jueves, 17 de noviembre de 2016

Resolución de Conflictos Bíblicamente.

Resolución de Conflictos Bíblica-mente.

Siempre hay conflictos en el mundo y también en la iglesia.  Somos pecadores y pecamos, ofendimos y estamos ofendidos, desprecias otras y estamos despreciados por otras. Somos humanos, los cristianos están redimidos, pero no santificados. Por esto hay conflictos, ¿que hacemos?    
Aquí hay algunos pasos que debemos recordar para que vivíamos en paz.

Comenzamos con la enseñanza de Jesús.

La enseñanza de Jesús:

Punto 1. Si hemos ofendido alguien, ¡es nuestra responsabilidad a ir a ellos!

Mateo 5:2324 (NBLH)
23 Por tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar, y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja tu ofrenda allí delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.

Punto 2. ¡Si estamos ofendidos por otras, también es nuestra responsabilidad a ir a ellos!

Mateo 18:15 (NBLH)
15 Si tu hermano peca, ve y repréndelo a solas; si te escucha, has ganado a tu hermano.

Una cosa muy importante: No importa la situación (ofensor u ofendido), usted tiene que hacer el primer paso.   ¡No puede espera que el otra (ofensor u ofendidos) hace el primer paso a reconciliación!

La enseñanza de Pablo.
Romanos 12:18 (NBLH)
18 Si es posible, en cuanto de ustedes dependa, estén en paz con todos los hombres.

Punto importante: ¿Cómo vivimos en paz?
¡Perdonándonos unos a otros!

Ahora está bien: Hay paz, pero si el hermano hace lo mismo cosa otra vez, ¿qué hacemos?

Lucas 17:34 (NBLH)
3 “¡Tengan cuidado! Si tu hermano peca, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo.
4 Y si peca contra ti siete veces al día, y vuelve a ti siete veces, diciendo: Me arrepiento, perdónalo.

El punto: Jesús quiere que seguimos perdonado las ofensas de los hermanos.

Cuándo alcanzamos esto punto, casi siempre los verdaderos creyentes van reestablecer la paz verdadero, basados sobre:

1.       La verdad (reconociendo su parte en la ofensa),
2.       La confesión (arrepentimiento de su parte en la ofensa), y
3.       El perdón (perdonado el ofensor o pidiendo perdón).

Punto 3.  Si el hermano, todavía no quiere reconocer su pecado y arrepentir, o no quiere perdonarte, ¿qué hacemos?

 ¡Iremos a él, junto con otro!

Mateo 18:16 (NBLH)
16 Pero si no te escucha, lleva contigo a uno o a dos más, para que TODA PALABRA SEA CONFIRMADA POR BOCA DE DOS O TRES TESTIGOS.


 Recuerda: El propósito siempre es la restauración de la relación.

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