sábado, 21 de diciembre de 2019

Estudio: Ap. 9:1-12- El Séptimo Sello: La Quita Trompeta


El Quito Trompeta: El Infierno este suelto sobre la tierra (de Judea y la cuidad de Jerusalem).

Ap. 9:1-6: “El primer aysimular y diferente que la plaga de langostas en Éxodo 10:12-15
Éxodo 10.12–15 (BJL) Yahvé dijo a Moisés: «Extiende tu mano sobre el país de Egipto para que venga la langosta; que invada el país de Egipto y devore toda la hierba del país y cuanto quedó del granizo.»
13 Moisés extendió su cayado sobre el país de Egipto y Yahvé hizo soplar el viento del este sobre el país todo aquel día y toda la noche. Y cuando amaneció, el viento del este había traído la langosta.
14 La langosta invadió todo el país de Egipto y se posó en todo el territorio egipcio; una nube de langostas como no la había habido hasta entonces ni la habría después.
15 Cubrió toda la superficie del país, oscureciendo la tierra; devoró toda la hierba del país y todos los frutos de los árboles que el granizo había dejado. No quedó nada verde ni en los árboles ni en los campos en todo el país de Egipto.

Ap. 9.1-2 (RVR95) El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra. Y se le dio la llave del pozo del abismo. 2 Abrió el pozo del abismo, y del pozo subió humo como humo de un gran horno, y el sol y el aire se oscurecieron por el humo del pozo.
Ap. 9.1-2 (DHH) El quinto ángel tocó su trompeta, y vi una estrella que había caído del cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo. 2 Abrió el pozo del abismo, y de él subió humo como de un gran horno; y el humo del pozo hizo oscurecer el sol y el aire.

Nota: Chilton dice que: “El abismo” es el extremo más alejado del cielo (Gen. 49:25; Deut. 33:13) y de las altas montañas (Sal. 36:6). Se usa en las Escrituras como referencia a las partes más profundas del mar (Job. 28:14; 38:16; Sal. 33:7) y a los ríos subterráneos y fuentes de aguas (Deut. 8:7; Job. 38:16) de donde vinieron las aguas del diluvio (Gen. 7:11; 8:2; Prov. 3:20; 8:24), y que regaban el reino de Asiria (Eze. 31:4, 15) Chilton - Días de Retribución.

Nota: Chilton comenta que:
·         El profeta Ezequiel amenazó a Tiro con una gran desolación de la tierra, en la cual Dios haría subir el abismo para que cubriera la ciudad con un nuevo diluvio, haciendo bajar a su pueblo al abismo en las partes más bajas de la tierra (Ezequiel 26:19-21),

Ezequiel 26.19–21 (BJL) «Porque así dice el Señor Yahvé: Cuando yo te convierta en una ciudad en ruinas como las ciudades despobladas, cuando yo empuje sobre ti el océano, y te cubran las muchas aguas, 20 entonces te precipitaré con los que bajan a la fosa, con el pueblo de antaño; te haré habitar en los infiernos, como las ruinas de antaño, con los que bajan a la fosa, para que no vuelvas a ser restablecida en la tierra de los vivos. 21 Haré de ti un objeto de espanto, y no existirás más. Se te buscará y no se te encontrará jamás, oráculo del Señor Yahvé.»

Nota: Chilton dice que “El abismotambién es:
1.      El dominio del dragón (Job 41:31; Sal. 148:7; Ap. 11:7; 17:8)
2.      La prisión de los demonios (Luc. 8:31; Ap. 20:1-3)
3.      El reino de los muertos (Rom. 10:7).

Nota: La conclusión de Chilton es que:
1.      Juan advierte a sus lectores que el infierno está a punto de desatarse sobre la tierra de Israel; como con la antigua Tiro, el abismo está siendo traído a la superficie para que cubra la tierra con sus “espíritus inmundos”.
2.      El Israel apóstata será:
o   Lanzado fuera de la presencia de Dios.
o   Excomulgado del templo.
o   ¡Y lleno de demonios!
3.      Uno de los mensajes centrales de Apocalipsis es que:
o   La Iglesia “tabernáculos” [moras] en el cielo; el corolario de esto es que los tabernáculos de “la falsa iglesia” tabernáculos [moras] en el infierno. Chilton. Días de Retribución.

Ap. 9.3-4 (RVR95) Del humo salieron langostas sobre la tierra, y se les dio poder, como el poder que tienen los escorpiones de la tierra. 4 Se les mandó que no dañaran la hierba de la tierra, ni cosa verde alguna ni ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuvieran el sello de Dios en sus frentes.
Ap. 9.3-4 (DHH) Del humo salieron langostas que se extendieron por la tierra; y se les dio poder como el que tienen los alacranes. 4 Se les mandó que no hicieran daño a la hierba de la tierra ni a ninguna cosa verde ni a ningún árbol, sino solamente a quienes no llevaran el sello de Dios en la frente.


Nota: Chilton dice que estas "langostas" son diferentes: son demonios del abismo, del pozo del abismo, del cual se habla siete veces en Apocalipsis (Ap. 9:1-2, 11; Ap. 11:7; Ap. 17:8; Ap. 20:1, 3). Chilton. Días de Retribución.

Nota: Chilton nota que: Durante el ministerio de Cristo, Satanás había caído a la tierra desde el cielo como una estrella [Lk 10:8] (Ap. 12:4, 9, 12); y se le dio la llave del pozo del abismo. Y abrió el pozo del abismo.
·         Lo que todo esto significa es exactamente lo que Jesús profetizó durante su ministerio terrenal: la tierra que había recibido los beneficios de su obra y luego le había rechazado, sería invadida por demonios del abismo.
·         Debemos notar aquí que la llave se le da a Satanás, porque es Dios quien envía los demonios como azote sobre su pueblo rebelde. Chilton. Días de Retribución.

Nota: Durante el ministerio de Jesús, el había limpiado la tierra de los demonios, hora después de 40 año, regresaron con aún más demonios.
Mateo 12.41–45 (BJL) Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás. 42 La reina del Sur se levantará en el Juicio con esta generación y la condenará; porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. 43 «Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda vagando por lugares áridos en busca de reposo, pero no lo encuentra. 44 Entonces dice: ‘Me volveré a mi casa, de donde salí.’ Y al llegar la encuentra desocupada, barrida y en orden. 45 Entonces va y toma consigo otros siete espíritus peores que él; entran y se instalan allí, y el final de aquel hombre viene a ser peor que el principio. Así le sucederá también a esta generación malvada

Nota: Chilton dice que: Puesto que Israel había rechazado al Rey de reyes, las bendiciones que había recibido se convertirían en maldiciones. Jerusalén había sido "barrida" por el ministerio de Cristo; ahora se convertiría en "habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible" (Ap. 18:2).
·         La generación entera fue poseída más y más por demonios; su progresiva locura nacional es evidente al leer uno el Nuevo Testamento, y sus horripilantes etapas finales están descritas en las páginas de la obra de Josefo Las Guerras Judías:

o   La pérdida de toda capacidad de razonar,
o   Las turbas frenéticas que se atacaban entre sí,
o   Las engañadas multitudes que seguían a los profetas más transparentemente falsos,
o   La enloquecida y desesperada búsqueda de alimento,
o   Los asesinatos en masa,
o   Las ejecuciones,
o   Los suicidios,
o   Los padres que asesinaban a sus propias familias y
o   Las madres que devoraban a sus propios hijos.

·         Satanás y las huestes infernales simplemente pululaban por la tierra de Israel y consumían a los apóstatas. Chilton - Días de Retribución.


Nota: Chilton dice que: La vegetación de la tierra está específicamente exenta de la destrucción causada por las "langostas".
·         Esta es una maldición contra hombres desobedientes.
·         Sólo los cristianos son inmunes a los aguijones como de escorpión de los demonios (comp. Marcos 6:7; Luc. 10:17-19; Hech. 26:18). 
·         Los israelitas no bautizados, que no tienen el sello de Dios en sus frentes (véase Ap. 7:3-8), son atacados y atormentados por los poderes demoníacos.

Y el propósito inmediato que Dios tiene al desatar esta maldición no es la muerte, sino sólo el tormento, la desgracia, y el sufrimiento, al pasar la nación de Israel por una serie de convulsiones demoníacas. Juan repite lo que nos ha dicho en Ap. 6:16, que en aquellos días los hombres buscarían la muerte y no la hallarían; y desearían morir y la muerte huiría de ellos. Jesús había profetizado específicamente este anhelo de muerte entre los miembros de la generación final, la generación de judíos que le crucificarían (Luc. 23:27-30). Como la sabiduría de Dios había dicho hacía tiempo: "El que peca contra mí, defrauda su alma; todos los que me aborrecen aman la muerte" (Prob. 8:36). Chilton -Días de Retribución.

Ap. 9.5-6 (RVR95) Pero no se les permitió que los mataran, sino que los atormentaran cinco meses; y su tormento era como el tormento del escorpión cuando hiere al hombre. 6 En aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos.
Ap. 9.5-6 (DHH) Pero no se les permitió matar a la gente, sino tan solo causarle dolor durante cinco meses; y el dolor que causaban era como el de una picadura de alacrán. 6 En aquellos días la gente buscará la muerte, y no la encontrará; desearán morirse, y la muerte se alejará de ellos.

Chilton pregunta: ¿Por qué dura la plaga de langostas cinco meses?
·         Primero es, una referencia al período de cinco meses, desde mayo hasta septiembre, cuando las langostas aparecen normalmente.

·         Segundo, esto puede referirse en parte a las acciones de Gesio Floro, el procurador de Judea, quien, durante cinco meses (comenzando en mayo del año 66 con la matanza de 3.600 ciudadanos) aterrorizó a los judíos, tratando deliberadamente de incitarlos a que se rebelarían.  Gesio Floro tuvo éxito: Josefo fecha el comienzo de “la Guerra de los Judíos” a partir de esta ocasión.

·         Tercero, el uso del término “cinco” está asociado en las Escrituras con poder, y específicamente con organización militar - la disposición de los milicianos israelitas en una brigada de cinco pelotones (Ex. 13:18; Num. 32:17; Josué 1:14; 4:12, Judas 7:11; comp. 2 Reyes 1:9 ss.) Por instrucciones de Dios, Israel habría de ser atacado por un ejército demoníaco que vendría desde el abismo. Chilton -  Días de Retribución.

·         Nota: ¿Cinco? La palabra hebrea en estos textos se traduce generalmente como enjaezado, armado, o en arreos marciales, pero “la traducción literal” es simplemente “cinco de un rango” (esto es, cinco pelotones de diez hombres en cada pelotón). Chilton - Días de Retribución.

Nota: Gentry dice: A los cuarenta años de la advertencia de Jesús, estalló la guerra judía. Durante el asedio final particularmente agotador de Jerusalén, una penumbra malvada se asentó sobre la ciudad. F. F. Bruce comenta: "Tito comenzó el asedio de Jerusalén en abril de 70. Los defensores resistieron desesperadamente durante cinco meses, pero a fines de agosto el área del templo estaba ocupada y la casa santa se quemó" (cf. Guerras 5).

Estos cinco meses de la guerra judía resultan ser su período más horrible y malvado (Guerras 5.1.1, 4–5; 10.5; 12.4; 13.6), y se ajustan bien a las imágenes de Ap. 9:5: “No se les dio poder matarlos, pero solo para torturar [Gr. basanizō] durante cinco meses. Y la agonía que sufrieron fue como la picadura de un escorpión cuando golpea a un hombre” (cf. Ap. 9:10). Gentry (1998). Una visión preterista de Apocalipsis en Cuatro puntos de vista sobre el libro de Apocalipsis (p. 61).

Ap. 9.7-10 (RVR95) El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra; en las cabezas tenían como coronas de oro, sus caras eran como caras humanas, 8 tenían cabello como cabello de mujer y sus dientes eran como de leones; 9 tenían corazas como corazas de hierro y el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla; 10 tenían colas como de escorpiones, y también aguijones, y en sus colas tenían poder para dañar a los hombres durante cinco meses.
Ap. 9.7 (DHH) Las langostas parecían caballos preparados para la guerra; en la cabeza llevaban algo semejante a una corona de oro, y su cara tenía apariencia humana. 8 Tenían cabello como de mujer, y sus dientes parecían de león. 9 Sus cuerpos estaban protegidos con una especie de armadura de hierro, y el ruido de sus alas era como el de muchos carros tirados por caballos cuando entran en combate. 10 Sus colas, armadas de aguijones, parecían de alacrán, y en ellas tenían poder para hacer daño a la gente durante cinco meses.

Nota: Chilton nota que “La descripción de los demonios-langostas es muy similar a la de los ejércitos paganos invasores mencionados en los profetas (Jer. 51:27; Joel 1:6; 2:4-10; comp. Lev. 17:7 y 2 Crón. 11:15, donde la palabra hebrea para demonio es peludo). Chilton. Días de Retribución.

Nota: Chilton nota que este pasaje posiblemente se refiere también, en parte, a las bandas satánicas de fanáticos asesinos que hacían presa en los ciudadanos de Jerusalén.

Nota: Josefo dice, la gente tenía más que temer de los fanáticos que de los romanos:
"Con su insaciable hambre de botín, saqueaban las casas de los ricos, asesinaban a los hombres y violaban a las mujeres por diversión; bebían sus despojos con sangre, y de puro saciados se entregaban sin vergüenza a prácticas afeminadas, haciendo trenzas con su cabello y vistiendo ropas de mujer, empapándose de perfume y pintándose los párpados para hacerse más atractivos. Copiaban, no sólo los vestidos, sino también las pasiones de las mujeres, inventando, en su exceso de libertinaje, placeres ilegítimos en los cuales se revolcaban, como si estuviesen en un burdel. Así, contaminaron por entero la ciudad con sus asquerosas prácticas. Y, sin embargo, aunque llevaban rostros de mujeres, sus manos eran asesinas. Se acercaban con pasos remilgados, y luego, de repente, se convertían en combatientes y, desenvainando las espadas de debajo de sus teñidas capas, atravesaban con ellas a todos los transeúntes". Gueras IV, ix 10.

Nota: Chilton - Un punto particularmente interesante sobre la descripción del ejército de demonios es la declaración de Juan de que el sonido de sus alas era como el de carruajes, de muchos caballos que se apresuran a la batalla. Ese es el mismo sonido que hacen las alas de los ángeles en la Nube de Gloria (Eze. 1:24; 3:13; 2 Reyes 7:5-7); la diferencia aquí es que el ruido aquí lo hacen ángeles caídos. Chilton. Días de Retribución.

Nota: Josefo: Y ahora, mientras la ciudad se enfrentaba en una guerra por todos lados, de estas multitudes traicioneras de hombres malvados, la gente de la ciudad, entre ellos, era como un gran cuerpo desgarrado. Los hombres y las mujeres de edad estaban tan angustiados por sus calamidades internas, que deseaban a los romanos y esperaban fervientemente una guerra externa, a fin de liberarlos de sus miserias domésticas. Los ciudadanos mismos estaban bajo una terrible consternación y miedo ... El ruido también de los que luchaban era incesante, tanto de día como de noche; pero el lamento de los que lloraron superó al otro; Tampoco hubo alguna ocasión para que dejaran de lamentarse, porque sus calamidades se sucedían perpetuamente una sobre otra, aunque la profunda consternación en la que se encontraban impedía su llanto externo; pero, al estar limitados por su miedo a ocultar sus pasiones internas, fueron atormentados internamente [Gr. ebasanizonto, como en Ap. 9:5], sin atreverse a abrir los labios en gemidos ... Todos se desesperaron de sí mismos; para aquellos que no estaban entre los sediciosos no tenían grandes deseos de nada, ya que tenían la certeza de que pronto serían destruidos; pero, para los sediciosos, lucharon unos contra otros, mientras pisoteaban los cadáveres mientras yacían apilados uno sobre el otro, y enfurecidos por los cadáveres que estaban bajo sus pies, se convirtieron en los más feroces. Además, todavía inventaban algo que era pernicioso contra ellos mismos; y cuando resolvieron algo, lo ejecutaron sin piedad y no omitieron ningún método de tormento o de barbarie. (Wars 5.1.5, cursiva agregada) Gentry. (1998). Una visión preterista de la revelación. En S. N. Gundry y C. M. Pate (Eds.), Cuatro puntos de vista sobre el libro de Apocalipsis (pp. 61-62).

Ap. 9.11 (RVR95) Sobre ellos tienen como rey al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión.
Ap. 9.11 (DHH) El jefe de las langostas, que es el ángel del abismo, se llama en hebreo Abadón y en griego Apolión.

Nota: Chilton – Juan identifica al rey de los demonios, el ángel del abismo, y da su nombre tanto en hebreo (Abadón) como en griego (Apolión) - una de muchas indicaciones del carácter esencialmente hebraico del Apocalipsis.
·         Las palabras significan destrucción y destructor; Abadón se usa en el Antiguo Testamento para describir el reino de los muertos, "el lugar de destrucción" (Job 26:6; 28:22; 31:12; Sal. 88:11; Prov. 15:11; 27:20).
·         Juan, pues, presenta a Satanás como la mera personificación de la misma muerte (comp. 1 Cor. 10:10; Heb. 2:14).
·         Claramente, el hecho de que la hueste entera de los destructores de Satanás fuera desatada sobre la nación judía significaba realmente el infierno en la tierra.


Ap. 9.12 (RVR95) El primer ay pasó; pero vienen aún dos ayes después de esto.
Ap. 9.12 (DHH) Pasó el primer desastre; pero todavía faltan dos.

·         Sin embargo, Juan nos dice que esta epidemia de demonios en la tierra es sólo el primer ay. Ni siquiera es el peor, porque dos ayes (es decir, la sexta y la séptima trompetas) todavía faltan por venir después de estas cosas. Chilton. Días de Retribución.

Resume: Estudio – Ap. 9:1-12 El Séptimo Sello: La Quita Trompeta

·        El Séptimo Sello: La Quinta Trompeta

o   El primer ay sobre Jerusalem.
o   Langostas - Demonios del abismo.

Fin de Estudio: Ap. 9:1-12- El Séptimo Sello: La Quita Trompeta

No hay comentarios:

Publicar un comentario