar Santísimo - el
modelo divino para todas las culturas - la ciudad es
un cubo perfecto (1
Reyes 6:20): La Nueva Jerusalén misma es un Lugar Santísimo cósmico.
·
Chilton. (p. 556). Dias de Retribucion.
Nota: Chilton - Cada
lado de la ciudad - la longitud, la anchura, y la altura - mide doce mil
estadios; el muro de la ciudad mide ciento cuarenta y cuatro codos.
·
Lo absurdo del "literalismo" es embarazosamente evidente cuando
intenta manejar estas medidas. Los números son obviamente simbólicos, siendo
los múltiplos de doce una referencia a la majestad, la vastedad, y la
perfección de la Iglesia.
·
Pero el "literalista" se siente compelido a traducir esos
números a medidas modernas, resultando en un muro de 1.500 millas de largo y
216 pies (o 72 yardas) de altura.
·
Los claros símbolos de Juan se
borran, y al desafortunado lector bíblico no le queda sino sólo una mescolanza
de números que no significan nada (¿qué significan 216 pies?)
·
¡Irónicamente, el "literalista" se encuentra en la ridícula
situación de tener que borrar los números literales de la Palabra de Dios y
reemplazarlos con símbolos que no significan nada! Chilton. (p. 556.).
Dias de Retribucion.
Nota: Terry – Ap. 21:15.
·
Tenía como
medida una caña de oro: esta medida de la ciudad
con una caña está inspirada en Ezek.
40:3, 5.
·
La medición no se lleva a cabo
en la medida que se detalla en los capítulos sucesivos de Ezequiel, pero se
dice que abarca ciudad, puertas y muro.
·
El resultado de la medición se
anuncia en el siguiente verso, y se ve que sirve para un propósito simbólico. Terry, M. S. (1898). Apocalipsis
bíblicos: un estudio (p. 467).
Nota. Terry - Ap. 21:16.
·
Doce mil
furlongs: unas mil quinientas millas.
·
Pero el número, así como la
medida, es simbólico, y no es de gran importancia determinar si los doce
mil estadios son la medida de todo el circuito de la ciudad o solo de uno de
los cuatro lados.
·
El resultado principal de la
medición es mostrar que la ciudad era inmensa, y que la longitud, el ancho y la
altura de la misma son iguales.
·
Por consiguiente, se muestra
que su forma es un cubo perfecto, como el lugar
santísimo en el tabernáculo.
·
El simbolismo sugiere que esta
ciudad santa era para la nueva tierra y los cielos lo que el santo de los
santos era para la congregación y el campamento de Israel. Terry (1898).
Apocalipsis bíblicos: un estudio (p. 467).
Ap. 21:18-21
Ap.
21.18 (RVR95) El material de
su muro era de jaspe, pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio.
Ap.
21.18 (DHH) La muralla
estaba hecha de diamante, y la ciudad era de oro puro, como vidrio pulido.
Nota: Chilton - Ap. 21:18-21 La ciudad se describe ahora en
términos de joyería, como la perfecta consumación del modelo edénico original (Gen. 2:10-12; Ez. 28:13).
·
El material
del muro era jaspe, una imagen de Dios mismo (Ap. 4:3; 21:11); y la
ciudad era de oro puro, como vidrio transparente.
·
(El oro es una imagen de la
gloria de Dios, y por lo tanto se usó en el tabernáculo y en el templo y sobre
las vestiduras de los sacerdotes; y del oro asociado con el Paraíso se dice que
era "bueno", es decir, puro, sin mezcla: Gen. 2:12).
·
Los doce
cimientos de la ciudad estaban adornados con toda clase de piedras preciosas,
como el pectoral del Sumo Sacerdote, que tiene cuatro
hileras de tres gemas cada una, representando las
doce tribus de Israel (Ex. 28:15-21): La Esposa ha
sido adornada para su Esposo (v.2).
·
La expresión piedras preciosas
(o costosas) se usa en 1
Reyes 5:17 para las piedras del cimiento del templo de Salomón; ahora,
en la “Ciudad-Templo escatológica”, éstas son
realmente "piedras preciosas",
en todos los sentidos. Chilton. (p. 557.). Dias de Retribucion.
Nota: Terry – Ap. 21:18
·
La
construcción del muro: es decir, el material con el que se construyó el muro.
·
Jasper: como la apariencia del
que estaba sentado en el trono (Ap. 4:3).
·
La ciudad
era de oro puro, como el cristal puro. Esto está
diseñado para mejorar el esplendor de la ciudad al máximo en el pensamiento del
lector.
·
La comparación con el vidrio
implica que el oro era tan puro que incluso era transparente como el vidrio. Terry,
M. S. (1898). Apocalipsis bíblicos: un estudio (p. 468).
Ap.
21.19-20 (DHH) Las piedras de la base de la muralla estaban adornadas
con toda clase de piedras preciosas: la primera, con diamante; la
segunda, con zafiro; la tercera, con ágata; la cuarta, con esmeralda; Ap. 21.20 la quinta, con
ónice; la sexta, con rubí; la séptima, con crisólito; la octava, con berilo; la
novena, con topacio; la décima, con crisoprasa; la undécima, con jacinto; y la
duodécima, con amatista.
Nota: Chilton - Subrayando la tremenda riqueza
y la tremenda gloria de la Nueva Jerusalén, Juan nos dice que la calle de la
ciudad era de oro puro, como vidrio transparente.
·
Podemos observar aquí que el
valor que los hombres siempre le han asignado al oro y a las piedras preciosas
se deriva del valor anterior que Dios les ha atribuído.
·
Dios ha creado en nosotros un
deseo de tener joyas, pero su Palabra dice claramente que la riqueza ha de ser
obtenida como un sub-producto del reino de Dios y su justicia (Mat. 6:33).
·
La ramera estaba adornada de
joyas, y pereció con ellas; la Esposa está adornada
de joyas a causa de su unión con el Esposo.
·
Es Dios quien da el poder para
obtener riquezas, para su gloria (Deut. 8:18); cuando convertimos en un ídolo la riqueza que Dios
nos ha dado, él nos la quita y la guarda para los justos, que la usan para el
reino de Dios y son generosos con los pobres (Job 27: 16-17; Prov. 13:22; 28:8; Ecle. 2:26). Chilton.
(p. 559). Dias de Retribucion.
Nota: Terry – Ap. 21:19-20.
·
Los
fundamentos del muro: Mencionado en el versículo 14 como doce en número y con los nombres
de los doce apóstoles.
·
Ya Isaías había profetizado de
Sión que Dios pondría sus fundamentos con zafiros (Is. 54:11).
·
La enumeración de todo tipo de piedras preciosas en este versículo y en el siguiente sigue el modelo
de las cuatro filas de piedras similares que se colocaron en la coraza del sumo
sacerdote (Ex. 28:17–21)
y que también llevaban los doce nombres de Las tribus de Israel. Terry, M. S.
(1898). Apocalipsis bíblicos: un estudio (p. 468).
Ap.
21.21 (RVR95) Las doce puertas eran doce perlas; cada
una de las puertas era una perla. Y la calle de la
ciudad era de oro puro, como vidrio transparente.
Ap.
21.21 (DHH) Las doce puertas eran doce perlas; cada
puerta estaba hecha de una sola perla. Y la calle
principal de la ciudad era de oro puro, como vidrio transparente.
Nota: Chilton - Ocho siglos antes de que Juan
escribiera, el profeta Isaías
describió la salvación venidera en términos de una ciudad adornada con joyas:
Pobrecita, fatigada con tempestad, sin consuelo; he aquí que yo
cimentaré tus piedras sobre carbunclo, y sobre zafiros te fundaré. Tus ventanas pondré de piedras preciosas, tus puertas de
piedras de carbunclo, y toda tu muralla de piedras preciosas. (Is. 54:11-12)
Chilton. (p. 560.). Dias de Retribucion.
Ap.
21.22-23 (RVR95) En ella no
vi templo, porque el Señor Dios
Todopoderoso es su templo, y el Cordero. 23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen
en ella, porque la gloria ilumina y el Cordero es su
de Dios la lumbrera.
Ap.
21.22-23 (DHH) No vi ningún
santuario en la ciudad, porque el Señor, el Dios todopoderoso, es su
santuario, y también el Cordero. 23 La ciudad no necesita ni sol ni luna que la alumbren, porque la alumbra el resplandor de Dios, y su lámpara es el
Cordero.
Nota: Chilton Ap. 21:22
·
La ciudad entera es el templo, pero no hay santuario en ella, porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el
Cordero.
·
Esta es realmente otra manera
de expresar las bendiciones descritas anteriormente:
o
"Al que venciere, yo le
haré columna en el santuario de mi Dios, y nunca más saldrá de allí" (Ap. 3:12).
o
"Por esto están delante
del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado
sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos" (Ap. 7:15). Chilton.
(p. 561). Días de Retribución.
Nota: Terry Ap. 21:22 - No hay templo allí:
porque esta ciudad dorada es, de hecho, la realidad del antiguo templo y el
tabernáculo eran símbolos externos.
·
Fueron diseñados siguiendo el
patrón que se le mostró a Moisés en el monte (Ex. 25:40), pero esta
ciudad santa es el verdadero Israel que habita en Dios.
·
Por todo lo que el templo está
simbolizado en su ideal más elevado, lo realizan aquellos cuyas vidas están
ocultas con Cristo en Dios (Col.
3:3), y que comprenden la bendita verdad de que "Dios es amor; y
el que permanece en el amor, permanece en Dios, y Dios en él ” (1 Juan 4:16).
·
De ahí el anuncio de que el
Señor Dios Todopoderoso y el Cordero, son los
templos de esta nueva Jerusalén.
·
Cuando Dios es todo y en todo
no hay lugar para símbolos externos, porque los
santos contemplan la gloria de Dios, como querubines en el lugar santísimo.
Terry, M. S. (1898). Apocalipsis bíblicos: un estudio (p. 469).
Nota: Chilton Ap. 21:23
Habitado por Dios en la Nube de Gloria,
·
la ciudad
brilla con la original y pura Luz del Espíritu.
·
Por eso la ciudad no tiene
necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la
ilumina, y el Cordero es su lumbrera, como Isaías había predicho:
o
Is. 60:1-3 Levántate,
resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre tí.
Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre tí será vista su
gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu
nacimiento...
o
Is. 60:19-21
El sol nunca más te servirá de luz
para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará, sino que Jehová te será
por luz perpetua, y el Dios tuyo por tu gloria. No
se pondrá jamás tu sol, ni menguará tu luna; porque Jehová
te será por luz perpetua, y los días de tu luto serán acabados. Y tu
pueblo, todos ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra; renuevos de
mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme. (Is. 60:1-3, 19-21). Chilton. (p. 561). Días
de Retribución.
Nota: Terry Ap. 21:23.
·
No hay
necesidad del sol. De
este modo, nos damos cuenta del cumplimiento de
Is. 60:19, 20:
"El sol
no será más luz de día; ni por resplandor te iluminará la luna; pero Jehová será tu luz eterna, y tu Dios tu gloria.
Tu sol nunca más se pondrá; ni tu luna se retirará; porque
Jehová será tu luz eterna, y los días de tu luto se
acabarán ". Is. 60:19-20
·
Dios Todopoderoso no solo es el
dador de luz para la nueva Jerusalén, sino que
la lámpara es el Cordero.
·
Esta asociación del Cordero con
Dios como fuente de luz celestial, y también como el templo del cielo mismo, lo exalta a la dignidad y gloria del mismo Jehová.
Terry, M. S. (1898). Apocalipsis bíblicos: un estudio (p. 469).
Ap. 21:24-27
Ap.
21.24 (RVR95) Las naciones que hayan sido salvas
andarán a la luz de ella y los reyes de la tierra traerán su gloria y su honor
a ella.
Ap.
21.24 (DHH) Las naciones caminarán a la luz de la
ciudad, y los reyes del mundo le entregarán sus riquezas.
Nota: Chilton - En el mismo pasaje, Isaías profetiza que las naciones de la tierra vendrán a la
ciudad de Dios, trayendo toda la riqueza de sus culturas:
·
Entonces verás y
resplandecerás; se maravillará y ensanchará tu corazón, porque se haya vuelto a
ti la multitud del mar, y las riquezas de las naciones hayan venido a tí.
Multitud de camellos te cubrirá; dromedarios de Madián y de Efa; vendrán todos
los de Sabá; traerán oro e incienso, y publicarán alabanzas de Jehová...... Is. 60:5-6).
·
Ciertamente a mí esperarán
los de la costa, y las naves de Tarsis desde el principio, para traer tus hijos
de lejos, su plata y su oro con ellos, al nombre de Jehová tu Dios, y al Santo
de Israel, que te ha glorificado....... Is. 60:9).
·
Tus puertas estarán de
continuo abiertas; no se cerrarán ni de día ni de noche, para que a tí sean
traídas las riquezas de las naciones, y conducidos a tí sus reyes. (Is. 60:11).
·
Chilton. (n.d.). Días de Retribución.
Nota: Terry - Ap. 21:24.
·
Las
naciones caminarán por medio de su luz — Is. 60:3: "Las naciones vendrán a tu
luz, y los reyes al resplandor de tu resurrección".
·
Esta declaración implica que la
nueva Jerusalén coexiste con las naciones, y no es esencialmente diferente de
"la montaña de la casa de Jehová", a la cual "fluyen todas las naciones" (Is. 2:2).
·
Este es el "deseo de todas las naciones", al cual "todas las naciones vendrán" y traerán sus
cosas preciosas (Hag. 2:7-8).
Terry, M. S. (1898). Apocalipsis bíblicos: un estudio (p. 469).
Nota: Terry Ap. 21:25.
·
Las
puertas de ninguna manera se cerrarán de día:
—Así que la imagen de Isaías del futuro de Sión: “Tus puertas se abrirán
continuamente; no se cerrarán de día ni de noche; para que los hombres te
traigan las riquezas de las naciones ”(Is. 60:11).
·
No hay
noche allí: repetido en Ap. 22:5, como una característica
importante de la ciudad de la luz eterna. Terry, M. S. (1898). Apocalipsis
bíblicos: un estudio (págs. 469-470).
Ap.
21.25-27 (RVR95) Sus puertas nunca serán cerradas de
día, pues allí no habrá noche. 26
Llevarán a ella la gloria y el honor de las
naciones. 27
No entrará en ella ninguna cosa impura o que haga abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida
del Cordero.
Ap.
21.25-27 (DHH) Sus puertas no se cerrarán de día, y en
ella no habrá noche. 26 Le entregarán las riquezas y el esplendor de las naciones;
27 (DHH) 27 pero
nunca entrará nada impuro, ni nadie que haga cosas odiosas o engañosas. Solamente entrarán los que tienen su nombre escrito en el
libro de la vida del Cordero.
Nota: Chilton - Juan aplica esta profecía a la Nueva Jerusalén:
o Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y
los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.
o Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche.
o Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella.
o
No entrará en ella ninguna
cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están
inscritos en el libro de la vida del Cordero.
·
Esto es lo
que Jesús ordenó que fuera su Iglesia: Una ciudad sobre
un monte (Mat. 5:14-16),
la luz del mundo, que brilla delante de los hombres para que glorifiquen a Dios
el Padre.
·
Obviamente, la Nueva Jerusalén
no puede ser vista simplemente en términos del futuro eterno, después del
juicio final.
·
En la visión de Juan, las naciones todavía existen como tales; pero todas las naciones
son convertidas, viniendo a la ciudad y trayendo sus tesoros a ella.
·
Por supuesto,
o
"el otro lado del hecho
de que los gentiles traen su honor y gloria, es que no traen sus
abominaciones... El acceso de los gentiles aquí contrasta fuertemente con su
acceso en Ap. 11:2.
La mera presencia de paganos no-regenerados en el atrio exterior significó la
ruina de la antigua Jerusalén; la Nueva los admite santificados, a su recinto
indiviso". Chilton. (p. 562). Días de Retribución.
Nota: Chilton - Al brillar “la luz del evangelio”
en el mundo por medio de la Iglesia,
·
El mundo se convierte, las
naciones son disciplinadas, y la riqueza de los pecadores es heredada por los
justos.
·
Esta es una promesa básica de
la Escritura de principio a fin; es el modelo de la historia, la dirección en
la cual se mueve el mundo.
·
Este es nuestro futuro, la
herencia de las generaciones venideras.
·
El don de su Santo Espíritu
garantiza el cumplimiento de su promesa: no que hará cosas nuevas, sino que
hará nuevas todas las cosas. Chilton.
(p. 563). Días de Retribución.
Nota: Terry –
Ap. 21:1. Cielo
nuevo y tierra nueva: Este ideal de una nueva creación es
apropiado de Is. 65:17-18:
Ap. 21:26 Trae la gloria
y el honor de las naciones: para que sea una
ciudad del tesoro de todo lo que pueda contribuir a su gloria y belleza. Is. 60:5–10; 66:12; Hag. 2:7-8.
Terry, M. S. (1898). Apocalipsis bíblicos: un estudio (p. 470).
Ap.
21:27. De ninguna manera
entrará en él algo común: Is. 52:1, cuando se le dice a "Jerusalén, la ciudad
santa" que "en adelante ya no vendrán más a ti incircuncisos ni
inmundos". Terry, M. S. (1898). Apocalipsis bíblicos: un estudio
(p. 470).
Fin de Estudio: Ap. 21:9-27 –
La Nueva Jerusalén – El mundo entero.
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